A una edad en que muchas
personas están disfrutando de su jubilación, un ecuatoriano de 68 años
de edad pasa horas caminando en una montaña en los Andes para cortar
hielo que luego vende. Es el último comerciante de un negocio
agonizante.
Baltazar Ushca tarda cinco horas en llegar a la
mina de hielo del Monte Chimborazo, la montaña más alta de Ecuador, que
ha alimentado a él y a su familia por generaciones.A los 68 años, parece que está cansado mientras recoge el hielo que convierte en bloques que puede transportar en mula hasta Riobamba, la ciudad más cercana.
Ushca es el último hielero de Ecuador, un arte transmitido de padres a hijos durante siglos. Desde que tenía 15 años, ha hecho el viaje al menos una vez por semana, generalmente el jueves o viernes.
Adaptarse o morir
Antes de la aparición de heladeras, se utilizaba el hielo natural para refrigerar los alimentos.Hoy en día, el hielo del Chimborazo se usa para hacer jugos de frutas o helados tradicionales. La gente dice que tiene propiedades curativas naturales.
Los demás hieleros han fallecido o han encontrado trabajos más fáciles y mejor remunerados.
Pero la dedicación de Ushcha le ha producido beneficios.
0 Comentarios