El primer viaje intercontinental del "Solar Impulse" partió desde Madrid y arribó a Rabat volando a 60km/h promedio durante 19 horas. Antes había viajado desde Suiza hacia la capital española. Vea las fotos
El avión, que no utiliza una gota de combustible porque se alimenta exclusivamente de energía solar, llegó al aeropuerto de Rabat a las 23.25 hora local en medio de un silencio solo roto por los zumbidos de los dos helicópteros que lo escoltaban.
"Parece una nave espacial", "Es como un platillo volante", exclamaron algunas de las decenas de personas que esperaban al avión al ver llegar una línea de luces blancas de más de 60 metros que se posaron sin ruido sobre la pista en medio de una noche serena.
Hubo que esperar quince minutos tras el aterrizaje para que Bertrand Piccard, el piloto suizo que pasó 19 horas encogido en su cabina, desde las 5 de la madrugada hasta casi la medianoche, saliera ante el público como una estrella de rock, levantando los puños y saludando "Buenas noches, Marruecos".
El "Solar Impulse" es el primer avión de la historia en haber conseguido volar de día y de noche sin tipo alguno de carburante y con la energía acumulada en las 12.000 células fotovoltaicas que recubren sus inmensas alas.
El avión tiene una envergadura equivalente a la de un Airbus A340, con 63 metros que separan los extremos de sus alas, y un peso de 1.600 kilos.
Este vuelo será el más largo de los realizados por este primer prototipo de Solar Impulse, después de que el año pasado efectuara su primer vuelo de noche y que consiguiera enlazar sin escalas Suiza con Bruselas (unos 600 kilómetros), para luego retornar por París (cerca de 700 kilómetros).
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