Es necesario para poder ajustar los relojes humanos con el período de rotación de la Tierra
El
año bisiesto se introdujo para reajustar el calendario gregoriano de
365 días de 24 horas cada uno con la realidad de la órbita terrestre en
torno al Sol, y la rotación de la Tierra sobre su eje cada 23 horas, 59
minutos y 59 segundos.
Esa
diferencia se va acumulando y cada cuatro años el calendario contiene
un día adicional, el 29 de febrero, según recordó el Observatorio Naval
que es la agencia que lleva la “hora oficial” en Estados Unidos.
La
invención de los relojes atómicos ha permitido una medición del tiempo
mucho más precisa y en 1970 un acuerdo internacional reconoció la
existencia de las dos escalas de tiempo- el período de rotación del
planeta, y el llamado Tiempo Universal Coordinado, o UTC.
El
Servicio Internacional de Rotación de la Tierra y Sistemas de
Referencia Saltar, establecido en 1987 por la Unión Astronómica
Internacional y la Unión Internacional de Geodesia y Geofísica, es la
organización que observa la diferencia entre las dos escalas y señala
cuándo debe insertarse o quitarse un segundo del UTC para mantener a
ambas escalas con una diferencia de menos de 0.9 segundos.
Para
crear el UTC se genera primero una escala de tiempo secundaria,
conocida como “tiempo atómico internacional” o TAI, que consiste en el
UTC sin segundos añadidos o quitados. Cuando se instituyó el sistema en
1972 se determinó que la diferencia entre el TAI y el tiempo real de
rotación de la Tierra era de 10 segundos.
Desde
1972 se han añadido segundos en intervalos que van de seis meses a
siete años, y el más reciente se insertó el 31 de diciembre de 2008.
Después de que se añada el segundo extra a fin de junio, la diferencia acumulada entre el UTC y el TAI será de 35 segundos.

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