En la escuela de Sankt Poelten, al oeste de Viena (Austria),
un hombre ha sacado a su hijo de 8 años de clase y después le ha pegado un tiro en la cabeza, dejando al niño en estado crítico. Posteriormente, el hombre de 40 años de edad, fue encontrado muerto.
La cadena
ORF ha señalado que
el hombre había sacado a su hijo de 8 años y a su hija de 7 de sus clases
y posteriormente le disparó al muchacho en el vestuario. La policía ya
ha desvelado que el hombre tenía un largo historial de violencia
doméstica.
El portal del diario
Der Standard recoge que
los médicos han realizado una cirugía de emergencia al niño herido. Por
casualidad, cuatro paramédicos ya estaban en la escuela cuando ocurrió
el tiroteo, porque estaban dando una clase sobre primeros auxilios.
Esto permitió que
llegaran al niño menos de un minuto después de que recibiera el disparo y cinco minutos más tarde llegó un médico de urgencias, por lo que el niño recibió rápidamente respiración artificial.
Un profesor dijo que
la Policía siguió al padre, por la localización de la señal del teléfono móvil.
Fue encontrado muerto dentro de un coche volcado en la carretera, y
todo apunta a que se habría suicidado de un disparo. Los psicólogos
infantiles están ahora en la escuela -que tiene ocho aulas- para tratar a
los pequeños que han recibido una fuerte impresión.
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