EL BAJO PORCENTAJE DE REPORTES DE ACCIDENTES
CONLLEVA A QUE LOS BENEFICIARIOS DEL SRL SEAN MUY POCOS Y A QUE LOS
COSTOS DE RIESGOS SE CARGUEN AL SISTEMA DE SALUD.
Carlos José Ramos Felipe fue víctima de un delincuente que le infirió
cinco puñaladas para robarle sus pertenencias mientras salía de su
trabajo, en un club de la capital.
Una de las cuchilladas le
afectó la columna vertebral, impidiéndole continuar desarrollando su
labor como supervisor de una área de deportes.Aunque la agresión ocurrió el 31 de marzo de 2010, fue año y medio después, dándose terapias en Rehabilitación, cuando Ramos Felipe se entera de la existencia del Seguro de Riesgos Laborales (SRL), una herramienta del Sistema Dominicano de Seguridad Social que se encarga de prevenir y cubrir los daños ocasionados por accidentes de trabajo o enfermedades profesionales.
A partir de ese momento, Ramos Felipe, de 49 años, comienza a beneficiarse de las prestaciones que garantiza el SRL por daños en accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, incluyendo el sustento económico a los trabajadores que han tenido un riesgo laboral y padecen una incapacidad temporal o permanente.
Pese a que no quedó desempleado, gracias a que el club lo reubicó en el departamento de contabilidad, donde puede trabajar sentado y moverse con la ayuda de un andador, el SRL le ha cubierto los servicios de rehabilitación, medicamentos y gestiona el desembolso de los recursos gastados por atención médica.
Al igual que él, Ernesto López, de 58 años, fue víctima de un accidente de tránsito cuando se dirigía a una dependencia estatal donde llevaba 26 años trabajando como electricista. A los tres años de incapacidad se informa del funcionamiento del SRL, y que cubre a los empleados envueltos en accidentes de tránsito y en trayecto, dentro de la ruta y horario de trabajo.
Actualmente en el país sólo se reporta 1.1% de los accidentes laborales, lo que según el doctor Elisaben Matos, director ejecutivo de la Administradora de Riesgos Laborales (ARL), obedece al desconocimiento de la Ley 87-01, ya que todavía persiste en las empresas el miedo del castigo de los inspectores por el grado de siniestralidad.
En el 2011 se reportaron en la ARL 22,597 accidentes de trabajo, cuando se deberían notificar 70,000 por año, de acuerdo a Matos.
El sindicalista Rafael Abreu atribuye el bajo número de reportes a que los trajadores desconocen los derechos consignados en el SRL y a que los empleadoress no reportan los accidentes laborales que se dan en sus empresas, mientras los costos de riesgos se cargan al sistema de salud.

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