Existe mucho más en el excremento de gato de lo que podemos observar.
Éste puede causar enfermedades en humanos, nutrias y otros animales
marinos.
Un gato joven puede verter hasta 100 millones de ooquistes (pequeñas
estructuras en forma de huevo) en sus heces. Sólo se necesita un
ooquiste para causar una infección de Toxoplasma gondii.
En gran parte, el parásito es asintomático en los humanos, pero a veces
puede causar problemas para los bebés que nacen de madres infectadas e
incluyen: pérdida de la audición, discapacidad mental y ceguera. Las
personas con sistemas inmunes comprometidos, especialmente aquellos que
padecen sida o VIH, también pueden desarrollar serias complicaciones.
Los investigadores están tratando de entender las razones por las que
los mamíferos marinos del Noroeste Pacífico empezaron a morir de
enfermedades relacionadas con protozoos en el 2000.
Antes de eso, no había ningún caso documentado. Sin embargo muestras
obtenidas en esa zona encontraron una tasa de alrededor de 4% de
enfermedades de protozoos entre los animales varados, afirma Michael
Grigg, investigador del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
Grigg y otros expertos discutieron estos asuntos durante la junta
anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS por
sus siglas en inglés) en Vancouver, Canadá.
Las heces de gato pueden ser parte de la explicación, dicen los científicos.
Cuando los humanos se establecen cerca de las costas, puede acentuar
la contaminación de tierra al mar. Los ooquistes toxoplasma gondii de
los gatos pueden entrar al océano por medio de la lluvia. Desde ahí, por
ejemplo, también pueden infectar mejillones y otros bivalvos que comen
las nutrias marinas. Los humanos que comen mariscos crudos también
pueden encontrarse en riesgo.
Cerca de 25% de los estadounidenses están infectados con
toxoplasmosis, y en algunas partes de Europa es cerca del 50%, dice
Grigg. No se sabe por qué existe más gente con la infección en Europa,
aunque algunos hábitos alimenticios como comer carne y pescado crudo
pueden ser un factor determinante.
También existen cepas de este parásito en la Guyana Francesa y Surinam que pueden ser mortales para las personas, afirma Grigg.
En los últimos años, los científicos han investigado una nueva forma
de toxoplasma gondii llamada tipo X. Fue descubierta por primera vez en
las nutrias marinas, y es una combinación de las cepas tipo II y una
cepa única del parásito. No queda claro si el tipo X es más peligroso
que el tipo II, pero representa alrededor del 40% de las infecciones.
En los pocos casos en los que el tipo X se ha encontrado en humanos
existían algunos factores que vulneraban el sistema inmune: un paciente
tenía una edad avanzada, y el otro se había sometido a un trasplante,
dice Grigg.
Los ooquistes del toxoplasma gondii no pueden destruirse con luz
ultravioleta o cloro, sólo mueren calentándolos o congelándolos, dice
Grigg. De hecho, en 1995 hubo un gran brote en Victoria, Columbia
Británica, quizá porque el sistema de agua municipal estaba usando agua
sin filtrar.
No todos los gatos tienen toxoplasmosis, pero la gran mayoría son
infectados, dice Grigg. Solamente segregan ooquistes cuando son jóvenes.
Pero aunque sólo el 10% de los 86 millones de gatos que se tienen como
mascotas en Estados Unidos estuvieran infectados, la cifra sigue siendo
enorme.
Eso no significa que no debas comer mariscos en lo absoluto. Para
empezar debes estar alerta sobre dónde son cosechados y cuándo, dice
Melissa Miller del Centro de Cuidado Veterinario e Investigación sobre
la Vida Marina en California. Pero podría haber problemas con las
comidas crudas y sin cocer de todo tipo, incluidos los mariscos. “Existe
mucho más que no sabemos” dijo a los reporteros.
También se está investigando una vacuna contra el toxoplasma gondii para los gatos.
Mientras tanto, puedes tomar algunas precauciones para prevenir que
los parásitos de los desechos de tu gato se filtren al agua. Miller dice
que ella recoge los desechos con una pequeña caja y la pone en bolsas
de plástico que manda a un relleno sanitario certificado. También dice
que deja a su gato en casa.
Y aunque los parásitos pueden combinarse con otros, Grigg asegura que
no debemos preocuparnos por un nuevo parásito de toxoplasma que pueda
ser catastrófico para la especie humana.
“Lo que debemos esperar es que la naturaleza descubra cuál es ajuste
adecuado, qué cepa no causa demasiado daño y pueda ser mantenida dentro
de la naturaleza”, dijo Grigg a CNN. “No creo que haya una cepa
patogénica que vaya a surgir y mate a grandes cantidades de personas”.

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