Terminar en un asilo olvidados por sus familiares es la realidad de los envejecientes que son atropellados y abandonados en las calles de la ciudad o en un hospital.
Muchos son transferidos a los principales centros de salud del país donde permanecen meses, ingresados por las fuertes lesiones sin que nadie vele por ellos.
El director general de Protección a la Vejez, del ministerio de Salud Pública, Pedro Khoury, informó que han identificado tres casos de envejecientes internos a causa de atropellamiento, dos en el hospital Darío Contreras y uno en el Rodolfo de la Cruz Lora, los cuales tienen trastornos mentales.
Aseguró que para estos casos donde las personas mayores internas en los centros de salud no tienen quien vele por ellos, el ministerio creará dos salas en el hospital Rodolfo de la Cruz Lora.
Explicó que estas salas tendrán cuatro camas cada una, un psicólogo, un geriatra, un psiquiatra y un neurólogo.
Los sin familia
En cuanto a los que son abandonados por sus familias y no tienen ningún problema mental son llevados a hogares de día y a asilos en diferentes puntos del país.
Khoury, aseguró que el ministerio está enfrentando la situación, pero que este problema es social, ya que por falta de humanidad y amor por parte de los mismos parientes tienen que ser recluidos en asilos.
Agregó que cuando tienen casos de personas mayores en los hospitales, se trata de localizar a sus familiares, y cuando no aparecen, los llevan a los asilos.
“Es un problema enorme para nosotros. Por ejemplo, en hospitales como el Darío Contreras, primero, porque no tenemos camas suficientes, y segundo, el costo de mantenimiento de la persona”, expresó.
Detalló que en el país hay 28 asilos y 37 hogares de día, donde en cada hogar atienden a más de 50 envejecientes.
También, que gastan alrededor de 100 millones de pesos en alimentos, alquiler de casas, medicamentos y personal; además, el pago de las 37 casas alquiladas ronda entre los cinco y 25 mil pesos, y en gasto de alimentos invierten de 28 a 30 mil pesos.

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