En 2011, su hermano la vendió por US$ 5.000, como una especie de dote que forma parte de las costumbres del país. La víctima fue localizada este lunes por la policía de la provincia de Baghlan (noreste) totalmente conmocionada.
Transportada a un hospital de Kabul, la muchacha fue atendida por una falange que le fue arrancada y numerosas heridas. El rostro tumefacto por los golpes es una de las tantas huellas del calvario que vivió.
"Durante varios meses fui encerrada en el baño, sobre todo, por mi suegra. Estaba privada de agua y alimentos. Fui torturada y apaleada", explicó la muchacha a varios periodistas.
"Le arrancaron la piel con pinzas, antes de apagarle cigarrillos en sus heridas", denunció un pariente de la víctima, que se entrevistó con la agencia de noticias AFP en donde era atendida la muchacha.
Según la policía, Sahar Gul fue torturada por haber rehusado prostituirse. Tres mujeres de su familia política, entre las cuales su suegra y su cuñada, fueron encarceladas. Por el contrario, su marido y su suegro consiguieron huir.
"Ella es aún menor y no tiene la edad legal para casarse. Sólo tiene 15 años y viene de una parte alejada del país. Es una historia trágica y desgarradora para Afganistán", comentó la doctora Suraya Dalil, ministra de Salud, que estaba en la cabecera.
La comisión independiente de los derechos humanos contabilizó 1.026 casos de violencia contra las mujeres durante el segundo trimestre de 2011, a comparar con 2.700 casos en todo el año 2010.
Según un informe de la ONG Oxfam del mes de octubre, el 87% de las mujeres afganas afirma haber sufrido violencia física, sexual o psicológica o haber sido víctima de matrimonios forzados.
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