SANTO DOMINGO.- A la edad de cien años falleció el
martes último en Santo Domingo la señora Benita Sepúlveda (Niña), ama de
llaves desde 1944 hasta 1961 de la Casa Caoba de San Cristóbal,
propiedad del dictador Rafael L. Tujillo.
El deceso se produjo
en el Hospital General de la Plaza de la Salud, donde tenía varios días
interna por una afección de salud. Su sepelio se efectuó el miércoles
en el Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez con una discreta
asistencia de familiares, parientes y amigos.
Conocida y llamada
desde su juventud como "Señorita Niña", la señora Sepúlveda fue una de
las personas de más intima confianza del hombre que gobernó con mano
dura durante 31 años la República Dominicana.
Manejó en forma
eficiente todo lo concerniente al ámbito casero -incluyendo la comida y
las vestimentas personales- de la propiedad campestre de Trujillo,
enclavada en un cerro dentro de la extensa hacienda Fundación, en la que
pasaba algunos días de la semana.
De orígenes familiares muy
humildes, había nacido en La Isabela, Distrito Nacional, en 1911 y
comenzó a servir a Trujillo alrededor de 1942 como una de las asistentes
del servicio de cocina en la Casa Caoba. Poco a poco se fue granjeando
la confianza del hombre fuerte y éste le confió la conducción de los
servicios domésticos del entonces floreciente enclave, prácticamente
vedado a la esposa e hijos del dictador.
Reconocida por su manejo
atinado y persona de nivel cultural bajo, la señora Sepúlveda nunca
traspasó los límites de su trabajo y a la muerte de Trujillo en 1961 se
fue a vivir, muy pobremente, a una humilde vivienda de su propiedad en
la capital.
Siempre rehusó hablar públicamente de las costumbres y
hábitos íntimos de Trujillo y solo una vez aceptó mostrarse, con
palabras lacónicas, en televisión.
En las últimas décadas
residió en la Calle Máximo Grullón 26, en la parte alta de Santo
Domingo, donde el 8 de noviembre cumplió 100 años de edad. Allí, donde
se le presentaron los quebrantos de salud, vivía con dos sobrinas.

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