Standard & Poor's (S&P) hizo este viernes lo que pocos creyeron que sucedería y lo que la Casa Blanca más temía: bajar la calificación de riesgo de la deuda de Estados Unidos.
A partir de ahora, con la salida del país del club de los AAA por primera vez en la historia (ahora es AA+), la nación considerada el pilar del sistema de mercado de bonos internacionales le inspira a S&P la misma confianza que las deudas de Bélgica y Nueva Zelanda.
La degradación, que fue a dada a conocer durante la noche de este viernes por la agencia de calificación financiera, añade dudas sobre la ya debilitada economía estadounidense, que registra un bajo crecimiento y no logra rebajar los niveles de desempleo (9,1% según las últimas cifras oficiales).
A principios de esta semana, las agencias Moody's y Fitch alertaron de una posible rebaja, pero luego confirmaron que mantendrían su máxima nota AAA para la deuda estadounidense.
Sin embargo, y pese al acuerdo alcanzado esta semana en Washington para aumentar el llamado clic techo de la deuda, los mercados mundiales reaccionaron con escepticismo, ante las malas noticias sobre la marcha de las economías de Europa y EE.UU.
Standard & Poor's es sólo una de las tres agencias calificadoras de riesgo de importancia, pero su decisión perjudica la reputación de la deuda estadounidense y ello podría tener severas consecuencias para la economía del país y más allá.

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