A casi tres décadas de su primer intento, Diana Nyad, de 61 años, volvió a abandonar por fuertes vientos y problemas físicos. Su travesía en el mar duró 29 horas.
Elaine Lafferty, quien está en el bote que acompaña a la atleta, según el blog de Nyad, escribió en Twitter: "Se terminó". Y agregó que la "combinación de factores fueron demasiados para seguir de forma segura". Entre las causas, mencionó los fuertes vientos.
El lunes, el equipo de Nyad reportó que estaba avanzando hacia el Estrecho de Florida a pesar de las quejas físicas. La nadadora había esperado terminar su recorrido en la punta sur de Cayo Hueso, después de unas 60 horas de nado.
Su deseo era desafiar a la naturaleza y la edad, "poner un granito de arena" en el acercamiento entre Cuba y los Estados Unidos, además de una hazaña deportiva.
De haberlo logrado hubiera sido la primer persona en cruzar el estrecho sin la ayuda de una jaula a prueba de tiburones, confiando sólo en la tecnología y buzos que ahuyentaran a los depredadores con aletas.
Bronceada y pecosa por las prolongadas horas entrenamiento en mar abierto del Caribe, la estadounidense expresó confianza de cumplir con su cometido antes de comenzar su travesía poco antes de que se pusiera el sol el domingo. En ese momento el viento y las aguas en calma eran las condiciones perfectas para lograr su objetivo de 166 kilómetros.
"Siento que la adrenalina esta corriendo, el mar esta como un plato, tengo confianza en mí y en mi equipo, creo que este es mi día", comentó Nyad el domingo, poco antes de tirarse al agua.

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