
También se ordenó que la agencia que opera concesionarios en Wellesley y Danvers, capacite a su personal sobre el sesgo implícito para que no vuelva a discriminar al fijar los precios en los productos que vende.
Los productos complementarios se entienden como bienes o servicios adicionales que se venden a los consumidores cuando compran o arriendan un vehículo, que pudieran ser seguros o accesorios.
Andrea Campbell, procuradora general, señaló que la conducta de Hometown violó la Ley de Protección al Consumidor del estado, que prohíbe actos y prácticas desleales o engañosas en el comercio.
“Los consumidores deben saber que su raza o etnia no tendrá ningún efecto en el tipo de servicio que reciben de los concesionarios de automóviles de Massachusetts o los precios que se les cobrarán”, recalcó Campbell.
Por su parte, la agencia de autos se pronunció en un comunicado, señalando que siempre ha negado las acusaciones de precios desiguales a clientes afroamericanos y latinos.
“Hemos gastado un esfuerzo y recursos considerables defendiendo nuestra integridad contra estas acusaciones y llegamos a la decisión de que continuar haciéndolo nos quitaría más tiempo valioso de nuestros clientes y sus necesidades automotrices”, cita el comunicado.
De acuerdo con la información, de los $350,000 dólares que deberá pagar la agencia, $200,000 se destinarán para restitución de los consumidores y para cambios en las prácticas comerciales de la concesionaria.
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