
De hecho, los automóviles eléctricos son en estos momentos entre tres y seis veces más baratos de conducir en el país, y todo “gracias” a esa volatilidad de los precios de la gasolina.
Ya sabíamos de las bondades de un vehículo eléctrico frente a los de gasolina. Además de ser más eficientes, resultan menos costosos a lo largo del tiempo. Sin embargo, esos puntos a favor se están viendo tremendamente reforzados por la situación actual con al aumento de precios desbocados que estamos viviendo por culpa de la invasión rusa en Ucrania que ha acabado disparando los números.

El ejemplo de Estados Unidos estos días es muy ilustrativo. Allí, los precios de la gasolina han subido a más de 4,20 dólares por galón (la medida equivalente a 4,5 litros) en promedio, y en muchas regiones los precios superan los 5 dólares por galón. Una situación que la Asociación de Transporte de Emisiones Cero (ZETA) ha expuesto publicando un documento que calcula cómo este aumento está afectando el costo de operación en comparación con los vehículos eléctricos.
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