Se pegó un tiro en la cabeza en el vestíbulo de una secundaria de Oklahoma, EEUU. Generó pánico entre los alumnos de que hubiera un pistolero suelto
El personal cerró la escuela y evacuó a unos 700 alumnos de octavo y noveno grado, así como a los estudiantes de una escuela primaria adyacente, informó el capitán de policía Randy Dickerson. El alumno de octavo grado fue hallado sin vida en el vestíbulo, agregó.
Algunos alumnos que huyeron del lugar comentaron que se enteraron que se trataba de un suicidio por medio de los medios informativos. Otros estudiantes que presenciaron el incidente difundieron la voz de que uno de los alumnos se había matado.
La superintendente Ann Caine declaró que no hay detectores metálicos en la escuela y anticipó que se conversará al respecto. Añadió que el muchacho había sido un buen estudiante que se llevaba bien con sus compañeros y no había indicios de que fuese objeto de bullying.
Jake Green, de 14 años, dijo que estaba entre decenas de estudiantes que se reunían para orar cada mañana y oyó el disparo desde un cuarto adyacente. "Tras el estruendo y todos se quedaron inmóviles. Nadie pronunció una sola palabra", recordó.
Un profesor gritó a los estudiantes que salieran del edificio y se dirigieran a un patio en la escuela primaria. "Todos estábamos muy asustados. No sabíamos si el chico se había disparado o si había un pistolero que había disparado. Nadie sabía nada y salimos corriendo lo más rápido posible al patio", señaló Green.
La policía dijo que no sabía cuál era el motivo del hecho y agregó que ningún otro estudiante corrió riesgo alguno.
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