Baby Shark , la popular canción infantil que ha triunfado en todo el mundo, se ha convertido en el vídeo con más visualizaciones de la historia de YouTube. La canción, que fue grabada por la compañía surcoreana Pinkfong, acumula más de 7.040 millones de reproducciones en Youtube, por lo que supera a Despacito , el hit de Luis Fonsi, que actualmente cuenta con 7.037 millones de visualizaciones.
Más de cuatro años después de su lanzamiento Baby Shark se ha alzado con la corona de YouTube. Aunque todavía no está claro quién es el autor de la canción, esta se convirtió en un fenómeno global después de que el cantante surcoreano de 10 años Hope Segoine la grabase. El vídeo va acompañado de una serie de pasos de baile. Primero se popularizó en Asia y luego dio el salto a Estados Unidos y Europa.
La canción dura solo un minuto y medio, pero su sencilla melodía hace que sea pegadiza y que invite a ser reproducida una y otra vez. De ahí que el vídeo de YouTube haya sumado tantas reproducciones. A partir del éxito de la grabación se ha creado merchandising que se vende en todo el mundo, ha habido actuaciones reales e incluso ha servido para ilustrar vídeos infantiles inspirados en la canción.
La canción es de dominio público y no es propiedad de Pinkfong, pero la empresa fue demandada en 2019 por el compositor de canciones infantiles Jonathan Wright, que había grabado una versión similar a la de Pinkfong en 2011 y argumentó que era titular de los derechos de autor de su propia versión del material. Todavía no se ha informado de ningún resultado en el caso.
El mes pasado, la canción fue el centro de otras supuestas fechorías, cuando tres trabajadores de la prisión de Oklahoma fueron acusados de tratar con crueldad a los prisioneros después de esposarles y obligarlos a escuchar a Baby Shark durante dos horas.
El fiscal de distrito David Prater dijo que la canción repetida habría causado “un estrés emocional indebido a los reclusos que probablemente ya estaban sufriendo”.
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