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¿Es bueno contar a nuestra pareja que nos atraen otras personas?

 



Hay dos ingredientes importantes que hacen que las relaciones de pareja funcionen con el paso de los años: la comunicación y la confianza. Si una de ellas tambalea, es muy probable que el sentimiento de atracción por otra persona no se comunique en nuestra relación



No existe manual para entender nuestros sentimientos, y lo cierto es que si existiera uno que aclarara los que al amor se refiere, la vida sería mucho más sencilla... Y es que nuestros ojos y mente pueden fijarse en una persona y no dejar de pensar en ella independientemente de tener pareja: en una reunión, en una fiesta o incluso en la parada del autobús podemos sentir el llamado «amor a primera vista» o atracción, y no sacarnos a esa persona de la cabeza.

Puede que nosotros sepamos gestionar esos pensamientos pero, ¿debemos hacérselos saber a nuestra pareja? Lidia Alvarado, psicóloga y experta en relaciones de amor, cuenta que, de primeras, hay que entender que tener pareja no anula nuestra capacidad de sentir atracción y, por tanto, «nos podrían atraer otras personas aunque tengamos una relación de pareja estable y extraordinaria»: «El sentimiento de atracción hacia alguien no es como un interruptor que tú conectas o desconectas cuando quieres (ahora lo pongo, ahora lo quito), simplemente lo sientes con independencia de tu voluntad. No somos dueños de ello y no podemos decidir de manera consciente si alguien nos atrae o no, ni tampoco cuándo quiero que una persona me atraiga. Se siente sin más y surge de manera natural y obedece a patrones mentales».

Ahora bien, lo importante no es sentirse atraído por otros u otras, sino lo que se hace con ese sentimiento de atracción. Cada persona es responsable de manejarlo como desea. «Puedes dejarlo ahí, sin más, sin alimentarlo ni dar una oportunidad para que crezca y se transforme en algo más que simple atracción; o puedes darle un espacio en tu vida y potenciarlo, haciéndolo más grande, convirtiéndolo así en una amenaza para la continuidad de tu relación de pareja», alerta la psicóloga Lidia Alvarado.

Cuando la atracción pasa a ser otra cosa

Si prestamos atención a ese sentimiento de atracción, fantaseando con él, imaginando situaciones en las que se materializa y, sobre todo, propiciando un acercamiento con esa persona a través de conversaciones o citas, cuenta la experta en relaciones de pareja que estaremos aumentando exponencialmente las probabilidades de que esa atracción inicial se transforme en algo muy distinto que se llama amor.

«Cuando abrimos la puerta de nuestra vida a una persona que nos atrae, le estamos dando la oportunidad de conocerlo. Si lo que vemos nos gusta, sin darnos cuenta y de manera sigilosa estamos añadiendo un ingrediente que potenciará nuestro sentimiento inicial de atracción y lo transformará en otro sentimiento más profundo», indica.

Al parecer, tal como dice Lidia Alvarado, hay una línea que separa la atracción del amor, pero es muy fina y si te la saltas entrarás en un terreno que podría poner en riesgo tu relación de pareja estable, «sobre todo cuando en tu relación ya hay problemas y las cosas no funcionan del todo bien». Es en estos casos cuando con mayor probabilidad optarás por no poner freno a la atracción que sientes.

¿Se lo cuento o no?

Hay dos ingredientes especialmente importantes que hacen que las relaciones de pareja funcionen con el paso de los años: la comunicación y la confianza. Cuando en la relación de pareja hay comunicación, ambos tendrán la absoluta certeza de que se contarán todo aquello que sea relevante para ambos. Cuando hay confianza, tendrán además la seguridad de que la otra persona siempre mirará por el bien de la relación.

«Me encantaría que todas las parejas estuvieran igual de evolucionadas para que pudieran hablar abiertamente de este tema, pero la realidad no es así», expone la psicóloga. Por tanto, la respuesta a si hay que contárselo o no a nuestra pareja dependerá del nivel de desarrollo en el que se encuentre la relación de pareja.

«En una relación sana, simétrica y equilibrada donde existen los dos ingredientes mágicos que antes he mencionado, sí se debería comunicar a nuestra pareja que nos sentimos atraídos por otra persona y se debe hacer con total naturalidad, porque ambos saben que sentirse atraído por alguien no significa que se sienta amor. Y, además, los dos tienen claro que su pareja no alimentará esa atracción ni la hará crecer», aconseja Lidia Alvarado.

En cambio, en una relación menos evolucionada contar a nuestra pareja que nos atrae otra persona puede causar problemas y generar desconfianza. «¿Qué tipo de relación es aquella en la que no existe plena confianza en tu pareja? ¿Es realmente una relación de pareja o es otra cosa? Ahí dejo esta reflexión», concluye la experta, que nos hace reflexionar y pensar cómo actuaríamos si nos viésemos en una situación parecida.








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