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Adiós a un genio de la música en el cine

La genialidad se asocia a logros sin precedentes en el ramo que la persona haya incursionado en su vida. Esto marca la excelencia de sus trabajos para las futuras generaciones.
Acaba de fallecer Ennio Morricone, un genio de la música, llevándose con él un recuerdo memorable de cada historia que nos dejó, a través de sus obras orquestales en cada una de las películas en las cuales trabajó, para el crecimiento de nuestras vidas. 
Nacido en Roma en 1928, Morricone se inició en la música estudiando trompeta, el instrumento que tocaba su padre, y esos vientos del Sur que soplaron en sus míticas producciones se hicieron muy presentes entre tubas, oboes y fliscornos, tan cerca de los escenarios donde se rodaron algunas de las escenas que le inspiraron. 
Tras más de 400 piezas que dieron vida a igual cantidad de filmes, a Morricone lo adornan dos Óscar, tres Grammy, cuatro Globos de Oro y un León de Oro honorífico, además de 27 discos de oro, siete de platino y el honor de haber trabajado con realizadores tan dispares y afamados como Bernardo Bertolucci, Giuseppe Tornatore, Oliver Stone, Terrence Malick, Quentin Tarantino, Brian de Palma o Pedro Almodóvar. 
A casi todos ellos les llenó de perfectos acordes sus espectáculos de dos horas y media. Con ellos giró por todo el mundo. Durante 2019 dijo adiós a los escenarios, y organize una extensa gira  mundial para recordar países y locaciones que inspiraron su música. No hacía falta más. «No caí en el equívoco del cine convertido en una sala de baile», reivindicaba el autor ahora fallecido, que creó su música pensando en las historias y así obró resultados evocadores. 
Por sus venas corrían los genes de Euterpe, aquella musa de la Mitología Griega descendiente de Mnemósine y Zeus. Y es que solamente escuchar esas bandas sonoras que compuso para el séptimo arte, inmediatamente nos identificamos con cada escena como si fuésemos parte integral de la historia, y nos convertía en el elemento catalizador de una supremacía espiritual de gozo y satisfacciones. 
La relación entre el director Sergio Leone y él, supuso un matrimonio con grandes químicas que el logro del llamado Spaguetti Western no puede escribirse sin el nombre de Ennio Morricone; porque su música se convirtió en un personaje indeleble de cada historia en esa década gloriosa de los años sesenta.
Por un puñado de dólares.

Mencionar el filme “Por un puñado de dólares” (1964) hizo que comenzara una trilogía de película sobre un estilo musical en el cual marcó la pauta de que algo grande estaba comenzando. Es por ello, que cuando el clímax de la popularidad le llega a través de su escritura musical del “El bueno, el malo y el feo” (1966) -donde raya la excelencia- no existe cinéfilo alguno que evoque en su memoria el recuerdo perenne de que estamos ante uno de los grandes que dejó su semilla abonada en las fértiles tierra de la abundancia. 
En el monte del Olimpo debe de encontrarse en estos momentos con algunos colegas de aquellos compositores del mundo clásico cinematográfico, tales como: Max Steiner, Henry Mancini, Franz Waxman, Luis Bacalov, John Barry, y muchos más, deleitando con su música los coros celestiales y terrenales por siempre.
Kill Bill.

Premio Princesa de Asturias 
Pocas semanas atras, se supo que Ennio Morricone y John Williams, dos de los compositores de bandas sonoras más famosos fueron galardonados con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2020. 
El acta del jurado recogió que «…las innumerables composiciones de Morricone y Williams no solo han sido un telón de fondo para acentuar atmósferas o definir personajes, sino que han traspasado la pantalla y han sabido mezclar perfectamente los fondos de la historia de la música con el sonido de su tiempo, sin olvidar su propia idiosincrasia», han indicado desde la Fundación. 
Entre mis piezas preferidas, recuerdo una banda sonora que nos trae la nostalgia de un pasado hermoso, sobre la historia de cualquiera de nosotros frente a ese cine pueblerino y de características románticas que rodea el mundo de la sala oscura. Nos referimos a “Cinema Paradisso” (1988), dirigida por Giuseppe Tornatore; por el cual invito a volver escucharla, y se darán cuenta del valor de este ilustre maestro que ha partido para la eternidad.
28 peliculas musicalizadas por Ennio Marricone:
• Por un puñado de dólares (1965). • El bueno, el feo y el malo (1966). • Erase una vez en el Oeste (1968). • El Decamerón (1971). • Sacco y Vanzetti (1972). • Los cuentos de Cartenbury (1972). • Las mil y una noches (1974). • Novecento (1976). • Dias de cielo (1978). • Érase una vez en el Oeste (1981). • Érase una vez en América (1985). • La misión (1986). • Los intocables (1986). • Cinema Paradiso (1988). • Corazón de hierro (1990). • Bugsy (1990). • Estamos todos bien (1991). • Una pura formalidad (1994). • Lolita (1997). • Malena (1998). • La leyenda del pianista del océano (1999). • Kill Bill 1 (2003) • Kill Bill 2 (2004). • La desconocida (2007). • Inglorius bastard (2009). • Baaria (2010). • La mejor oferta (2013).

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