“Si compro comida por delivery, no tengo riesgo de contraer coronavirus” y otros mitos nutricionales que trajo la pandemia

Tanto los vegetales como las frutas que encontramos en las verdulerías, se encuentran expuestos a la manipulación desde que son cosechados hasta que llegan a nuestra mesa 

Para comenzar, es fundamental reconocer que éste es un momento de la historia mundial totalmente atípico, y como tal, puede generar temor, preocupación, miedo y ansiedad. Lo primero que se debe hacer es tomar todas las medidas de prevención indicadas por las fuentes confiables, para que el accionar individual aporte la tranquilidad y seguridad que se necesita para realizar las actividades cotidianas de forma correcta y disminuir los riesgos.

“Muchas son las dudas y pocas las certezas de qué recaudos tomar para que los alimentos que consumimos no dañen nuestra salud en estos momentos de pandemia. El consumo de alimentos contaminados, ya sea por incorrecta manipulación o por falta de higiene, puede ser un vehículo para adquirir cualquier enfermedad transmitida por alimentos (ETA). Éstas pueden ser ocasionadas por causas biológicas como bacterias, hongos o virus”. La médica especialista en Nutrición Virginia Ortega (MN 137.483 – MP 231.102) destacó que “por eso resulta imprescindible aplicar todas las medidas de prevención que se tienen al alcance para que los alimentos que se llevan a la mesa sean seguros”.

Y junto con la licenciada en Nutrición Daniela Sánchez (MN 8581- MP 3819), ambas del staff de Crenyf intentaron dar por tierra con algunos mitos sobre alimentación en los tiempos que corren.

- Las verduras y frutas pueden ser un vehículo de transmisión del COVID-19. Verdadero.

“Tanto los vegetales como las frutas que encontramos en las verdulerías, se encuentran expuestos a la manipulación desde que son cosechados hasta que llegan a nuestra mesa -destacaron las especialistas-. Es por ello que resulta indispensable, antes de su consumo, el correcto lavado y desinfección de los mismos. De esta manera, logramos eliminar de su superficie todo resto de suciedad y cualquier bacteria, hongo o virus, incluso el COVID-19”.

Este proceso de sanitización es fundamental que lo realicemos siempre, más allá de la situación actual. El procedimiento correcto es el siguiente:

- Lavar los vegetales/frutas bajo chorro de agua uno por uno para retirar el polvo y la tierra.

- Una vez lavados, retirar de la bacha y dejarlos sobre la mesada limpia.

- Lavar la bacha con agua caliente y detergente.

- Colocar los vegetales/frutas nuevamente en la bacha limpia.

- Llenar la bacha con agua fría hasta cubrir los vegetales/frutas. Pueden utilizar una jarra medidora para saber la cantidad de agua que colocamos.

- Colocar por cada litro de agua, dos gotitas de lavandina usando un gotero.

- Dejar reposar los vegetales/frutas por 10 minutos.

- Retirar los vegetales y apoyar en un repasador limpio hasta que sequen.

“Es importante comprar siempre lavandina que cuente con el rótulo correspondiente. Debe indicar que sea apta para desinfección de agua y vegetales”, señaló Sánchez.

Es importante comprar siempre lavandina que cuente con el rótulo correspondiente. Debe indicar que sea apta para desinfección de agua y vegetales 

- Si compro comida por delivery, no tengo riesgo de contraer coronavirus. Falso.

“El COVID-19, al igual que otros virus, puede permanecer vivo durante varias horas en las manos de una persona y las superficies como mesadas, tablas u otros utensilios. Si el manipulador de alimentos no hubiese tomado los recaudos pertinentes durante la producción, como la desinfección de superficies o el correcto lavado de manos, podría transferir fácilmente el virus desde las manos a la comida. En resumen, comprar fuera del hogar las comidas listas para consumir no está exento de riesgos”, coincidieron las expertas.

- Si pido comida y la recaliento hasta una temperatura segura, se destruye el COVID-19. Verdadero.

“Si se elige comprar comidas listas para consumir, la recomendación es optar por preparaciones que se puedan calentar”, aconsejó la nutricionista.

“Los virus se destruyen cuando los sometemos a temperaturas elevadas. Es por ello que calentar los alimentos puede ser una excelente medida que puede aplicarse para minimizar el riesgo. Puede hacerse por medio del horno o microondas hasta que la preparación llegue a una temperatura de 80°C o cuando se observe que estos están humeantes”, agregó la médica.

Preparaciones como sándwiches, sushi o ensaladas pueden no ser opciones del todo seguras ya que no se tiene certezas de cómo fue su manipulación y tampoco pueden aplicarse medidas para minimizar el riesgo de contraer el virus.

"Si se logra mantener un estilo de vida saludable aun estando dentro de casa no tendría que aumentarse de peso" 

- Algunas vitaminas disminuyen el riesgo de infección y pueden curar la enfermedad producida por COVID-19. Falso.

“No existe hasta el momento información científica de relevancia que pueda asegurar que alguna vitamina pueda efectivamente e instantáneamente disminuir el riesgo de infección o curar el cuadro generado por el COVID-19 -remarcó Ortega-. Lo que sí es cierto, es que haber llevado un estilo de vida saludable, lo cual incluye una alimentación sana rica en frutas y verduras que nos aporten vitaminas y minerales, sin dudas nos dará la posibilidad de gozar de buena salud y tener un sistema inmune fortalecido y listo para darle batalla a ésta como a cualquier otra infección”.

- Vamos a terminar la cuarentena con 10 kilos de más cada uno. Falso.

“Es muy importante ser benévolos con nosotros mismos, estamos transitando una crisis mundial y nos vamos acomodando de la mejor manera que podemos en medio de la situación que hoy nos toca vivir. Plantearnos ideales de belleza o metas inalcanzables por estos días sólo va a contribuir a generar una mirada hostil hacia nuestro cuerpo, y probablemente genere mayor ansiedad y dificultad para adaptarse a una alimentación adecuada para estos días”, coincidieron las especialistas.

“¿Tenemos que seguir alimentándonos saludablemente? Sí, por supuesto. Eso nos va a mantener fuertes y preparados para una eventual infección. ¿Tenemos que hacer actividad física? ¡También! Busquemos las herramientas que tenemos en casa para lograr movernos y estar activos”, agregaron.

Para ellas, “si se logra mantener un estilo de vida saludable aun estando dentro de casa no tendría que aumentarse de peso e incluso hasta podría utilizarse este tiempo para organizarse, planificar y focalizarse en lograr hábitos que quizás previamente no se tenían incorporados”.

A modo de cierre, concluyeron: “Todo es cuestión de prevención y toda situación que se nos presente es también una oportunidad de aprendizaje y de cambio”.