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La bolsa vive la peor semana desde la crisis del euro del 2010


El Ibex cerró ayer su peor semana desde el rescate de Grecia, en mayo del 2010, cuando se dio oficiosamente el pistoletazo de salida a la crisis de la deuda soberana. Entonces, el selectivo español perdió un 13,8%. Ayer, el temor a la desaceleración o la recesión de la economía que ha inundado los parqué por culpa de la propagación planetaria del coronavirus llevó al Ibex a una caída semanal del 11,8% para concluir en los 8.723 puntos. Hoy, las 35 empresas del Ibex valen exactamente 60.436 millones menos que el pasado viernes 21 de febrero, según el cierre de ayer.
La corrección pudo ser peor. El cierre de Wall Street del jueves, con el mayor descenso en puntos de la historia, dejó claro desde el principio de la jornada que no habría rebote ni nada parecido. Ayer era, también, el último día en la presentación de resultados de las empresas cotizadas y la economía real no salió al rescate de la financiera... Al contrario: en su rendición de cuentas, quien más, quien menos, todos hicieron referencia a la incertidumbre, el impacto en las ventas, las peores perspectivas o hasta la ausencia de objetivos de beneficios para el año. El Ibex cayó a primera hora de la mañana hasta los 8.583 puntos, un 4,5% menos que el día anterior. Luego se recuperó un poco y acabó en los 8.723 puntos.
La ausencia total de confianza en una salida rápida a la crisis sanitaria, cuyo impacto en el crecimiento mundial oscila ya entre apenas unas décimas del PIB hasta cerca de dos puntos –según los analistas–, impide la vuelta del dinero a los activos más asociados con el riesgo. Todas las bolsas mundiales están igual, desde Shanghai a Sao Paolo, Milán, Londres, Frankfurt o Estambul. El hundimiento es global.
El tono lo marca Wall Street. El VIX, un índice utilizado para medir la volatilidad, llegó ayer hasta máximos en dos años. El Índice del Miedo, otro indicador seguido con atención, cayó ayer hasta los 9 puntos en una escala de 0 a 100, lo que significa que el sentimiento del mercado está muy cerca del pavor. Los inversores no saben lo que va a pasar y huyen, si es que pueden. Ayer, según MarketWatch, hubo numerosas quejas de los partícipes de fondos de inversión gestionados por Fidelity, Vanguard y TD Ameritrade porque no podían acceder a sus cuentas para retirar su dinero.

Desconfianza total

Los inversores huyen de la bolsa española, que pierde 60.000 millones en cinco días


Ni la perspectiva de una intervención de las autoridades monetarias aplaca los ánimos. Según CME Fed Watch, que pulsa entre los analistas y expertos las posibilidades de alzas o bajas de tipos de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos moverá ficha el próximo 18 de marzo, cuando se reúne su comité de mercado abierto. Le dan el 100% de opciones a una bajada de tipos.
La entidad que preside Jerome Powell emitió ayer un comunicado urgido por las circunstancias. “Los fundamentales de la economía de Estados Unidos continúan sólidos”, reza la nota. “Sin embargo –añade–, el coronavirus plantea riesgos en la evolución de la actividad económica. La Reserva Federal sigue de cerca los acontecimientos y sus implicaciones para las perspectivas económicas. Usaremos nuestras herramientas y actuaremos de la forma adecuada para apoyar la economía”.
El mercado tuvo una acogida positiva del comunicado y Wall Street moderó las caídas al cierre hasta el 1,4% frente a las pérdidas de un 3% en horas precedentes.
¿Servirá de algo que la Fed baje los tipos? No lo parece. El problema ahora no es, al menos por ahora, la falta de liquidez, sino la ausencia de confianza. Es posible que el abaratamiento del precio del dinero no arregle nada. Subadra Rajappa, jefa de política monetaria de Societé Generale en Estados Unidos, dijo ayer a Bloomberg que la situación que afronta la Reserva Federal es “más un colapso en la oferta que una desaceleración significativa en la economía y eso les pone en un brete: no está claro que un recorte de tipos ayude a estabilizar lo que se debe al miedo que hay ahora en el mercado”.

Sin acceso al dinero

Partícipes de grandes fondos se quejaban ayer de que no podían retirar su dinero


Los tipos de interés de la deuda americana anticipan, eso sí, esa casi segura bajada de tipos, al tiempo que cae el rendimiento de los bonos en el mercado secundario por la avalancha de compras de los inversores en búsqueda de un refugio para su dinero. El bono del Tesoro de Estados Unidos ofrece solo un 1,15% a los inversores, su mínimo histórico. Son y van a seguir siendo malos tiempos para quienes tengan la fortuna de contarse entre los ahorradores. La expansión del coronavirus lo ha emponzoñado todo. Ya hay un mercado sin compradores. Se avecinan quiebras.





Un broker de la Bolsa de Nueva York mira las cotizaciones. 

La rápida propagación del coronavirus fuera de China agudiza la preocupación en torno al crecimiento de la economía y las ganancias de las empresas en todo el mundo, lo que ha provocando que las bolsas de todo el mundo cayeran a mínimos de cuatro meses, los rendimientos de la deuda gubernamental se hundieron a niveles sin precedentes y el petróleo extendió las caídas.
Este jueves continuaron las fuertes caídas que los índices bursátiles de todo el mundo han estado experimentado a lo largo de toda la semana. El Nikkei japonés (^N225) perdió un 2,13% y en Europa todos los principales indicadores se hundieron más de un 3%.
En Wall Street, los tres principales índices (^GSPC | ^DJI | ^IXIC) se precipitaron más de un 4% en la peor sesión desde agosto de 2011. Acumulan seis sesiones consecutivas de caídas y se sitúan un 10% por debajo de los máximos intradía que habían alcanzado previamente este mes, lo que significa que han entrado en territorio de corrección.









Un hombre camina delante de una pantalla que muestra la evolución de la bolsa de Hong Kong. (AP Photo/Vincent Yu)
Un hombre camina delante de una pantalla que muestra la evolución de la bolsa de Hong Kong. 

Además de las preocupaciones crecientes vinculadas al coronavirus, los mercados enfrentan "vientos de pánico sobre los umbrales técnicos" que provocan "ventas forzadas", o sea, interveniendo de manera automática sobre la base de algoritmos, explica a la AFP, Laurent Gaetani, gerente de Degroof Petercam.
La ansiedad de los inversores aumenta en tanto la epidemia de COVID-19 se extiende por todo el mundo, y "si el coronavirus llega realmente a Estados Unidos, la caída puede acentuarse", a pesar de que el presidente Donald Trump intentó transmitir tranquilidad al respecto, advierte el especialista.
"La forma en que el mercado está bajando, está sucediendo bastante rápido, pero es muy difícil decir cuándo acabará", ha comentado Sameer Samana, estratega senior de mercado global del Instituto de Inversiones Wells Fargo.
El petróleo se está hundiendo aún más. Mientras que la otra cara de la moneda son los considerados “activos refugio”, que continuaron en auge. El yen se fortaleció a medida que los rendimientos de los bonos del gobierno estadounidense y australiano a 10 años alcanzaron nuevos mínimos históricos.
"Una respuesta de política monetaria es posible, y los mercados manejan la idea de una baja de las tasas estadounidenses" para sostener la economía, señala una nota de La Banque Postale Asset Management.

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