Ezra Maes es un soldado de 21 años, que mientras dormía dentro de un tanque en el marco de un ejercicio táctico en Polonia, vivió el peor momento de su vida: el tanque comenzó a moverse y ninguno de los frenos funcionaba.
Se despertó por el movimiento y le gritó al conductor, que le dijo que no había tenido nada que ver en el accionar del móvil. Sin que ninguno de los procedimientos de emergencia dieran resultado, el tanque chocó y Ezra salió volando, según informó el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Alamo, el conductor del tanque, se rompió su espalda por el golpe. Por su parte, el otro compañero llamado Crump se cortó la arteria femoral lo cual le produjo un gran sangrado. En cambio Ezra salió despedido del vehículo y terminó debajo del mismo con su pierna atrapada en las ruedas.
Ezra le afirmó a Fox News que sintió "que algo se desgarraba" pero supuso que era parte de su uniforme. Tiró con todas sus fuerzas para poder volver al vehículo, sin sospechar que iba a quedar sin un miembro. Al ver que no tenía su pierna y estaba perdiendo gran cantidad de sangre, Maes ingresó al tanque. se hizo un torniquete y pudo contactarse por teléfono para pedir ayuda. "Solo podía pensar en que nadie sabía que estábamos ahí abajo. O me hacía cargo o nos moríamos todos".
Los tres soldados fueron llevados al hospital y, aunque parezca mentira, Ezra asegura que es lo mejor que le pasó: "Cada vez que me despierto veo mi pierna ortopédica, me doy cuenta de lo cerca que estuve de perderlo todo".
0 Comentarios