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La ciudad de Nueva York pone más frenos a Uber, Lyft y Juno

La Comisión de Taxis y Limusinas (TLC) de Nueva York votó por unanimidad este miércoles, extender indefinidamente la congelación del ingreso de nuevos vehículos de alquiler por aplicaciones, lo cual convierte a esta ciudad en la primera del mundo, que sigue poniendo freno a los planes de expansión de gigantes tecnológicos de taxis a pedido.
Además, la TLC aprobó una regulación que limita el tiempo que los vehículos que prestan servicios a través de aplicaciones como Uber, Lyft y Juno, puedan permanecer en las calles, sin pasajeros, en las vías más congestionadas de Manhattan.
La expectativa es que con estas medidas se pueda reducir en un 25%, los nudos de congestión en Manhattan y aumentar la velocidad de viaje de todos los conductores, de acuerdo con estudios mostrados por la TLC y la Dirección de Transporte de la Ciudad (DOT).
La medida basada en argumentos técnicos, los cuales establecen  que el 40% de estos vehículos de servicios, transitan sin clientes sumando más unidades a las infernales trancas,generó reacciones agridulces en los taxistas, un sector del transporte de la Gran Manzana, que por razones diversas, viene reportando pérdidas .
En un lado de la acera de la controversia, se encuentran los sindicatos que representan a los conductores de Uber, Lift y Juno. En el otro extremo, los taxistas de los emblemáticos carros amarillos. En el centro las autoridades de la Ciudad y algunos sindicatos que aseguran que “todos los conductores ganaron”, pero en la amplia vía congestionada de esta discusión, todavía queda mucho camino por despejar.
Brendan Sexton, director ejecutivo del Independent Drivers Guild que representa a los trabajadores del volante de servicios por aplicaciones, reaccionó airadamente, asegurando que la medida “pone a miles de familias de bajos ingresos en riesgo. Los límites existentes para los vehículos  ya le está costando a los conductores de bajos salarios miles de dólares por año, y todo indica que esta propuesta en Manhattan podría devastar a miles más”.
Argumenta Sexton, que como política a largo plazo, el límite de vehículos enriquece a los propietarios de grandes flotas, aplicaciones y compañías de alquiler a expensas de miles de neoyorquinos de bajos ingresos.
“Instamos a la ciudad a enmendar la política de topes, para empoderar a los trabajadores en lugar de las corporaciones “, agregó.
Por su parte, Tina Raveneau explica que “el  nuevo límite que están imponiendo para aprobar nuevas licencias para que otros carros entren en el mercado de este servicio, impide que miles de conductores de Lyft y Uber, como yo, utilicemos nuestros propios vehículos y nos obliga a pagar miles de dólares por el  alquiler de otros autos”.
Hace un año, las autoridades de Nueva York aprobaron una resolución que limitó durante un año la emisión de nuevas licencias para transportistas manejados por las nuevas tecnologías, periodo en el que se estudiaría el impacto de este servicio en el sistema de transporte urbano y en la congestión vehicular en la Gran Manzana.
Exactamente luego de 12 meses, Nora Constance Marino, comisionada de TLC quien aprobó las nuevas medidas dijo: “No quiero ver una ciudad invadida solo por Uber y Lyft. Quiero que hagamos todo lo posible para evitar que eso suceda y que las pequeñas empresas familiares prosperen”.
En la sesión seguida por diversos sindicatos de gremios de trabajadores del volante, hubo coincidencia casi plena en el criterio de Constance, de cerrar el paso a licencias de servicio para nuevas unidades de grandes corporaciones tecnológicas, para aliviar el infierno del tráfico de la ciudad de Nueva York. 




Nora Constance Marino Comisionada de la TLC razonó que hay que “apostar a las empresas familiares del transporte”.

 “Un oxígeno” para taxistas “amarillos” 
Pero en la otra orilla de este debate, se encuentran los conductores de los taxis tradicionales, quienes celebran que las nuevas restricciones puedan significar un oxígeno para sus ganancias venidas a menos en los últimos años y que inclusive ha causado el suicidio de conductores, por no poder cubrir los costos operacionales mínimos ante lo que se consideran “una competencia desleal”.
Jorge Laporte, un portorriqueño que esperaba la decisión de la TLC y que desde el 2003 es uno de los propietarios de medallones de carros amarillos, que viene padeciendo la caída de los ingresos al igual que 22,000 taxistas , asegura que “estamos al frente de una victoria para miles de familias”.
El boricua asegura que cada día son más los pasajeros que deciden bajarse de los carros, cuando observan que el taxímetro corre y se encuentran atascados, especialmente en el Midtown de Manhattan.
“A veces estás trancado, moviéndote apenas a 4 millas por hora y los clientes se cansan de esperar y no saber cuánto van a terminar pagando. Mientras, tienes a los otros conductores de Uber vacíos dando vueltas. Creo que esta medida nos beneficia a todos, inclusive a ellos porque en realidad he sabido que por las políticas de sus compañías, es complicado que puedan ganar lo mínimo”, expresó.
Un taxista de Lift que prefirió reservar su identidad dijo a El Diario que más que un asunto de “tráfico en la ciudad, estamos al frente de muchos choques de intereses políticos y de grandes empresas. Aquí quienes perdemos somos quienes apostamos a nuestra pequeña inversión familiar”.




El taxista boricua Jorge Laporte sostiene que las restricciones a las “Apps” es una ganancia para la ciudad.

“Ganamos todos”
En una posición intermedia en esta polémica se encuentra Bhairavi Desai, Directora Ejecutiva de la Alianza de Taxistas de Nueva York (NYTWA) quien razona que “ahora podemos centrarnos en nuestra lucha por la justicia económica para los conductores en todos los sectores: Uber, Lyft, automóvil negro, taxi verde y taxistas amarillos”.
El razonamiento de Desai se fundamenta en la idea de que mientras más vehículos de servicios en las calles, las tarifas de los conductores por aplicación serán más bajas y menos razones tendrán estas compañías para detener las desactivaciones o garantizar la seguridad laboral a sus conductores.
“Para que los taxis amarillos y verdes sean parados por sus clientes, tienen que ser vistos. Ningún conductor gana bajo el modelo comercial Uber – Lyft de inundar nuestras calles con un número infinito de autos inactivos. Hoy con estas reglas, ¡todos los conductores ganaron!”, exclamó la líder gremial.
Agregó que aún con las restricciones, para que ingresen nuevos vehículos, es complicado que uno de estos conductores ganen el salario mínimo, estando en las calles el 41% del tiempo, sin pasajeros.
“Ahora podemos seguir adelante y tenemos como reto, ganar un aumento para todos los conductores, a través de una tarifa mínima en toda la industria”, concluyó.
El Alcalde Bill Di Blasio también saltó a la palestra en este debate advirtiendo que ” durante demasiado tiempo, las aplicaciones de viajes compartidos se aprovecharon de sus conductores. Su salario se desplomó y las familias lucharon por llevar comida a sus mesas. Nos pusimos de pie y dijimos no más”.
Agregó el mandatario que no permitirán que las grandes corporaciones caminen sobre los neoyorquinos trabajadores y ahoguen nuestras calles con congestión.
“Nuestros límites han resultado en un alivio para miles de familias”, expresó.

.@NYCTaxi just agreed to EXTEND our cap on for-hire vehicles.

Our caps have boosted wages for drivers and made life easier for working families — and sent a clear message to ride-sharing companies: your days of exploiting hard working New Yorkers are OVER.




En detalle propuesta de TLC
  • Las medidas de restricción de permanencia de taxistas sin pasajeros, que serían desactivados a través del control de sus propias aplicaciones tecnológicas, afectarán a los vehículos desde la calle 96 hasta todo el Bajo Manhattan.
  • Los vehículos accesibles para sillas de ruedas estarán exentos de las nuevas reglas.
  • Según los datos de la ciudad, el 41% del tiempo, los conductores que trabajan con aplicaciones navegan por debajo de la calle 96 sin ningún pasajero.
  • La propuesta de la TLC reduciría ese número al 36% en febrero de 2020.
  • En un año para agosto de 2020, el número bajaría al 31 por ciento.
Taxis en Nueva York
  • 120,000 vehículos prestan servicio de taxis en la Gran Manzana.
  • 86,000 afiliados a servicios de transporte privado pertenecen a Uber, Lyft, Via o Juno.
  • 6 taxistas de los tradicionales taxistas amarillos se suicidaron en Nueva York durante 2018 por no poder cubrir los gastos operacionales ante la caída del servicio.
  • $250,000 es el valor actual de un medallón de taxis tradicional
  • $1.4 millones llegó a ser el valor máximo antes de la irrupción de las nuevas tecnologías a pedido por teléfono.
  • 50,000 conductores manejan taxi en NY en varios turnos

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