Caster Semenya lleva una década justificando su género y denunciando ser objeto de discriminación por su apariencia.
Y lo cierto es que el fallo en su contra emitido este miércoles por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés) prolongará su lucha por unos cuantos años más.
La atleta sudafricana perdió su apelación contra la polémica regulación que la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) ha tratado de implementar desde hace un lustro para controlar los niveles de testosterona de las atletas, que en el caso de aquellas con diferencias de desarrollo sexual (DSD) suele ser alto.
La decisión del TAS de validar la normativa significa que las atletas con DSD deberán tomar medicación para controlar estos niveles y así poder competir en algunas pruebas de pista o, de lo contrario, deberán cambiar de especialidad.
Las competencias restringidas son aquellas que van desde los 400 metros planos hasta la milla, lo que incluye las pruebas de 800 metros planos que ha dominado Semenya desde que irrumpió en los mundiales de atletismo de Berlín en 2009.
En el impresionante palmarés de la atleta sudafricana aparecen dos medallas de oro olímpicas en Londres 2012 y Río 2016, tres títulos mundiales y dos victorias en los Juegos de la Mancomunidad Británica.
Según un estudio financiado por la IAAF y basado en 2.127 muestras de atletas mujeres entres los mundiales de 2011 y 2013, las participantes con niveles de testosterona más alto presentaron una mejora considerable en su rendimientoen comparación con aquellas mujeres con niveles bajos.
En el análisis, las atletas tuvieron un incremento del 2,7% en los 400 metros planos, 2,8% en los 400 metros con vallas, 1,8% en los 800 metros, 4,5% en el lanzamiento con martillo y un 2,9% en el salto con pértiga.
Pese a estos resultados, la IAAF considera que todavía necesita recolectar más evidencia para extender la normativa a las pruebas de campo, por lo que de momento limitó su implementación a las competencias de pista mencionadas.
Eso hace que las pruebas de velocidad -100 y 200 metros planos y 100 metros con vallas- y las de larga distancia como las de 5.000 y 10.000 metros queden exentas de la regulación.
El TAS determinó que las reglas para atletas con DDS eran discriminatorias, pero que la discriminación era "necesaria, razonable y proporcionada" para proteger "la integridad del deporte femenino".
Semenya, de 28 años, todavía no ha dado a conocer si se someterá a las restricciones dadas por la IAAF, cambiará de especialidad o dejará de correr.
Esta última opción tomó fuerza después del mensaje que publicó este jueves: "Soy yo y siempre lo seré. Terminé".
La Federación Sudafricana de Atletismo confía en la continuidad de una de sus mejores atletas y recordó que quedan 30 días para seguir explorando las vías legales para revertir la decisión del TAS.
0 Comentarios