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Una mujer de 61 años da a luz al bebé de su hijo gay en Estados Unidos

Cecile Eledge, de Nebraska, se convierte en madre y abuela a la vez de la pequeña Uma, a la que gestó para ayudar a su hijo y a su marido a formar una familia


Cecile Eledge, una mujer de 61 años, se ha convertido en madre y abuela a la vez al dar a luz a la pequeña Uma, a la que gestó para ayudar a su hijo Matthew y a su marido, Elliot, a cumplir su sueño de ser padres. El caso de esta familia de Nebraska (Estados Unidos) ahonda en los dilemas éticos de los llamados vientres de alquiler o gestación subrogada, a los que se añaden, en este caso, la edad de la gestante. 
El bebé es fruto de un óvulo donado por la hermana de Elliot, que fue inseminado con el esperma de Matthew, y nació el pasado lunes.
"Si queréis que sea la gestante, lo haré en un santiamén", se ofreció Cecile hace dos años, cuando uno de sus tres hijos, Matthew, le contó sus planes de formar una familia, según cuentan en Buzzfeed.news. Matthew Eledge, de 32 años, y Elliot Dougherty, de 29, llevaban años ahorrando para el proceso, que calculan que les ha costado 40.000 dólares solo en la fecundación in vitro, más los gastos médicos del embarazo y el parto.
Lo que la pareja entendió inicialmente como una broma, se convirtió en realidad cuando empezaron a reunirse con especialistas en reproducción asistida para discutir las opciones que tenían. Matthew mencionó la oferta de su madre, y la médica, Carolyn Maud Doherty, lo consideró seriamente. Pese a ser una mujer ya posmenopáusica, Cecile siempre había sido, en palabras de su hijo, una fanática de la salud. El equipo del Hospital Metodista para Mujeres de Omaha, ciudad en la que reside el matrimonio, le hizo una serie de pruebas —citología, análisis de sangre, de colesterol, de estrés, mamografía, ecografía—, que mostraron que estaba lo suficientemente sana como para pasar un embarazo.
Los médicos le advirtieron de los riesgos asociados a su edad, que incluían problemas pulmonares, coágulos de sangre y una mayor probabilidad de que el parto acabase en cesárea. Sin embargo, Cecile se quedó embarazada al primer intento de transferencia de embrión, tuvo una gestación normal, aunque con más náuseas de lo que recuerda en sus embarazos previos, y dio a luz de forma natural.





Cecile Eledge
Matthew Eledge con su madre, Cecile, y su hija Uma, en el hospital.                                   


La pareja ha querido hacer pública su historia para mostrar que una familia como la suya puede crecer incluso en el corazón del Estados Unidos más conservador. Nebraska no tiene leyes estatales que prohíban la discriminación basada en la orientación sexual o en la identidad de género. De hecho, Matthew fue despedido en 2015 de su puesto como profesor de inglés en un instituto privado católico de Omaha cuando informó de que planeaba casarse con otro hombre.
Aunque poco habitual, el caso de Cecile Eledge no es el primero en el que una mujer da a luz a su propio nieto, ni siquiera es el de más edad. En 1987, Pat Anthony, de 48 años, dio a luz a los trillizos de su hija en Sudáfrica. En 1996, Edith Jones, de 51 años, se convirtió en la primera abuela de alquiler de Reino Unido, al ayudar a su hija y su yerno a ser padres. En 2016, la griega Anastassia Ontou se convirtió, con 67 años, en la mujer de más edad conocida en gestar para otra persona, en este caso también su hija. 
Estos ejemplos altruistas se contraponen con los casos más frecuentes, en los que parejas que no pueden tener hijos recurren a mujeres para que gesten a un bebé a cambio de una contraprestación económica. En España está práctica es ilegal, por lo que cientos de parejas acuden cada año, a través de empresas intermediarias, a otros países con legislación más permisiva para llevar a cabo el proceso. El partido que más ha defendido la gestación subrogada en España es Ciudadanos. El resto de partidos se encuentran incómodos ante esta práctica.


Cecil Eledge acuna al bebéDerechos de autor de la imagenARIEL PANOWICZ / WWW.ARIELPANOWICZ.COM
Image captionLa bebé Uma Louise con sus padres, Matthew Eledge y Elliot Dougherty y su abuela, Cecil Eledge.

Con 61 años, una mujer de Nebraska, en Estados Unidos, acaba de dar a luz a su propia nieta.
¿Cómo puede ser?
Cuando la pareja gay formada por su hijo Matthew Eledge y su marido Elliot Dougherty dijeron por primera vez que querían formar una familia, Cecile Eledge se ofreció a actuar de madre subrogada.
"Por supuesto, todos se rieron", dijo Cecile a la BBC.
La bebé Uma Louise nació la semana pasada.


Matthew y Elliot en el hospitalDerechos de autor de la imagenARIEL PANOWICZ / WWW.ARIELPANOWICZ.COM
Image captionMatthew Eledge y su marido Elliot Dougherty el día que nació su hija.

Cecile tenía 59 años cuando hizo su sincera propuesta.
Sin embargo, al principio su familia consideró una especie de broma el ofrecimiento, no un camino realista de cara al futuro.
"Era algo realmente hermoso por su parte", dijo Elliot. "Es una mujer generosa".
Pero cuando Matthew y Elliot, que viven en Omaha cerca de Cecile y su esposo, comenzaron a explorar las opciones para tener un bebé, un especialista en fertilidad les dijo que ella podía ser una opción viable.


Cecile y su nieta UmaDerechos de autor de la imagenARIEL PANOWICZ / WWW.ARIELPANOWICZ.COM
Image captionCecile y su nieta Uma.

Cecile se sometió a una serie de pruebas y los resultados daban luz verde a la gestación subrogada.
"Soy muy consciente del tema de la salud", dijo. "No había ninguna razón para dudar de que pudiera tener al bebé".

Bebé biológico

Así que mientras Matthew aportó el esperma, la hermana de su marido, Lea, donó el óvulo.
Elliot, que trabaja como peluquero, dijo que aunque las parejas heterosexuales considerar la fecundación in vitro como último recurso, para ellos este método era la "única esperanza" para tener un hijo biológico.
"Siempre supimos que teníamos que ser únicos y pensar de forma diferente en este tema", añadió Matthew, maestro de una escuela pública.


La familia EledgeDerechos de autor de la imagenARIEL PANOWICZ / WWW.ARIELPANOWICZ.COM
Image captionLea (izquierda) aportó el óvulo, mientras que Matthew, a la derecha, aportó el esperma

Cecile contó que el embarazo fue normal.
Los síntomas habituales simplemente "aumentaron un poco" para ella en comparación con los embarazos de sus tres hijos.
De hecho, la señal más obvia de su edad llegó menos de una semana después de que se le implantara el embrión, cuando la pareja gay compró una prueba de embarazo en casa para ver si la implantación había tenido éxito.
"Nos dijeron que no lo hiciéramos, pero ellos no podían esperar", afirma riendo Cecile.
Miró la prueba y se sintió devastada al ver que los resultados eran negativos.


Elliot Dougherty y Matthew Eledge en el hospitalDerechos de autor de la imagenARIEL PANOWICZ / WWW.ARIELPANOWICZ.COM
Image captionElliot Dougherty y Matthew Eledge en el momento en el que conocieron a su hija Uma.

Pero cuando su hijo Matthew llegó a casa para consolarla, vio algo que ella no había visto: una segunda línea rosa en la prueba que confirmaba el embarazo.
"Fue realmente un momento feliz", dice mientras bromea con sus problemas de visión.
"No ve nada, pero podrá dar a luz ", recuerda que dijeron Matthew y Elliot.

Perjucios y discriminación

Cecile contó que la respuesta a su embarazo ha sido en general positiva, aunque hay quien se ha quedado en "shock" al conocer la noticia.
Sobre todo para sus otros dos hijos, los hermanos de Matthew.
"Cuando todos tuvieron toda la información, no recibí más que apoyo", dijo.
Sin embargo, el embarazo expuso algunos persistentes prejucios y la discriminación contra las familias LGBTde Nebraska.
Aunque el matrimonio gay ha sido legal en el estado desde la histórica decisión de la Corte Suprema en 2015, Nebraska no tiene leyes estatales que prohíban la discriminación por orientación sexual.


La bebé Uma con sus padres.Derechos de autor de la imagenARIEL PANOWICZ / WWW.ARIELPANOWICZ.COM
Image captionLa bebé Uma con sus padres.

Hasta 2017, el estado mantuvo la prohibición de que los padres de acogida pudieran ser gays o lesbianas.
Cecile intentó, sin éxito, que su compañía de seguros pagará los gastos sanitarios que se habrían cubierto si ella estuviera dando a luz a su propio hijo.
Además, dado que la ley estipula que quien da a luz es la madre del bebé, el certificado de nacimiento de Uma incluye a Matthew, pero excluye a Elliot.
"Este es solo un pequeño y pequeño ejemplo de las cosas que nos crean obstáculos", afirma Elliot.
Sabe de lo que habla porque, hace cuatro años, Matthew salió en los periódicos cuando fue despedido de su trabajo en el colegio católico Skutt Catholic High School.
Sucedió después de informar a la dirección de la escuela que él y Elliot planeaban casarse.
Su despido provocó indignación en su comunidad, lo que llevó a los padres y estudiantes a crear una petición en línea que pusiera "fin a la discriminación laboral de Matthew y su futura situación".
La petición, ahora cerrada, obtuvo 102.995 firmas.


La familia Eledge y Dougherty el día del nacimiento de Uma.Derechos de autor de la imagenARIEL PANOWICZ / WWW.ARIELPANOWICZ.COM
Image captionLa familia Eledge y Dougherty el día del nacimiento de Uma.

La familia de Cecile, que normalmente es muy celosa de su intimidad, ha querido compartir su historia para contrarrestar estos ejemplos de "odio" hacia las personas y familias LGBT, y transmitir "que siempre hay esperanza".
"Estoy aprendiendo a no tomarlo de forma personal", dijo Matthew sobre las reacciones negativas contra él y su familia.
"Al final del día, tenemos una familia, tenemos amigos, tenemos una gran comunidad que nos apoya", añadió.
Una semana después del nacimiento de Uma, Cecile y su nieta están bien.




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