Voz Editorial Noticiario 1070, Hibi Radio, 09-01-2018
Es más que alarmante que en un país, como República Dominicana, del cual se habla de tanto crecimiento económico y fortaleza en la inversión pública, las autoridades del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, revele que más de 3 mil recién nacidos murieron el pasado año a falta de atenciones especializadas.
La propia Dirección General de Epidemiología, en vez de desmentir al organismo internacional, darse en el pecho tres veces para pedir perdón al pueblo dominicano, confirma el fallecimiento exacto de 3 mil 395, para destacar que en el año 2018 fueron menos que en el año 2017, cuya cifra fue de 3 mil 136.
La situación de mortalidad en el país, es de tanta gravedad que es inocultable que el 74% de las defunciones del 2018, ocurrieron en los primeros 28 dìas del nacimiento en los hospitales públicos, que regentea el Ministerio de Salud Pública.
Vista la denuncia publicada por la UNICEF, que hoy recorre todos los países del mundo, las tantas fundaciones que en el pasado reciente fueron creadas para garantizar la existencia de cada niño nacido y que son financiadas por el gobierno, todas las calificamos de fallidas.
No solo colocamos los cañones contra esas fundaciones, también contra todos los funcionarios del Ministerio de Salud, que al parecer desde la Dirección de Epidemiología no están realizando la labor que corresponde en los sectores empobrecidos, de los cuales provienen las madres que ven desaparecer sus criaturas en solo dìas de nacido.
Si en el país se aplicara justicia, el Ministro de Salud y sus más allegados funcionarios, debieran estar en la cárcel de Najayo pagando su culpa por la muerte de 3 mil 395 niños en los hospitales públicos solo en el año 2018.
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