"¿Conoces a Luka Modric, ¿verdad? Bueno, él solía jugar a fútbol regateando minas terrestres. Como él, no tenemos miedo".
Así se manifestaba un aficionado croata durante el pasado Mundial celebrado en Rusia, poco antes de que Croacia disputara la final contra Francia.
Aunque sus palabras eran un poco "fantasiosas", según explicaba el enviado especial de la BBC Fernando Duarte, el joven aficionado ya dejaba entrever el destacado perfil de Modric.
La selección de los cuadros rojos y blancos acabaría perdiendo la gran final contra Francia, pero Modric terminó llevándose el trofeo al mejor jugador del torneo.
Y este lunes, el joven de 33 años fue un paso más allá: recibió el premio The Best de la FIFA al mejor jugador del mundo, rompiendo por primera vez en una década el duopolio Cristiano-Messi.
"Es un gran honor y un bello sentimiento estar aquí con este increíble trofeo", destacó el mediocampista del Real Madrid en la ceremonia celebrada en Londres.
"El premio no es solo mío, es también de mis compañeros del Real Madrid y Croacia, de mis entrenadores, y de toda esa gente sin la que no sería posible. También quiero dar las gracias a mi familia, sin su apoyo no sería quién soy, son mi 'The Best'", señaló el croata.
Probablemente su familia nunca se imaginó este momento de gloria hace unas tres décadas, cuando la guerra de los Balcanes truncó sus vidas.
Infancia entre bombardeos
Modric nació un 9 de septiembre de 1985 en la aldea Zaton Obrovacki, en Zadar, y con tan solo 6 años de edad tuvo que enfrentarse al horror: su abuelo fue asesinado a tiros por militantes serbios.
Bajo los bombardeos serbios que siguieron al colapso de Yugoslavia en 1991, el pequeño y su familia se convirtieron en refugiados.
Su padre se alistó y combatió por la independencia mientras Luka, su madre y su hermana pasaban de albergue en albergue y acabaron encontrando un modesto hotel donde estar protegidos.
En la tragedia que le rodeaba, Luka no se desprendía del balón y destacó desde muy pequeño con su manejo en el fútbol.
"A niños como él les advertían que no se alejaran mucho del refugio por el riesgo de llegar a una zona peligrosa", recordaba el enviado especial de la BBC al Mundial de Rusia, Fernando Duarte.
No obstante, las duras condiciones del conflicto afectaron su estado físico y fuerechazado de los grandes equipos del país por su aspecto "débil".
Volvió a los brazos de su club local, Zadar, y cuando la guerra comenzó a decaer, en 2002 fue fichado por el programa juvenil del Dinamo de Zagreb, con 16 años.
Tres años después, tras dos cesiones (al Zrinjski Mostar de Bosnia-Herzegovina y al Inter Zapresic croata), logró un contrato de 10 años en el Dinamo.
Totthenham y Real Madrid
Su juego calmado y visionario comenzó a acaparar titulares y su estilo llamó la atención del Tottenham, que consiguió llevárselo en 2012 en el que fue, por entonces, el fichaje más caro en la historia del club.
En ese periodo, Modric pasó por una etapa difícil, según recuerda la prensa inglesa, afectado por una lesión de rodilla y forzado a cambiar de posición en el campo.
Pero el jugador perseveró y tuvo un "papel central" para llevar al club de vuelta a la Champions League.
"No obstante, no fue hasta que llegó al Real Madrid (en 2012), que dejó atrás las acusaciones sobre su supuesta fragilidad física y de una vez por todas emergió como uno de los grandes jugadores de su generación", destaca la agencia inglesa Press Association.
Cuatro años después, en 2016, el jugador manifestaba su alegría en una entrevista con la BBC desde España: "Estoy viviendo mi sueño", dijo.
Un sueño en el que que sumaría tres Champions consecutivas con el club blanco, una final del Mundial con su selección y ahora el trofeo individual de la FIFA.
Pese a sus indudables éxitos profesionales, su carrera, no obstante, se ha visto recientemente empañada.
Este año, la fiscalía croata acusó a Modric de falso testimonio en el marco de una investigación en este país balcánico sobre corrupción en el fútbol, pocos meses después de que las autoridades españolas le acusaran por su parte de fraude fiscal.
Si es declarado culpable en Croacia, podría enfrentarse hasta a cinco años de cárcel.
En el caso de España, el jugador llegó a un pacto de conformidad con la fiscalía: aceptó una pena de ocho meses de prisión y multa de 1,4 millones de euros, según informó la agencia EFE.
The Best: las incongruencias, polémicas y sorpresas de los premios que consagraron a Luka Modric como el mejor jugador del fútbol
Cuando lo ganaba Lionel Messi solían levantar la voz sus detractores para resaltar las cualidades de Cristiano Ronaldo.
Cuando el premio lo recibía el portugués, los seguidores de la Pulga ponían el grito en el cielo.
Y ahora que el premio The Best al mejor jugador del mundo lo recibió el croata Luka Modric son muchos los que cuestionan el verdadero valor de un galardón individual en un deporte donde prima lo colectivo.
El fútbol no se puede dividir entre el blanco y el negro. En él aparecen un sinnúmero de matices que son los que contribuyen a mantener el deporte del balón en el centro de la polémica y el debate entre los millones de aficionados que posee alrededor del mundo.
La gala de los premios que otorga anualmente la FIFA para resaltar a los mejores jugadores, los mejores entrenadores y el mejor gol de la temporada no fue la excepción.
Incluso la elección de Modric como mejor jugador del mundo ha sido motivo de escrutinio.
Incongruencia
El futbolista croata fue quien consiguió más votos entre los capitanes de las selecciones nacionales, los entrenadores y periodistas de cada uno de los país miembros de la FIFA gracias a su contribución al subcampeonato del mundo de Croacia en Rusia 2018 y al título conquistado por el Real Madrid en la Champions League.
Con el conjunto blanco también ganó el Mundial de Clubes en diciembre.
Sin embargo, en estos dos últimos torneos la gran figura fue Ronaldo, quien a nivel individual anotó 42 goles en 42 partidos en la temporada contra los dos que marcó Modric.
El portugués también marcó cuatro goles en Rusia, aunque no pudo evitar la eliminación de su selección en los octavos de final.
No es difícil resaltar los méritos de ambos para estar entre los finalistas, pero lo que si parece incongruente es la ausencia de uno de los campeones del mundo con Francia.
Raphael Varane ganó los mismos premios que Modric y Ronaldo en el ámbito de clubes y fue una de las piezas claves en la conquista del título en Rusia.
Antoine Griezmann, por su parte, no solo obtuvo la Liga Europa y la Supercopa europea con el Atlético de Madrid, sino que fue la figura en esos dos títulos, así como en su selección, con la que anotó cuatro goles en Rusia.
También hay argumentos para mencionar a Kylian Mbappé, el primer jugador juvenil en anotar en la final de un mundial desde que lo hiciera Pelé en 1958, pero no tuvo tanto protagonismo con su club, el París Saint-Germain.
Polémica
El tercer lugar en el podio fue ocupado por el egipcio Mohamed Salah, quien tuvo una espectacular temporada con el Liverpool y con su selección nacional, a la que clasificó a un mundial por primera vez en 28 años.
Sin embargo, Salah no ganó un título con su club y tampoco pudo superar a Messi en la lucha por la "Bota de Oro" que se otorga al máximo goleador del fútbol europeo.
Tal vez sea por eso que pese a ser elegido como el tercer jugador del mundo por la FIFA su nombre no apareció en el once ideal seleccionado por el sindicato de futbolistas profesionales, FIFPro.
Algo parecido ocurrió en la portería.
Mientras el belga Thibaut Courtois fue elegido como el mejor del mundo por el organismo rector del fútbol, premio que se suma al que obtuvo en Rusia 2018, el lugar en el arco del equipo ideal de los futbolistas es ocupado por el español David de Gea, muy criticado por su actuación en el Mundial.
Lo cierto es que ninguno de los dos obtuvo un título en la temporada 2017-2018, algo que sí hicieron los tres grandes ausentes de la gala: Hugo Lloris (campeón con Francia), el costarricense Keylor Navas (campeón con el Real Madrid) y Jan Oblak (campeón con el Atlético de Madrid).
Sorpresa
El nombre de Salah volvió a estar en el centro del debate tras recibir el premio Puskas al mejor gol de la temporada superando a tantos que dieron la vuelta al mundo como fueron la definiciones de chilena de Ronaldo contra la Juventus y la de Gareth Bale en la final de Champions frente al Liverpool.
Incluso un compañero de Salah en el conjunto inglés, James Milner, bromeó con el egipcio al felicitarlo por su "séptimo mejor gol" del año.
El punto es que en los premios Puskas los que deciden el ganador son los aficionados y no la FIFA directamente, que lo único que hace es una preselección con los mejores 10 goles del año y los somete a la votación del público.
Y el que recibe el mayor número de votos es el ganador.
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