Es un paso que no debe darse a la ligera, sino con solidez, lo cual les da seguridad, pues si ante cualquier desafío sueltan la cruz serán como barco a la deriva.
Este enlace no es un simple pacto y demanda que ambos se impliquen en los deberes y propósitos para sacar adelante la digna empresa que es el matrimonio.
Ninguna pareja debe estar unida por complacer a nadie, sino por el cuidado mutuo y el vínculo del amor, por tanto practiquen el perdón, la tolerancia, y el deseo de cada día superar obstáculos.
Este acuerdo no es solo para los lindos momentos. Debe llevarnos en el infortunio, a hacer lo inefable por el bien de ambos.
Quienes así actúan sufren menos desgaste con el tiempo, no llegan al divorcio y hay posibilidad de que la relación sea duradera y placentera.
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