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Ninguna cantidad de alcohol es “segura” para el consumo, según un enorme estudio

Es bastante común encontrar personas, incluyendo médicos e investigadores, que aseguran que un poco de alcohol puede ayudarte a vivir una vida más larga y más saludable. Pero un nuevo estudio publicado en The Lancet parece destinado a destruir esa idea. Sus hallazgos no solo reafirman que el alcohol es uno de los principales asesinos a nivel mundial, sino que también demuestran que no existe una bebida alcohólica completamente segura.
Científicos del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud, un programa de investigación independiente con sede en la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos, llevaron a cabo un metanálisis enorme, parte del informe anual sobre la Carga global de enfermedades (GBD, según sis siglas en inglés) del programa.
“Uno de nuestros lemas es: tenemos que poner toda la evidencia sobre la mesa”, “Y eso es algo que realmente no se ha hecho nunca con el alcohol”.
Griswold y su equipo analizaron cerca de 600 estudios publicados en los que participaron 28 millones de personas que examinaron cómo el alcohol afecta la salud humana. También analizaron cerca de 700 fuentes de datos sobre la frecuencia con que las personas en 195 países beben regularmente, desde 1990 hasta 2016. Su principal hallazgo, según Griswold, es simple, aunque deprimente para los que disfrutan de frecuentar bares.
“Descubrimos que no existe ningún beneficio de beber para su salud”, dijo. “Y que el nivel más seguro, desde una perspectiva de salud, es no beber en lo absoluto”
Eso podría parecer algo completamente obvio, pero en realidad existe un número considerable de investigaciones que sugieran que beber de poco a moderado está asociado con algunos beneficios para la salud, principalmente en torno al corazón.
Uno de los principales problemas con esos estudios, explica Griswold, es que muchos no pudieron explicar los sesgos sutiles en quienes exactamente estaban estudiando. Dicho de otro modo, es difícil estudiar a los no bebedores en aislamiento, porque algunas personas que dicen que no beben actualmente podrían haber sido bebedores excesivos en el pasado. Y dado que a menudo dejan de tomar bebidas alcohólicas por problemas de salud, catalogarlos como no bebedores solo hace que los que sí beben actualmente luzcan más saludables en comparación. Las investigaciones que han intentado catalogar correctamente a los que solían beber alcohol, incluyendo el nuevo estudio, han encontrado mucha menos evidencia de beneficios para la salud cardíaca.
Por ejemplo, si bien encontraron un riesgo levemente menor de enfermedad cardíaca en lo que beben poco, no sucedió lo mismo con otras afecciones cardiovasculares, como los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos, la presión arterial alta y los latidos cardíacos irregulares. “Entonces, en realidad es muy diferente cuando se trata de la salud del corazón”, dijo Griswold.
Incluso si el alcohol tuviera un pequeño efecto positivo en el corazón, no se acercaría a equilibrar los montones de riesgos de salud que cualquier cantidad de consumo regular de alcohol causa en otros lugares del cuerpo, como accidentes automovilísticos y el cáncer. “Dondequiera que el alcohol toque el cuerpo es un sitio potencial para el cáncer más adelante en su vida”, señala tristemente Griswold.
El estudio pretende ser un recordatorio muy necesario de los daños del alcohol. Algunos países, como Dinamarca, han comenzado a hacer menos severas sus leyes de impuestos sobre el alcohol, un tema que suele afectar en los niveles de consumo, mientras que otros, como Estados Unidos, están analizando imponer cambios similares. Por si fuera poco, agencias de salud en todo el mundo aún les dicen a sus ciudadanos que tomar dos bebidas al día es seguro. Ese nivel de consumo de alcohol, concluyó el estudio, aumenta el riesgo de morir a temprana edad en un 7% en comparación con no beber en absoluto.
“Son cientos de miles de muertes adicionales a nivel mundial”, dijo Griswold
Según el estudio, el alcohol fue la principal causa de casi 3 millones de muertes en 2016 en todo el mundo, lo que lo convierte en el séptimo factor de riesgo de ese año. Estas muertes fueron especialmente pronunciadas en hombres, con el alcohol vinculado al 12% de todas las muertes entre hombres de entre 15 y 49 años. Otras estimaciones han encontrado que el alcohol es la tercera causa principal de muertes prevenibles en los Estados Unidos, matando a unas 88.000 personas.
Estos números podrían advertir a muchos acerca de los riesgos, y Griswold dijo que ese es el punto.
“La gente probablemente está bebiendo más de lo que cree, y está dañando nuestra salud”, dijo, refiriéndose a la investigación que muestra que somos terribles al estimar cuántas bebidas alcohólicas realmente tomamos. “Todos intentar beber un poco menos, esto salvaría vidas”.
Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y el Alcoholismo de Estados Unidos, alrededor del 86% de los estadounidenses adultos dicen que han consumido alcohol en algún momento de sus vidas, mientras que casi el 27% informa que ha bebido en exceso recientemente. [The Lancet]

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