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Los dopados de República Dominicana forman un trabuco

SANTO DOMINGO. Después de Alex Rodríguez y su doble nacionalidad el estadounidense con ribetes de All Star entre los 69 peloteros suspendidos en los 13 años del programa de dopaje de las Grandes Ligas es Ryan Braun, el venezolano de más alcurnia Francisco Cervelli (sin ninguna asistencia a Juego de Estrellas), mientras que el único puertorriqueño es el relevista JC Romero. De los tres cubanos es Rafael Palmeiro, que mordió el anzuelo en la época embrionaria del sistema.
A Dominicana, con la mitad de las suspensiones, solo le faltaba un receptor para completar al menos una alineación premium y Welington Castillo (líder en aciertos cazando robadores en 2017 con un 49%) se encargó de completarla.
Sería un dolor de cabeza agradable para un dirigente entregar al árbitro del home plate en sus picos de carreras una alineación con: Starling Marte (CF), Robinson Canó (2B), Manny Ramírez (BD), A-Rod (SS), Nelson Cruz (RF), Miguel Tejada (1B), Melky Cabrera (LF), Jhonny Peralta (3B) y Castillo (C). El lanzador abridor sería Bartolo Colón, con Guillermo Mota, David Paulino, Juan Salas, Jenrry Mejía y Carlos Almánzar en el relevo derecho, Antonio Bastardo y Félix Heredia zurdos y Alex Colomé para cerrar.
El dirigente tendría muchas opciones para sustituir en la banca. En los jardines puede colocar a José Guillén, Jorge Bonifacio y Abraham Almonte, mientras que en el infield estarían Neifi Pérez, Pablo Ozuna y Jorge Polanco, además de Ronny Paulino en la receptoría. Para un segundo partido abrirían Ervin Santana, Edinson Vólquez o Jordan Norberto.
Con la salida por media temporada de Canó el proyecto millonario que los Marineros han ido construyendo para regresar a la postemporada por vez primera desde 2001 se vio seriamente comprometido.
Los Medias Blancas contrataron a Castillo por dos años y US$14,7 millones para formar con su veteranía una envidiable promoción de lanzadores que requieren de un máscara con su experiencia.
La hormona EPO que se encontró en la sangre de Castillo fue la misma que enterró el mito del ciclista Lance Armstrong, la velocista Marion Jones y la fondista Jemima Sumgong, campeona del maratón en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
De los 108 dominicanos que han jugado esta temporada solo siete ya estaban cuando en 2005 comenzó la MLB a castigar por el uso de sustancias controladas. Son Colón, Adrian Beltré, José Bautista, Santiago Casilla, Albert Pujols, José Reyes y Fernando Rodney. Solo Colón ha fallado.
De los 25 que debutaron en 2005 solo quedan Cabrera, Canó, Cruz, Edwin Encarnación, Francisco Liriano y Hanley Ramírez. Es decir, que 101 del total que ha visto acción este año llegó bajo el nuevo sistema.
“He decepcionado a muchas personas, incluida mi familia, mis compañeros de equipo, la organización de los Medias Blancas y sus fanáticos, y desde mi corazón, me disculpo”, dijo Castillo en un comunicado.
NPerez@diariolibre.com
Para mayor resistencia
Al utilizar la EPO la persona aumenta el hematocrito en sangre, lo que supone un mayor aporte de oxígeno a a los músculos y con ello una mayor resistencia aeróbica y un mejor rendimiento deportivo. Con ella se mantiene a menor frecuencia el ritmo cardíaco y el deportista tarda más en cansarse. El de Castillo es el primer caso de EPO que se conoce en las Grandes Ligas, pero en el ciclismo ha causado estragos.

El astro dominicano Robinson Canó fue suspendido 80 juegos por quebrantar el reglamento antidopaje del béisbol de las Grandes Ligas.
Las mayores anunciaron la suspensión del segunda base de los Marineros de Seattle el martes, una impactante noticia que deja fuera al baluarte de la ofensiva de un equipo con ambiciones de clasificarse a la postemporada en la Liga Americana.
Canó dio positivo por furosemide, un diurético. En un comunicado divulgado por medio del sindicato de peloteros, Canó señaló que recibió la sustancia en su país natal y que no sabía que estaba prohibida.
“Me la dio un doctor con licencia en la República Dominicana para curar una dolencia médica”, dijo Canó. “No me di cuenta en ese momento que me dieron un medicamento que estaba prohibido, obviamente ahora deseo haber sido más cuidadoso”.
Se trata de la primera sanción que recibe Canó en una carrera que tenía todo el potencial para llegar el Salón de la Fama.
El dominicano se perfilaba como uno de los pocos jugadores en actividad con posibilidades de alcanzar los 3,000 hits en su carrera,además de ser un brillante jugador defensivo.
“Durante más de 15 años, haber tenido la oportunidad de jugar al béisbol profesional ha sido el mayor honor y privilegio de mi vida”, dijo Canó en el comunicado. “Nunca haría nada para engañar las reglas del deporte que amo, y después de someterme a numerosas exámenes de drogas durante más de una década, nunca he dado positivo por una sustancia para mejorar el rendimiento por la simple razón de que nunca he tomado una”.
El positivo de Canó se dio en un control realizado durante el receso de invierno, informó a The Associated Press una persona al tanto del proceso. La persona pidió no ser identificado debido a que el reglamento especifica que esos detalles deben ser confidenciales.
Dado que la sustancia es un diurético, el siguiente paso correspondió a Thomas Martin, el administrador del programa antidopaje que fue contratado por MLB y el sindicato, para determinar si el uso de furosemide fue un intento de “reemplazar, diluir, esconder o adulterar una muestra o de alguna manera alterar un control”, según el reglamento.
Luego que Martin llegó a una conclusión, el sindicato presentó un recurso el mes pasado. El caso debió ventilarse el martes en Seattle ante el juez de arbitraje Mark Irvings, pero el sindicato informó a MLB el viernes pasado que Canó quería desistir de su recurso, indicó la persona. El vicepresidente de MLB, Patrick Houlian, y el representante legal del sindicato, Matt Nussbaum, pasaron a negociar un acuerdo sobre la sanción a aplicar.
“Esta fue la decisión más difícil que he tomado en mi vida, pero finalmente la decisión correcta dado que no discuto haber recibido la sustancia”, dijo Canó. “Me disculpo con mi familia, mis amigos, fanáticos, mis compañeros de equipo y la organización de los Marineros. Estoy muy agradecido por el apoyo que he recibido durante este proceso”.
Canó ha sido elegido ocho veces el Juego de Estrellas, llevándose el premio al Jugador Más Valioso de esa exhibición el año pasado. También fue líder de la selección de República Dominicana que conquistó el título del Clásico Mundial de Béisbol en 2003. Pero ahora deberá lidiar con el estigma de una suspensión.
"Robinson cometió un error. Nos explicó lo ocurrido, aceptó el castigo y se ha disculpado con los fanáticos, la organización y sus compañeros. Apoyaremos a Robinson para superar esta desafío”, dijeron los Marineros en un comunicado.
El pelotero dominicano Robinson Canó dio positivo a la sustancia prohibida por las Grandes Ligas denominada furosemida, que es un diurético que se utiliza sola y en combinación con otros medicamentos para tratar la hipertensión arterial. Por el positivo, que Canó admitió, perderá 80 partidos, la mitad de la temporada.
Funciona provocando la eliminación por el riñón, a través de la orina, del agua y de sal innecesarias en el cuerpo. Pero también se utiliza para camuflar el consumo de otras sustancias.
Tal como dijo Robinson Canó, la furosemida no es una sustancia que mejore el rendimiento atlético. Pero está en la lista de diuréticos que se usan para encubrir los usos de otras sustancias. Su prohibición está indicado entre los medicamentos que tienen esa función dentro del Programa Conjunto de prevención y tratamiento del uso de drogas del Béisbol de las Grandes Ligas.
Llama la atención que, pese a que Canó admite el consumo de sustancias, dice en el comunicado varias incongruencias. “Que no es una Sustancia Mejoradora de Rendimiento. Furosemide se usa para curar diversas afecciones médicas en los Estados Unidos y la República Dominicana. Esta sustancia me la dio un doctor con licencia en la República Dominicana para curar una dolencia médica”, señala Canó en el comunicado, sin embargo no sostiene para qué la usó en particular, pues la hipertensión arterial es una enfermedad común en el país o la retención de líquidos.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU., la La furosemida se utiliza para tratar el edema (la retención de líquidos; exceso de líquido retenido en los tejidos corporales) causado por varios problemas médicos, incluyendo el corazón, el riñón y enfermedades del hígado. La furosemida pertenece a una clase de medicamentos que se llaman diuréticos (’píldoras de agua’).
También se prescribe para tratar la hipertensión arterial es una condición común y cuando no se trata, puede causar daños en el cerebro, el corazón, los vasos sanguíneos, los riñones y otras partes del cuerpo. El daño a estos órganos puede causar enfermedades del corazón, un infarto, insuficiencia cardíaca, apoplejía, insuficiencia renal, pérdida de la visión y otros problemas. Además de tomar medicamentos, hacer cambios de estilo de vida también le ayudará a controlar su presión arterial. Estos cambios incluyen comer una dieta que sea baja en grasa y sal, mantener un peso saludable, hacer ejercicio al menos 30 minutos casi todos los días, no fumar y consumir alcohol con moderación.
La furosemida también está prohibida en la lista de la Agencia Antidopaje Mundial (WADA) por sus siglas en inglés.
Cuando en 2013 estalló el caso Biogenesis, con saldo de 14 peloteros suspendidos por el uso de hormonas de crecimiento humano, Robinson Canó salió ileso, si bien fue investigado porque la vocero de su fundación, Sonia Cruz, era cliente de la clandestina clínica de rejuvenecimiento de Florida que encubría uno de los mayores esquemas de dopaje.
Un lustro después, el intermedista recibió el ponche más grande de su carrera de 14 años, uno que no hará mella a su fortuna de casi US$300 millones, pero que embarra por completo la impecable hoja exigida por un Salón de la Fama para el que hasta ayer era serio candidato.
Independientemente de lo que haga con el madero en lo adelante, Canó ha ingresado al cementerio moral de las jeringas, uno del que hasta a los que no fallaron en el laboratorio les ha resultado imposible resucitar.
A Barry Bonds no le han bastado sus 762 jonrones (líder de todos los tiempos), a Roger Clemens sus 354 victorias, 7 Cy Young y 4672 ponches. A Gary Sheffield sus 509 cuadrangulares, ni a Sammy Sosa sus 609. La simple sospecha los tiene afuera de Cooperstown.
Horas después de que el rumor de la suspensión por 80 partidos inundara las redes sociales, en un comunicado a través del sindicato de peloteros, Canó confesó que en su orina se encontró furosemide, alega haberla recibido de un médico en la República Dominicana para “curar una dolencia”.
La sustancia
Wikipedia define el furosemide como “un diurético de asa utilizado en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva, hipertensión y edema”. Y en el primer párrafo aclara, “junto con otros muchos diuréticos, la Furosemide está incluida dentro de la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje, debido a que puede enmascarar la presencia de otras sustancias en el organismo”.
Canó alega que no se dio cuenta en ese momento que le dieron un medicamento que estaba prohibido, pero en la página 18 del acuerdo laboral, en la posición 31 se enumera este producto entre los no autorizados.
El ex boxeador dominicano Joan Guzmán (2011), el también púgil mexicano Julio César Chávez hijo (2009), el ex futbolista portugués Deco (2013) y la gimnasta rusa Irina Tchachina (2002) figuran entre los atletas suspendidos por el uso de esta sustancia.
La doctora Josefina Cordero, especialista en antidopaje, explicó a DL que para béisbol ese diurético no tiene sentido y no ve justificación alguna a su uso más allá de “enmascarar” otras sustancias.
“No lo ayuda para nada, al contrario. Me ha extrañado mucho. ¿Qué buscaba él con eso? La única explicación que encuentro es que estaba ocultando algo”, dijo Cordero, que indicó que el diurético se vende en el país sin recetas y está disponible hasta en las farmacias de la Botica Popular.
Legado y costo
A sus 35 años, Canó es quinto entre los activos en hits (2417) y con contrato garantizado hasta 2023 con los Marineros es el tercer jugador con más probabilidades de llegar a los 3,000 de según la fórmula Favorite Toy, desarrollada por Bill James, con un 40%.
Es un ocho veces miembro del Juego de Estrellas, ganador de dos Guante de Oro y dueño del quinto contrato más grande en la historia de las Grandes Ligas, US$240 millones.
La suspensión le costará casi US$12 millones y propina un duro golpe en las aspiraciones de Seattle de regresar a plaoyffs por vez primera desde 2001. No podrá reportarse hasta el 15 de agosto.
“Estamos desilusionados al enterarnos hoy (ayer) que Robinson ha violado las reglas del Programa Conjunto de Prevención y Tratamiento de drogas de MLB. Nuestra organización apoya el Programa por completo”, escribió el equipo en las redes. “Robinson cometió un error. Él nos ha explicado lo que sucedió, aceptó el castigo y ha pedido disculpas a los aficionados, a la organización y a sus compañeros de equipo. Apoyaremos a Robinson mientras trabaje en este desafío”.
RD, a la cabeza
Con Canó ya son 36 las suspensiones a peloteros dominicanos en la MLB desde que el programa entró en vigencia en 2005. Son 31 los jugadores, tres de ellos castigados en dos ocasiones (Neifi Pérez, Guillermo Mota y Manny Ramírez) y uno tres veces (Jenrry Mejía). Los quisqueyanos representan el 48% de los casos positivos, delante de Estados Unidos (13%) y Venezuela (11%). Es una lista que incluye figuras como Alex Rodríguez, Bartolo Colón, Ervin Santana, Nelson Cruz y Starling Marte.

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