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Nicolás Maduro pronostica "graves dificultades" en su segundo mandato


El recién reelecto presidente venezolano, Nicolás Maduro, tomó juramento para su segundo mandato y adelantó que el escenario que prevé para este nuevo periodo de gobierno estará marcado por las dificultades del cerco económico producto de las sanciones económicas de EE.UU.

Maduro visitó la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, donde tomó juramento, y a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para exigir "lealtad" y "máxima eficiencia" para lograr la recuperación económica del país, que se agravó, sobre todo, durante su primer mandato.

Para el inicio de su nuevo Gobierno, Maduro marcó seis líneas de acción, la primera de ellas sobre la "reconciliación" que tiene que ver con el diálogo con sus opositores, y las medidas de beneficio para los opositores en prisión.

Le siguen también líneas para la recuperación de la economía, "ética ciudadana", el "fortalecimiento de logros" de los planes sociales, la defensa de la nación caribeña en el plano internacional, y finalmente la profundización del socialismo.

Maduro auguró que el periodo que viene estará afectado por las sanciones de la Casa Blanca, que ponen cuesta arriba para la nación la financiación de deuda, y la inversión.

El también jefe del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) juró "promover la unión nacional, el encuentro y la reconciliación del pueblo de Venezuela" y ser "leal al legado histórico" del Libertador Simón Bolívar y del comandante Hugo Chávez, su padre político.

Sin embargo, "no puedo aquí engañar a nadie, (las sanciones) nos van a crear graves dificultades, dolorosas dificultades que vamos a enfrentar paulatinamente y las vamos a superar y las vamos a derrotar", dijo el gobernante ante la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC).




Elecciones en Venezuela: Nicolás Maduro gana las presidenciales según el Consejo Nacional Electoral y Henri Falcón cuestiona el resultado


CARACAS. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue reelegido este domingo hasta 2025, en unos cuestionados comicios desconocidos por la oposición y buena parte de la comunidad internacional.
Maduro obtuvo 5.823.728 (67,7%) sufragios de un total de 8.603.936 votos, contra 1.820.552 (21,2%) del exchavista Henri Falcón. El principal rival del mandatario anunció que desconoce el proceso electoral y pidió que se repitan las elecciones.
La elección, que tuvo una participación de 46% con 92% de actas contadas -la más baja en la historia del país-, estuvo marcada por denuncias de “chantaje” por parte de Falcón y el candidato del tercer lugar, el pastor evangélico Javier Bertucci.
“Volvimos a ganar, volvimos a triunfar, somos la fuerza de la historia convertida en victoria popular permanente”, aseguró Maduro, quien dijo haber ganado por “nocáut” a Falcón con un “récord histórico” de porcentaje de votos.
En algunos sectores de Caracas, bastión opositor, se escucharon cacelorazos en protesta.
Falcón y Bertucci denunciaron que Maduro coaccionó a los electores con los “puntos rojos”, carpas donde el partido socialista registró a los votantes a través de un carné necesario para recibir ayuda social.
“No reconocemos este proceso electoral como válido, como cierto, para nosotros no hubo elecciones. Hay que hacer nuevas elecciones en Venezuela”, dijo Falcón, quien propuso como fechas octubre o diciembre próximos.
“Ya estaba cocinado”
El disidente del chavismo y militar retirado de 56 años, Falcón se lanzó a contravía del llamado a boicot de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que promovió la abstención por considerar la elección una “farsa” para perpetuar a Maduro.
El Frente Amplio, que agrupa activistas de la MUD y organizaciones sociales, había pedido a Falcón y a Bertucci “desconocer” un resultado que ya estaba “cocinado”.
Como parte de las irregularidades denunciados por los opositores, los centros electorales permanecieron abiertos hasta dos horas después del cierre formal de la votación para ejecutar un “acarreo de votos”.
Con una oposición dividida y sus principales líderes inhabilitados o presos, y con un vasto poder institucional con los militares al frente, Maduro tenía según analistas obtendría de seguro su segundo mandato, que comenzará en enero de 2019 pues los comicios fueron adelantados.
“La economía no sirve”
El país sufre una de las peores crisis de su historia, con una severa escasez de alimentos y medicinas, y un altísimo costo de vida. Cientos de miles emigraron en los últimos cuatro años.
Venezuela está en ruinas: El FMI estima la caída del PIB en 15% y la hiperinflación en 13.800% para 2018. El país y la petrolera PDVSA están en default parcial desde 2017 y la producción de crudo cayó al peor nivel en 30 años.
“La economía que tenemos hoy no nos sirve porque fue infectada de neoliberalismo”, dijo este domingo Maduro, exchofer de bus y sindicalista de 55 años en el poder desde 2013, prometiendo cambios para traer “prosperidad”.
El mandatario se beneficia de los leales al fallecido Hugo Chávez (1999-2013) y de la dependencia de sectores populares de programas sociales y clientelistas. Muchos viven de la caja de alimentos subsidiados que vende el gobierno.
Maduro culpa de la debacle a esa “guerra de la derecha” aliada con Washington, pero sus adversarios le atribuyen un desastroso manejo de la economía.
En varios países, migrantes venezolanos realizaron pequeñas protestas contra los comicios. En el Vaticano, el papa Francisco oró para que Venezuela encuentre “el camino de la paz y la unidad”.
“No cambia nada” -
Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea (UE) y una docena de países latinoamericanos sostienen que la elección no es justa ni transparente y acusan a Maduro de socavar la democracia.
Chile desconoció este domingo los resultados y acusó a Maduro de instaurar una “dictadura”.
El presidente aseguró que le “resbala” que le digan “dictador” y advirtió que hará “respetar aquí y en el mundo (...) la voluntad del pueblo”, y exigió cesar la “feroz campaña” internacional en su contra.
Casi todo el círculo del gobernante está sancionado por la UE y Washington, que recién sumó al número dos del chavismo, Diosdado Cabello, a su lista de 70 autoridades venezolanas sancionadas -incluido Maduro-.
“La farsa de las elecciones no cambia nada”, aseveró este domingo el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
Estados Unidos, al que Venezuela vende un tercio de su producción de crudo, prohibió a sus ciudadanos negociar deuda venezolana y amenaza con un embargo petrolero.
“Donald Trump está decidido a aumentar la presión”, cree el internacionalista Mariano de Alba.
Pero Maduro confía en que esos gobiernos finalmente lo reconocerán, así como en el apoyo de China y Rusia y de la, hasta ahora incondicional, cúpula militar.
“La crisis es tan severa que puede provocar o una fricción dentro de la alianza cívico-militar gobernante o una ruptura social de mayor escala”, advirtió Crisis Group.

El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) anunció este domingo la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales, en las que una parte de la oposición no participó.
Según el ente electoral, con más del 90% de los sufragios contabilizados, Maduro ganó con 5.823.728 votos (67,7%) en una jornada que registró una baja participación del 46,01% que se convirtió también en protagonista.
En segundo lugar figuró el candidato opositor y exgobernador Henri Falcón, con 1.820.552 votos (21,2%).
El tercer candidato y pastor evangélico Javier Bertucci obtuvo 925.042 votos.
Falcón declaró antes del anuncio de los resultados oficiales que no reconoce el proceso y que "hay que hacer nuevas elecciones en Venezuela".
La rectora del CNE Tibisay Lucena dijo, sin embargo, que los resultados electorales "deben respetarse".
Los comicios tuvieron lugar en medio de la peor crisis económica que atraviesa el país en su historia reciente.
La oposición tradicional llamó al boicot del proceso al argumentar condiciones injustas por la inhabilitación de sus principales líderes y partidos y las dudas sobre el CNE, al que acusa de partidista.








votantesDerechos de autor de la imagen
Image captionLa jornada contó con un 46,01% de participación, de acuerdo al CNE.

El presidente Nicolás Maduro, quien fue elegido en 2013 tras la muerte del comandante Hugo Chávez, gobernará por un periodo de seis años más (2019-2025).

"Cuánto me han subestimado"

En su discurso de victoria, Maduro dijo: "Volvimos a ganar, volvimos a triunfar".
"Somos la fuerza de la historia convertida en victoria popular, victoria popular permanente", añadió.
Tras una ronda de aplausos de sus seguidores en el centro de Caracas, el mandatario expresó: "Cuánto me han subestimado..."
En su discurso, Maduro destacó que ya no hay previstas más elecciones en Venezuela hasta 2020 por lo que se dedicará a atacar los problemas económicos del país, aseguró.
También dijo que convocaría a los candidatos que compitieron contra él en los comicios y a los líderes opositores que promovieron la abstención a un diálogo para hacer frente a la crisis que vive el país.








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La abstención también gana en Venezuela: el análisis del corresponsal de BBC Mundo, Daniel García Marco

A mitad de la tarde, dentro del chavismo se daba por seguro el triunfo, pero se mostraban preocupados por una baja participación de entre el 50% y el 55%.
Al final fue menos, un 46,01%, según los primeros datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), una cifra muy baja para unas elecciones presidenciales.








Tibisay Lucena.Derechos de autor de la imagen
Image captionEl Consejo Nacional Electoral ubicó la participación en 46,01%.

El promedio de participación en las tres últimas elecciones presidenciales (2006, 2012 y 2013) fue de más del 79%, según los datos de Eugenio Martínez, periodista experto en procesos electorales.
Esa participación del 46,01% sería alta en otros países de la región, pero es escasa en Venezuela, donde este tipo de comicios presidenciales -sin segunda vuelta- atraen gran interés del censo.
El desencanto y la falta de confianza en Venezuela se reflejaron también este domingo en las elecciones presidenciales, celebradas en medio de la peor crisis de la historia reciente.
Nicolás Maduro fue reelegido, pero la abstención también triunfó.
La baja participación es un éxito para aquella parte de la oposición que llamó al boicot por considerar que no se daban las condiciones para un proceso justo, reforzado por las denuncias este mismo domingo del candidato Henri Falcón, el segundo más votado.
Pero la baja participación muestra que no sólo los opositores, sino también los simpatizantes de Maduro se abstuvieron.








Entrada de un centro de votación en Caracas.Derechos de autor de la imagen
Image captionMuchos centros de votación en los que tradicionalmente había grandes filas de electores registraron poca asistencia de votantes.

El resultado fue un golpe para la intención expresada por Maduro en campaña de alcanzar los diez millones de votos, una cifra que nunca pudo conseguir el carismático Chávez en momentos de bonanza económica.
En la elección del 30 de julio de la Asamblea Nacional Constituyente, el oficialismo, que competía sin rivales, superó los ocho millones de votos, según el CNE.
En 2013, Maduro se impuso a Henrique Capriles con más de siete millones de votos.
La abstención reforzará la idea de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y más de una decena de países de América Latina de no reconocer los resultados y de ampliar posiblemente las sanciones.
Queda por ver qué hará la oposición con esos datos en el futuro. Antes y durante la campaña se ha mostrado nuevamente dividida y sin líder, papel que en parte podría querer asumir ahora Falcón, cuyo discurso de denuncia vuelve a coincidir con el de los abstencionistas.








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Desconocimiento opositor

Henri Falcón, considerado como el principal rival de Maduro en estos comicios, denunció que el gobierno venezolano habilitó "puntos rojos" en las inmediaciones de los centros electorales con el fin de "comprar votos".








Henri Falcón.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionHenri Falcón dijo que las elecciones se tienen que repetir.

En dichos quioscos, dijo Falcón, el Estado "había ofrecido pagos y bonos sorpresa" en lo que denunció como una "violación al acuerdo de garantías suscrito y a la Constitución".

Reacciones

Más de una decena de países amenazó con no reconocer los resultados electorales del domingo y con aplicar más sanciones contra el Ejecutivo de Maduro.
Los gobiernos de Panamá y Chile estuvieron entre los primeros en pronunciarse tras el anuncio del CNE para desconocer la validez de los comicios.
Este lunes el autodenominado Grupo de Lima, compuesto por 14 países americanos, anunció que no reconocerá los resultados electorales.
En un comunicado conjunto, acordaron reducir el nivel de sus relaciones diplomáticas el país, así como llamar a consulta a sus embajadores en Caracas.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, por su parte, aseguró que su país estudiará las "medidas oportunas" en el marco de la Unión Europea después de un escrutinio que, afirmó, no respetó "las normas democráticas mínimas".
El gobierno del boliviano Evo Morales, en cambio, felicitó al presidente Madurotras su reelección: "El pueblo venezolano soberano ha triunfado nuevamente", escribió en Twitter.
El gobierno de El Salvador también saludó el triunfo de Nicolás Maduro.
"El Salvador felicita a Venezuela y reconoce el resultado de las elecciones presidenciales", señaló el ejecutivo del presidente Salvador Sánchez Cerén en un comunicado.
Desde Cuba, el presidente Miguel Díaz-Canel, envío una carta a Nicolás Maduro para "felicitarle" por su "contundente victoria".
Por su parte, China, uno de los principales socios comerciales de Caracas, aseguró a través de un vocero del Ministerio de Exteriores que el gobierno y el pueblo venezolano pueden manejar sus propios asuntos y que todo el mundo debería respetar la elección del pueblo de Venezuela.
Horas antes del anuncio del CNE, el gobierno de Estados Unidos había advertido de que no admitiría el resultado y el secretario de Estado de ese país, Mike Pompeo, había calificado la elección como "fraudulenta".

Deterioro económico

El presidente Maduro prometió en su discurso de victoria que en los siguientes seis años de gobierno se dedicará "al saneamiento de la economía" y a la "persecución de las mafias criminales".








Venezolanos cruzando a Colombia por Cúcuta.Derechos de autor de la imagen
Image captionVenezuela ha visto un éxodo incrementado de sus ciudadanos desde el año 2014.

En el primer periodo presidencial de Maduro se gestó una aguda crisis económica que ocasionó desabastecimiento de medicinas y alimentos y desató la inflación más alta del mundo.
El mandatario señala como responsable del deterioro económico a una "guerra económica" encabezada por potencias como Estados Unidos.
La oposición lo acusa de la mala gestión por la corrupción y el mal manejo económico.
Durante su gobierno, además, la Unión Europea, Estados Unidos y otros países han impuesto sanciones principalmente económicas contra funcionarios, como el propio Maduro, y la petrolera estatal PDVSA, casi única fuente de ingresos del país.

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