El vehículo pasó exactamente 11 minutos en el área de reparaciones. Si te parece poco tiempo para que cambien la transmisión es porque no lo hicieron. Sin embargo, Sheikhan asegura que sí que le cobraron esa supuesta reparación (700 dólares de los que parte eran en concepto de 90 minutos de mano de obra).
Después de esos 11 minutos de revisión, el técnico y un compañero suyo salen del taller a bordo del automóvil y... se van a comprar helados a un centro comercial cercano. Por el camino, el técnico reconoce que ni siquiera ha leído el informe de la reparación.
Al entrar de vuelta al concesionario, el técnico lo hace demasiado rápido y deja una marca en una de las llantas. Después lavan el coche (por fuera) y le dan unas cuantas vueltas más alrededor del concesionario.
Cuando Sheikhan recogió el coche se dio cuenta de que los reposavasos estaban abiertos y uno de ellos tenía manchas de helado. El responsable del concesionario dijo que eso era culpa suya, pero que le haría el favor de llamar a alguien para que lo limpiara. [vía Daniel Sheikhan]
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