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El peligro del viento al volante: 270 accidentes anuales

Al salir de un túnel o de una zona protegida, al cruzarse con otros vehículos o al adelantar a camiones...

El viento puede sorprender al conductor y desviar el coche de su trayectoria, con el consiguiente peligro.

Y es que este fenómeno suele aparecer por sorpresa y desestabilizar el coche.

Lo peor es cuando sopla racheado o cuando aparece y desaparece por la presencia de obstáculos o vehículos pesados.

A este elemento se atribuyen el 5% de los accidentes con mal tiempo y, lo que es más concreto, provocan 270 accidentes anuales. Así lo indican desde la Dirección General de Trafico.
La DGT detalla que los riesgos son múltiples. Cuando sopla por la izquierda, al cruzarse con otro vehículo el empuje se interrumpe instantáneamente, por lo que el coche tiende a desplazarse primero hacia el lado desde el que sopla y, bruscamente, hacia la derecha. Si por lo contrario, sopla desde la derecha y adelanta a un vehículo voluminoso, el coche será «aspirado» por el vehículo grande; pero al finalizar la maniobra, reaparece el viento dificultando la reincorporación al carril.

Cómo actuar

Anticiparse. Es importante fijarse en la vegetación y el arbolado, en las mangas de viento o si se observa polvo o materiales arrastrados. Así se apreciará de dónde sopla el viento y su intensidad. También es necesario reducir la velocidad y circular en una marcha inferior para tener mayor capacidad de respuesta del motor. Por último, es imprescindible no hacer movimientos bruscos con el volante que pueden originar bandazos: sujétalo con firmeza con ambas manos y ofrece con él la suficiente resistencia.



Tres momentos «clave»

-Túneles y zonas resguardadas: al salir de un túnel o de una zona resguardada del viento (un terraplén o un gran edificio) el golpe del viento puede pillarte desprevenido y empujarte fuera de la trayectoria.
-Al adelantar a vehículos voluminosos, primero el viento queda bloqueado y parece como si fuera «aspirado» hacia el vehículo voluminoso; después, el viento «reaparece» y te empuja fuera de la trayectoria.
-Los puentes y viaductos están desprotegidos frente al viento, sea continuo o a ráfagas. Por tanto, hay que extremar la precaución.


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