El fundador de la cadena de muebles Ikea, el sueco Ingvar Kamprad, murió a los 91 años, según informó la compañía.
Kamprad murió "en paz" en su casa en Smaland, señaló el comunicado.
La empresa dijo que Kamprad fue "uno de los más grandes emprendedores del siglo XX".
Durante su carrera, el fundador de Ikea enfrentó cuestionamientos sobre sus vínculos pasados con los Nazis, los cuales calificó como "el error más grande" de su vida.
Su participación la atribuyó a "estupidez" juvenil.
"Trabajó hasta el final de su vida, siendo leal a su propio lema: la mayoría de las casas están por hacerse", agregó la compañía.
En 2013, Kamprad decidió apartarse del directorio de Ikea.
La inversión del adolescente
El multimillonario nació en 1926 en Smaland y fundó Ikea cuando tenía 17 años.
Había utilizado un dinero que su padre le había dado como regalo por sus buenas calificaciones en la escuela, pese a ser disléxico.
"Ingvar Kamprad fue un gran emprendedor del tipo típico del sur de Suecia: muy trabajador y testaduro, con mucha calidez y un brillo juguetón en sus ojos", escribió la compañía al dar a conocer su fallecimiento.
Los diseños realizados por su compañía se volvieron muy populares en parte por su simplicidad y su bajo costo.
El experto en diseño de muebles Jeff Banks indicó que las creaciones de Kamorad cambiaron radicalmente cómo se hacen y diseñan los productos del hogar.
"La gente ha intentado reproducir y copiar eso, pero no han sido exitosos", dijo.
Ikea en cuatro datos:
- La compañía empezó en 1943 y en la actualidad tiene 389 tiendas en todo el mundo.
- El nombre procede de las iniciales de su fundador (IK), unidas con las iniciales del nombre de la granja en la que creció: Elmtaryd (E) y el pueblo cercano: Agunnaryd (A)
- Las ventas minoristas de la empresa totalizaron US$43.000 millones en 2016.
- Sus muebles planos se convirtieron en íconos de la industria, no sólo porque sus precios eran accesibles sino por sus prácticas instrucciones con imágenes y dibujos para armarlos.
Un estilo de vida
Kamprad era famoso por su devoción a la vida frugal.
Quienes lo conocían contaban que conducía un Volvo antiguo y que viajaba en clase económica.
En una entrevista de 2016 con el canal de televisión sueco TV4, el empresario dijo que estaba "en la naturaleza de Smaland ser ahorrativo".
"Si me miras ahora, no creo que esté usando nada que no haya sido comprado en un mercado de pulgas", dijo.
"Llevamos Smaland en la sangre y sabemos lo que es una corona (moneda oficial de Suecia), incluso aunque su valor no sea tan grande como el que tenía cuando comparábamos dulces e íbamos a la primaria", dijo.
En una entrevista en las década de los ochenta, Kamprad dijo que había "muchas razones" por las cuales sentía afecto por las tiendas minoristas de muebles.
"Son precursoras en lo que respecta a la distribución, especialmente porque los supermercados se han visto obligados a racionalizar mucho", dijo.
La estantería que se convirtió en un ícono de la economía
"Hay productos que cambian una industria: el Windows de Microsoft revolucionó el mercado del software en 1985 y la introducción del iPhone en 2007 transformó radicalmente nuestro concepto del teléfono", escribieron Tim Harford y Ben Crighton, en su serie de la BBC: 50 cosas que hicieron la economía moderna.
"En la industria de los muebles - que mueve cerca de US$455 mil millones año-, uno de esos productos es la estantería Billy, de la empresa sueca IKEA, que patentó para siempre la idea de vender cajas planas con las partes desarmadas y listas para ser ensambladas por el cliente".
"Y las cifras parecen confirmar que se trató de un concepto exitoso: el producto base, una estantería de madera con seis repisas para poner desde libros hasta antigüedades, ha vendido hasta ahora unos 60 millones de unidades alrededor del mundo", señalaron.
"Fue diseñada en una servilleta por Gilles Lundgren hace 37 años y ahora se calcula que hay una estantería Billy por cada 100 personas en el planeta", indicaron Harford y Crighton.
Un nombre de "automontaje"
La muerte de Kamprad provocó numerosas reacciones en redes sociales, la mayoría a modo de reconocimiento a su labor aunque también en forma de críticas.
Muchos de los mensajes publicados coinciden al reconocer la unión inevitable que gran parte del planeta hace de Suecia con la firma de muebles.
"Ingvar Kamprad ha muerto. Él puso a Suecia al más alto nivel en el mapa mundial. Un gran emprendedor que ayudó a acercar Suecia al mundo. Mis pensamientos están con su familia", escribió la ministra de Exteriores sueca, Margot Wallström.
Muchos usuarios destacaron su papel a la hora de potenciar la venta de artículos de fácil montaje para el comprador. El corresponsal de ITV News, Angus Walker, señaló que incluso el nombre de su famosa compañía fue creado también con "automontaje".
"No mucha gente sabe que Ingvar Kamprad llamó a su compañía IKEA por sus iniciales y las de la granja y la aldea donde vivió: Ingvar Kamprad Elmtaryd Agunnaryd. Incluso el nombre necesitaba automontaje".
Entre los homenajes, sin embargo, algunos destacaron cuestiones como sus vínculos con grupos de filosofía nazi en el pasado -que Kamprad reconoció y que calificó como "el mayor error" de su vida fruto de la "estupidez" de la juventud- o sus estrategias fiscales.
"Respeto a Ingvar Kamprad por establecer un modelo de negocio único con Ikea y definir el diseño interior de la casa durante medio siglo. No por su pasado nazi, el uso de trabajo forzado en la Alemania Oriental comunista y la evasión de impuestos a través de Holanda", escribió un usuario.
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