Hay personas que por alguna razón les apasiona destruir coches haciendo cosas que jamás deberían, como llenar el tanque de gasolina con Coca–Cola, o usarlo sin aceite de motor para ver qué pasa. Peor aún es cuando se trata de un superauto de cientos de miles de dólares que queda arruinado por un simple descuido.
Richard Hammond es uno de los presentadores del programa de coches The Grand Tour de Amazon (y antes del mítico Top Gear). A Hammond suelen ocurrirle cosas curiosas y peligrosas al probar sus coches, como cuando casi se mata al estrellarse conduciendo un Rimac Concept One de 1 millón de dólares. Pero a veces, por culpa de su descuido, también puede arruinar coches de la forma más estúpida posible.
Esta vez el presentador conducía un flamante McLaren 720S para el programa de TV y estaba a punto de quedarse sin combustible. Dado que la estación de gasolina más cercana se encontraba a mucha distancia, según contó en el episodio, decidió llenar su tanque usando un bidón que llevaba uno de los coches que lo acompañaban.
El bidón, lamentablemente, no estaba lleno de gasolina.
Para Hammond los bidones siempre deberían estar llenos de gasolina y no de otra cosa, a menos que indique claramente lo contrario (en su caso particular como conductor por profesión, tiene algo de razón). Por este motivo no verificó el contenido y llenó el tanque de agua.
Lo que ocurrió fue casi lo mismo que a aquel coche que llenaron su tanque con Coca–Cola. El coche siguió andando hasta que, pocos metros después, se detuvo por completo haciendo un ruido extraño.
Es posible que el McLaren 720S pueda repararse, dado que el coche que llenaron con Coca–Cola necesitó del reemplazo y limpieza de algunas piezas. No obstante, en el caso del McLaren no va a ser nada barato. En cuanto a Hammond, sus compañeros presentadores lo premiaron con un trofeo acorde. [vía The Grand Tour]
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