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Cuándo el brazo de Popeye deja de ser símbolo de fuerza y se convierte en algo indeseable

Si se acuerdan de Popeye el marino, seguramente hay tres cosas que le vienen a la mente: la pipa, su amor por las espinacas y los tremendos brazos que le salían cuando se las tomaba.
El brazo musculado de este dibujo animado que entretuvo a muchas generaciones con sus aventuras para rescatar a Olivia de su ultra enemigo Brutus derivó incluso en un término médico: el "signo Popeye".
Lejos de ser un súper poder que nos otorga una fuerza extraordinaria se trata de lo contrario: una deformación que nos resta potencia muscular.



Hombre disfrazado de Popeye.Derechos de autor de la imagen
Image captionIrónicamente, tener un brazo como el de Popeye en la vida real hace que tengas menos fuerza.

Según el diccionario médico Tabers, es un abultamiento del cuerpo del músculo bíceps braquial que resulta de la ruptura del tendón.
En otras palabras, se trata de un desgarramiento parcial o completo de uno de los tendones que une el bíceps con el hombro y el codo. Se manifiesta de forma visible en la región anterior del brazo.
A simple vista, parece como si se estuviera intentando flexionar el músculo bíceps de forma exagerada.
Laura Velasco Matarranz, fisioterapeuta especializada en lesiones deportivas y biomecánica además de investigadora para una entidad asociada a la Universidad Autónoma de Madrid habló con BBC Mundo para explicar el caso.
"El signo de Popeye se produce en las rótulas del bíceps. Se rompe y, como el vientre muscular es grande y potente, el músculo se retrae y por eso visiblemente se aprecia un abultamiento".



Gráfico de la ruptura de un tendón.Derechos de autor de la imagen
Image captionAquí se observa la ruptura de un tendón en el extremo proximal, más común en la gente joven.

La experta apuntó que también se producen bultos de este tipo cuando hay una rotura muscular en cualquier otro músculo como, por ejemplo, en el gemelo pero solo en el brazo se le llama Popeye, en referencia al característico dibujo animado.
Al producirse una rotura, el músculo se debilita así que pese a llamarse signo de Popeye no otorga ninguna potencia muscular superior.

Un caso en Japón

Eso fue lo que le ocurrió a un hombre de 79 años de Japón que hace unos meses acudió al hospital al sentir dolor y ver un extraño bulto en la parte superior de su brazo izquierdo.
El caso lo dio a conocer el New England Journal of Medicine. El doctor Yoshihiko Tsuchida, del hospital de Kanawa (una provincia cercana a Tokio) supo de qué se trataba sólo al ver el caso, relata la publicación.



Hombre joven levantando pesas.Derechos de autor de la imagen
Image captionLa rotura del tendón entre pacientes jóvenes puede deberse a un sobresfuerzo.

Cuenta el doctor que la deformación era obvia y se volvía más pronunciada con la flexión del brazo así que cuando realizó la resonancia magnética confirmó sus sospechas: rotura completa de la cabeza del tendón del bíceps.
La revista médica apunta a que no siempre que se produce una rotura del tendón aparece el signo Popeye.

Tratamiento

La ruptura del tendón del bíceps suele producirse frecuentemente en pacientes mayores por el desgaste que se produce en la articulación del hombro, en los músculos, los ligamentos y los tendones señala el Centro para la Biotecnología de la Información de Estados Unidos (NCBI, por su sigla en inglés).
La fisioterapeuta española puntualizó que el signo Popeye puede producirse de dos formas distinta según el tipo de paciente.
"Si la rotura del músculo se produce en la parte proximal (en el hombro) suele ser en gente mayor por desgaste. Si se produce en la parte distal (en el codo) suele ser en personas jóvenes por coger un peso elevado o hacer un esfuerzo de contracción violento".



Brazo vendado de hombreDerechos de autor de la imagen
Image captionLa fisioterapia puede ayudar a recuperar la rotura, pero a veces es necesaria la intervención quirúrgica.

Sobre síntomas, los pacientes suelen indicar que tienen tienen dolor y hematoma e inflamación, además de incapacidad funcional, relató la especialista. Normalmente no hace falta tratamiento quirúrgico.
"Si es en una persona mayor, con fisioterapia se consigue una buena funcionalidad y generalmente no se opera, pero si es un paciente joven con rotura provocada por un traumatismo suele recibir intervención quirúrgica".
Este paciente en concreto, detalló el doctor Tsuchida, fue tratado con remedios antinflamatorios sin esteroides y cuatro meses después su dolor se redujo y no tuvo repercusiones en su vida diaria.

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