El Mercedes SLR Stirling Moss nació como reinterpretación moderna y espectacular de las “flechas de plata”, un icono de competición con el que la marca acumuló victorias hasta los años cincuenta. Se trata de un exclusivo deportivo que tiene como base el SLR Mclaren y que adopta el nombre de toda una institución del automovilismo, el piloto Stirling Moss.
En junio de 2009 se inició su producción, coincidiendo con el fin de la vida comercial del Mercedes-Benz SLR McLaren. Se fabricaron solo 75 unidades, con un precio de 750.000€, impuestos no incluidos. Pero en tan solo 7 años, este deportivo se ha convertido en uno de los coches más caros del mundo. Una de las 75 unidades se ha puesto a la venta recientemente en un concesionario suizo. Tiene 4,800 km recorridos y su precio alcanza los 2,59 millones de euros.
Este automóvil de fantasía está movido por un motor V8 sobrealimentado, que entrega 650 CV de potencia y 820 Nm de par motor. A pesar de que sus prestaciones son espectaculares (de 0 a 100 en 3,5 segundos y 350 km/h de velocidad punta), lo que realmente hace especial al SLR Stirling Moss es su filosofía, su exclusividad y su diseño vanguardista.
Uno de los aspectos más característicos de este modelo es que carece de capota, techo y parabrisas. La fibra de carbono está presente en infinidad de rincones y su exclusividad es tal, que cuando se comercializó solo tuvieron acceso a comprarlo los propietarios del anterior Mercedes SLR McLaren.
Este deportivo cuenta con algo sorprendente, un “aerofreno” que se despliega formando un ángulo de 65 grados cuando el conductor acciona el freno con fuerza y está circulando por encima de los 12 km/h. Es un guiño más al mítico 300 SLR, la “flecha de planta” de los años 50 que se convirtió en el primer vehículo en emplear una solución de este tipo al margen de la aviación.
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