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Medina convoca una reunión para solucionar los daños de María


El presidente dominicano, Danilo Medina, convocó para este lunes una reunión con el propósito de buscar soluciones a la situación creada por las lluvias y las inundaciones que provocó el huracán María.

El ciclón pasó el jueves por la costa este y noreste de República Dominicana, donde decenas de localidades siguen incomunicadas.

Medina anunció la reunión durante una visita este domingo a zonas afectadas en el noroeste y nordeste del país, sobre todo las comunidades de Palo Verde, Castañuelas y Guayubín, en la provincia de Montecristi; y Arenoso y Contreras, en el Bajo Yuna.

En el encuentro del lunes, que se celebrará en el Palacio Nacional, sede de la Presidencia, "se afinarán los detalles para (buscar) solución", señaló el Ejecutivo en un comunicado, en el que precisó que han sido convocados a él autoridades y líderes comunitarios de las localidades visitadas este domingo por el mandatario.

"Tendremos una reunión con los funcionarios para buscar una solución definitiva", dijo el jefe de Estado.

Durante su recorrido, Medina recibió explicaciones sobre el estado de las plantaciones bananeras y arroceras en la localidad de Palo Verde, severamente afectada por las inundaciones.

El gobernante, quien ya visitó el viernes otras zonas perjudicadas por los efectos del huracan en el este y noreste, prometió hoy la asistencia del Plan Social de la Presidencia, así como de los Comedores Económicos del Estado y del Ministerio de Obras Públicas.

Un informe del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) indicó el domingo que 46 comunidades están incomunicadas tras el desbordamiento de ríos, arroyos y cañadas y el deslizamiento de tierra, cuatro días después del paso de María, que causó daños a 14 puentes, cinco carreteras y 58 acueductos.

Mientras tanto, 11.459 personas se encuentran en casas de familiares o amigos y 756 en albergues oficiales, después de que el fenómeno destruyera 163 viviendas, afectara 766 y anegara 4.316.

A causa del huracán, 942.185 personas no tienen agua potable, mientras que miles continúan sin el servicio eléctrico.

La Fuerza Aérea Dominicana sigue rescatando personas en situación de peligro en zonas inundadas.

El ciclón, que mantiene 23 provincias dominicanas en alerta, entre ellas Montecristi (noroeste) y Duarte (noreste) en roja (máxima), dejó un muerto en el norte del país a causa del derrumbe del techo de una vivienda y otro en el este tras intentar cruzar una cañada desbordada, según fuentes de la Defensa Civil.

Pero el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) no incluye en sus estadísticas ambas muertes, por tratarse de episodios indirectos, ya que las dos localidades donde ocurrieron los hechos estaban en alerta y las víctimas no tomaron las medidas preventivas recomendadas, explicó el director del organismo, Juan Manuel Méndez.


En San Francisco de Macorís, aún son incalculables los daños que generó el fenómeno una vez que causó el desbordamiento del Río Jaya y que inundó todas las viviendas ubicadas cercas del arroyo, en los sectores Ugamba, 24 de Abril y Barrio Azul.

Una muestra de ellos son los habitantes del barrio Ugamba, quienes entre lamentos y preocupación, empezaron a sacar todos los enseres llenos de lodos de las humildes casas donde residen. 

Colchones, lavadoras, muebles, mesas, entre otros objetos, eran retirados por los moradores de esa comunidad, que expresaban que, el Río Jaya no se desbordaba de esa manera luego de 38 años, tras el paso del huracán David. 

Es de resaltar, que en el sector Ugamba se encuentran las autoridades correspondientes, entre ellos el gobernador, Juan Antigua, quien expresó que está evaluando los daños que produjo la tormenta en ese lugar y en zonas vulnerables de San Francisco de Macorís, para así dar ayuda a todos los afectados.



Por: Francomacorisanos.com 



Así Quedó El Barrio Azul Luego del Paso del Huracán María 
El Barrio Azul de San Francisco de Macorís fue otros de los afectados del huracán Maria, luego de una creciente histórica que tuvo el Rio Jaya de esta ciudad.

Las decenas de familias que residen en esta área, perdieron todos sus ajuares, la gran 
mayoría se los llevó el río y los demás, pues los ladrones.





Río Jaya destruyó todo en SFM

EN SECTORES DE SAN FRANCISCO DE MACORÍS PERDIERON TODO, HASTA LOS ÚLTILES ESCOLARES

San Francisco de Macorís
Una niña de 13 años cargaba un cachorro en sus hombros a orillas del río Jaya. A su vez, miraba descalza como el mismo acuífero había destruido más de ocho casas de madera y zinc, incluyendo la suya.
Río Jaya destruyó todos sus sueños
Esa es la situación de decenas de personas que sufrieron daños materiales en diversos sectores de San Francisco de Macorís por el paso del huracán María.
Su padre, Manuel Vásquez, no usaba protección ni en sus pies, ni en su pecho, a pesar de los trozos de zinc y vidrio combinados con lodazal que había frente a su hogar y que estaba pisando.
El hombre dijo que con los 33 años que tiene de vida nunca había visto que el río entrará a su casa. Relató  mientras sacaba agua, lodo y objetos de su casa, que al momento de la penetración de las aguas, estaba durmiendo y su hija lo despertó para avisarle pero ya era tarde. En pocos minutos sintió que el agua le daba por el cuello. “Yo estaba acostado porque dormí tarde la noche del miércoles esperando las lluvias. Cuando mi hija me levantó a las 11:40 de la mañana el río estaba en el patio y a las 12 en punto ya se había llevado todo”, expresó Vásquez quien vive con dos hijos, una hermana y su esposa.
Aseguró que perdieron todo, hasta los uniformes y útiles escolares, porque no duró ni veinte minutos para subir el río.  Era la realidad. Dentro barrían las aguas marrones, y aún había evidencias de la destrucción.
Su casa tuvo más suerte que la de otros, de algunas solo quedaba el zinc hundido en el lodo,  camas destrozadas y uno que otro objeto del hogar. “Lo que hicimos fue agarrar a los niños y lo poco que nos quedaba y correr”, añadió.
Al lado de la casa de Vásquez, en el barrio Santa Ana, viven sus dos padres, lugar dónde él creció. Al igual que en el caso de Manuel, también su vivienda quedó arruinada.
Según cuenta sus padres están enfermos y teme que con el daño provocado por las lluvias puedan empeorar.
Albergue Santa Ana
Desde el pasado jueves a las 7:00 de la mañana la escuela Santa Ana ha albergado a unas 160 personas.
Los refugiados en la tarde del jueves tuvieron que subir a la segunda planta del centro educativo porque la primera se hundió. Muchos de los refugiados tienen un futuro incierto. Iris Santos, es una de ellas. Contó que vive a orillas del río Jaya, pero este le llevó su casa. Solo le quedó la ropa que tenía puesta. En otras catástrofes ella y sus vecinos salían ilesos,pero esta vez no fue así. “Me siento en el aire, quedamos en el suelo hasta que Dios quiera”, dijo la mujer que vive junto a siete personas en su humilde vivienda.
Manifiestó que en más de veinte años residiendo en Santa Ana nunca el río había entrado. “Nos tomó de sorpresa, la suerte fue que estábamos despiertos, porque si no nos hubiéramos ahogado”.
Mientras caía la tarde de este viernes, a más de 24 horas del desastre y sin ninguna gota de agua cayendo, los moradores estaban sacando escombros y lodo de sus casas. Mientras que otros en medio de la catástrofe sacaron botellas de ron y hookahs para entretenerse.
José Martín Herrera de Jesús, vive solo, antes residía con sus hijos pero los mandó a Santo Domingo.
De Jesús la mañana del jueves estaba trabajando, pero salió un momento de sus labores para llevarle comida a su perro, según describió como su única compañía, pero cuando vio que el río se había desbordado corrió a su casa pero el canino la abandonó.
“Yo vine a traer la comida de mi perro y cuando vi el río desbordado, fui a buscar mi perro y no encontré a mi perro, me desespere y me puse a llorar porque es lo único que me queda”, afirmó el señor mientras recogía sus pertenencias.
Evaluación de daños:
El presidente Danilo Medina visitó al medio día de ayer el barrio Azul y Santa Ana, en donde evaluó los daños causados por el huracán María. Allí decenas de curiosos salieron de sus casas y negocios para ver en persona al mandatario.
Algunos le pidieron la reparación de sus hogares.
En el barrio Azul también llegó el río a pesar de estar a varios metros de distancia.

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