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El poder de Gary Sánchez lo lleva a círculos selectos

SANTO DOMINGO. No toma mucho encontrar el nombre de Gary Sánchez entre los jugadores que llegaron a 50 jonrones en la menor cantidad de partidos. Solo Rudy York, que necesitó 153 choques en la época del béisbol segregado (1937 y 1938), lo logró en menos juegos que los 161 del receptor dominicano, la misma cantidad que Mark McGwire.
De ahí que la comparación con cualquier otro slugger a la altura de los compromisos que ha disputado Sánchez no tiene razón de ser, si bien ya a los 24 años suyos Alex Rodríguez facturaba 189 vuelacercas, Albert Pujols 160 y Manny Ramírez 82.
De su treintena de batazos este año, Sánchez tiene 24 como receptor, a tres del récord para criollos en un curso en poder de Wilín Rosario (27 en 2012). Uno de ellos alcanzó los 482 pies en el Comerica Park de Detroit, el 22 de agosto, el cuarto de mayor distancia esta zafra en toda la MLB.
Es un poder que, a pesar de ser la primera campaña de 30 bambinazos de Sánchez desde que es profesional en 2010, no sorprende a Jaime Ramos, el entrenador que lo reclutó en 2007 cuando tenía 14 años al verlo jugar en un partido en su natal La Victoria.
“Con 15 años, lo llevé a un try-out a la academia de Tampa Bay (en Guerra) y lo pusieron a jugar con los muchachos que estaban firmados, de 18 años para arriba. Dio tres jonrones de hombre, como lo hacía contra lanzadores de su edad”, dijo Ramos a DL, por teléfono desde San Cristóbal, donde opera uno de los programas de desarrollo más exitosos de la última década.
La fama de la poca habitual combinación de poder con el madero y el brazo en un receptor que reunía Sánchez se regó de inmediato en una etapa en la que no se disponía de la data en juegos reales que los equipos almacenan hoy y comenzó la puja por su fichaje. Solo el descomunal talento, acompañado de una cobertura mediática sin precedentes, de Miguel Ángel Jean Sanó lo eclipsaba y terminó pactando por US$200 mil más que él.
Ramos comenzó a pedir US$4 millones, los Yanquis ofrecían US$2,6 millones y los Angelinos presionaban con fuerza hasta que después de cuatro reuniones en un encuentro en el parque Temístocles Metz, entre Ramos, su representante Brian Mejía y Mark Newman, VP de los Mulos, cerraron en US$3 millones el bono, que se firmó el dos de julio de 2009.
“En ese tiempo los equipos no eran abiertos a hacer tantas apuestas millonarias, pero el talento de Sánchez estaba por encima. Hoy valdría US$6 millones firmarlo, creo que puede dar más de 40 jonrones, veremos si termina como receptor o primera base”, dijo Ramos, que destaca la disciplina que siempre tuvo el hombre que lleva el número 24 de los 27 veces campeones mundiales.
Cuando Sánchez fichó en 2009 solo 19 jugadores criollos habían recibido bonos de siete dígitos. El fin de semana, Ronny Rojas se convirtió en el número 100 a los Yanquis reclutarlo por US$1 millón.

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