Se trata del pueblo de Nipton, en el estado de California, el cual consta de casi 500.000 metros cuadrados de territorio y, hasta ahora, estaba completamente abandonado.
Entre los edificios que incluye el pueblo se encuentra una escuela, un pequeño hotel, una tienda de variedades y poco más. El pueblo tenía meses a la venta.
Un paraíso para fumones, ya sea por razones médicas o recreativas. Como Ámsterdam, pero con solo uno de sus tantos placeres y atractivo turísticos.
Se desconoce si habrá alguna cadena de restaurantes de hamburguesas y tiendas de golosinas en la zona, pero podemos esperar que así sea.
Gwyther asegura que “la revolución del cannabis que está sucediendo en los Estados Unidos tiene el poder como para revitalizar muchas comunidades y pueblos de la misma forma que el oro lo hizo durante el siglo XIX”.
El pueblo se encuentra en plena frontera entre los estados de California y Nevada y fue fundado a inicios del siglo XX. Actualmente tiene una población de 20 habitantes, quienes quizás no sepan que pronto su pueblo estará lleno de cannabis en todas las presentaciones: desde fumable hasta comestible en forma de chocolatina.
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