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El asesino que se delató mientras la televisión le preguntaban por la víctima

Esta es la historia de un cúmulo de casualidades que ayudaron a resolver un asesinato que había llegado a un callejón sin salida. 
Un relato escalofriantedonde unos policías con pocas ganas de trabajar iban a resultar, sin quererlo, fundamentales para desenmascarar al asesino.
El vídeo que vemos a continuación fue grabado la última noche con vida de Lauren Giddings, posiblemente mientras ella dormía, aunque no podemos apreciarlo con claridad.


El asesinato







Giddings. Facebook

La misma noche del vídeo, a las 4:30 de la mañana del domingo 26 de junio del 2011, un tipo enmascarado con guantes usó una llave maestra para deslizarse por el apartamento de Giddings mientras ella dormía. El hombre había investigado métodos de sigilo días antes.
Después de entrar en el apartamento de la joven, se sentó junto a ella y la observó mientras dormía. De repente, se oyeron unos pasos, el tipo se quedó petrificado, sentado junto a la cama de la joven con la máscara sin saber muy bien qué hacer.
El ruido despertó a Lauren. Al abrir los ojos observó a aquel tipo, pero en vez de gritar o alterarse, le dijo de manera muy calmada que por favor se fuera de allí, que no le hiciera daño. El extraño saltó sobre la cama de Giddings y la agarró fuertemente de la garganta. Según explicó después el asesino:
Caímos de la cama al suelo y en la lucha por alejarse de mí, ella movió sus piernas y su cuerpo bajo su cama, impidiéndole alejarse o defenderse. Mientras forcejeamos ella me pudo quitar la máscara y me reconoció.




Una vez muerta, el asesino la arrastró al baño y dejó el cuerpo en la bañera. Luego regresó a su casa y pasó el resto de la noche frente al ordenador. Al día siguiente por la noche, el tipo regresó al apartamento de Giddings y la desmembró con una sierra de metal. Según le contó al tribunal:
Le quité las extremidades y la cabeza, las envolví en varias bolsas de basura negras, por separado, y las tiré en el basurero de la escuela de abogacía de Mercer.
El tipo también se deshizo de la máscara, los guantes y la camisa que había utilizado para cometer el crimen. Sin embargo, para deshacerse del torso de Giddings utilizó la propia basura del complejo de apartamentos, lo hizo poco antes de que se hiciera de día el 28 de junio, dos días antes de que fuera encontrado. Según el asesino:
En ningún momento hubo violación. Ella llevaba los pantalones cortos rosados ​​cuando murió y yo nunca se los quité. Se encontraron con su torso tal como yo lo había dejado.

Buscando al asesino







Paco, lugar donde se cometió el crimen. Wikimedia Commons

Los días siguientes al asesinato, al hombre le costó conciliar el sueño. Apenas dormía y se pasó horas frente a la pantalla del ordenador. La mayoría del pueblo se había volcado en la búsqueda de la joven.
Un grupo de amigos y compañeros de clase la buscaron y pusieron carteles por todo el pueblo. Entre ellos Stephen McDaniel, un compañero de clase que vivía muy cerca de la joven y que creía que Giddings seguía viva. El 29 de junio McDaniel y el resto de compañeros se habían pateado la ciudad y sus alrededores sin encontrar ninguna pista.
Al día siguiente, un par de detectives con pocas ganas de trabajar se acercaron hasta el complejo para investigar. Era día de trabajo y en la zona no había aparcamiento. Los hombres decidieron aparcar frente al contenedor de basura de los complejos donde vivía Giddings. Ellos no lo sabían, pero acababan de dar el primer paso para resolver el caso.




Los detectives no encontraron ninguna pista, sin embargo, en el tiempo que estuvieron en la casa, había pasado el camión de basura y no pudo recoger los contenedores porque el coche estaba obstaculizando la zona. El camión siguió de largo, y unas horas después la policía encontraba el torso de la muchacha en el interior de los contenedores.
Por la tarde los medios ya se habían hecho eco de la noticia. Sin embargo, algunos de los amigos de Giddings seguían buscándola sin saber su desgraciado final. Uno de ellos era Stephen McDaniel, quién fue entrevistado por un medio local. En la entrevista podemos ver cómo expresaba su preocupación por la seguridad de su vecina… hasta que le dicen que han encontrado partes de su cuerpo (a partir del minuto 01:11):
En aquel momento nadie lo sabía, pero la televisión estaba mostrando en directo cómo un asesino se daba cuenta de que iba a ser descubierto. Él mismo se delató con su actuación, pálido y sentándose del mareo que le estaba dando. El tipo finalmente acabó confesando el crimen días más tarde. Stephen McDaniel cumple actualmente cadena perpetua por su crimen. 

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