El doctor Waldo Ariel Suero, haciendo uso del traje que viste como presidente del Colegio Médico Dominicano, hizo saber que los retrasos en la reconstrucción de los hospitales del país, están originando que pacientes y médicos contraigan infecciones por las precarias condiciones en que se brindan los servicios de salud.
El propio profesional de la medicina dijo textualmente estar “jarto de decir eso”, sin ni siquiera motivar una respuesta de la Ministra de Salud, doctora Altagracia Guzmán o de cualquier otro funcionario de esa cartera.
Si miramos la condición del hospital San Vicente de Paúl, con las tantas y tantas reparaciones de las cuales ha sido objeto en los últimos años, nos motiva acoger en todas sus partes la afirmación del doctor Suero y poner en tela de juicio cuáles han de ser los funcionarios que resultan gananciosos con esos trabajos, que nunca llegan a concluirse en cada gobierno.
El Procurador General de la República y la Procuradora Especial de Persecución de la Corrupción Administrativa, alguna vez tendrán que poner sus ojos en ese festival de reconstrucción de los hospitales, en el cual de tiempo en tiempo se gastan miles de millones de pesos, sacados de las costillas de quienes honran el pago de los impuestos al Estado.
Estamos posiblemente ante un red de funcionarios y empresarios, que de alguna manera manejan esos proyectos de reparación de esos centros de salud en todo el país, a cambio de llevarse a los bolsillos de manera fraudulenta parte de esos millones, sin que nadie se anime en denunciarlos o someterlos a la justicia.
Quizás estemos equivocados, pero con los millones que se han invertido en la reparación del San Vicente de Paúl, se hubieran construido posiblemente varios hospitales satélites en distintos puntos de esta ciudad de San Francisco de Macorís.
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