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Cómo se destituye a un presidente de Estados Unidos, explicado de manera sencilla

Esta última semana, el presidente Donald Trump no se daba abasto para apagar los incendios causados por diversas revelaciones comprometedoras sobre él y su equipo. Primero, se supo que había compartido información sensible y confidencial con los rusos. Después de eso, se hizo público que Trump le había pedido al jefe del FBI que se olvidara de una investigación sobre Michael Flynn, uno de sus antiguos asesores.
¿Por qué se está hablando de destituir a Trump?
Las preocupaciones en torno a Trump y los reclamos por su destitución han existido desde que asumió la presidencia. Sin embargo, esos sentimientos respondían sobre todo a las polémicas medidas políticas del presidente. Lo que ocurre ahora es distinto.
Actualmente, se está hablando de expulsar a Trump de su cargo, y existe una verdadera preocupación de que haya hecho algo incorrecto (legalmente hablando). Uno de los temas que ha generado mayor cantidad de preguntas y sospechas ha sido su relación con Rusia. El gobierno ruso ha sido acusado de realizar acciones específicas para interferir en las elecciones presidenciales del año pasado.
Frente a esto, el contacto que ha tenido Trump y su equipo con los rusos resulta sospechoso. La situación se agravó cuando Trump despidió al director del FBI, James Comey, quien estaba investigando si hubo o no hubo una conspiración entre la campaña del presidente y los rusos. No solo eso, se supo que Trump compartió información confidencial con los rusos y que le había pedido a Comey que se olvidara de la investigación sobre Flynn.

¿Cómo se destituye a un presidente?

Hay dos formas para expulsar a un presidente de su cargo: el proceso de impeachment y la Vigésimoquinta Enmienda. Las razones por las que se puede destituir son “traición, soborno u otros crímenes graves”.
Impeachment se refiere a una acusación formal de mala conducta iniciado por el Congreso (la Cámara de Representes y el Senado) de los Estados Unidos. No garantiza la destitución del presidente, pero es el primer paso para ello. La Cámara de Representantes es el organismo responsable de realizar este proceso. Empieza con una investigación independiente (por parte del Congreso, el Departamento de Justicia y un consejo especial, entre otros), cuyo resultado es luego comunicado a un comité en la Cámara. El comité establece las acusaciones y después la Cámara vota si el presidente debe ser formalmente acusado.
Si una mayoría simple de la Cámara vota a favor, se considera que el presidente ha sido formalmente acusado de mala conducta. El caso luego se traslada al Senado, que decide finalmente si se expulsa al presidente de su cargo. Para ello, realiza un juicio contra el presidente sobre las acusaciones. Finalizado el juicio, si una mayoría de dos tercios vota en contra del presidente, este pierde su cargo, el cual es ocupado por el vicepresidente. No se puede apelar esta decisión.
Por otro lado, la Vigésimoquinta Enmienda también ofrece un proceso para destituir a un presidente, aunque no es tan claro como el impeachment. Fue adoptada en 1967 e indica que el gabinete del presidente puede expulsarlo del cargo si considera que este no puede cumplir con sus obligaciones. Sin embargo, el proceso es complicado y también requiere un voto del Congreso. Es importante destacar que esta Enmienda no fue adoptada para presidentes que desobedecieran la ley, sino para aquellos que no puedan llevar a cabo su trabajo por razones de salud.

¿Han echado a un presidente?

Formalmente, nunca se ha echado a un presidente mediante el proceso de impeachment o a través de la Vigésimoquinta Enmienda, aunque se ha llegado muy cerca en algunos casos.

Andrew Johnson





Una ilustración del juicio de Johnson. Imagen: 

Johnson fue el primer presidente que pasó por este proceso en 1868. La Cámara acusó a Johnson de violar una ley que dictaminaba que un presidente no podía destituir a un oficial nombrado por el Congreso (Johnson había echado al Secretario de Guerra). No obstante, se salvó en el Senado, donde dos tercios votaron a favor de su inocencia. Por lo tanto, Johnson mantuvo su puesto.

Richard Nixon



Richard Nixon.
Nixon fue involucrado en uno de los escándalos más grandes en la historia de la presidencia. En los años 70, varios ladrones intentaron pinchar los teléfonos de la sede del Comité Nacional Demócrata y robar documentos secretos. Después, el presidente intentó impedir que el FBI investigara el crimen. También recaudó dinero para prevenir que los ladrones hablaran y destruyó evidencia. Antes de que la Cámara de Representantes votara sobre el proceso de impeachment, Nixon dimitió. Ha sido el único presidente en la historia de Estados Unidos que ha dimitido. Al convertirse en presidente, Gerald Ford indultó a Nixon por todos los crímenes que “haya o no haya cometido” mientras ejercía su cargo.

Bill Clinton

El último presidente que pasó por el proceso de impeachment fue Clinton en 1998, debido a su relación con Monica Lewinsky. Al principio, el presidente negó tener una relación con Lewinsky. La Cámara de Representantes lo acusó formalmente de perjurio y obstrucción de la justicia. Finalmente, no se expulsó a Clinton porque dos tercios del Senado no lo encontraron culpable.

¿Qué pasará con Trump?

El futuro de Trump es incierto. Hasta que no se reúna evidencia irrefutable es poco probable que pase por el proceso de impeachment. Todo ello es debido a que su partido controla actualmente el Congreso y todavía siguen apoyándolo. Varios analistas políticos coinciden en se necesitan pruebas concluyentes que demuestren que Trump cometió actos ilegales para que los republicanos consideren hacer un impeachment, ya que hacerlo afectaría enormemente su propio partido.
Por ahora, Trump sigue siendo el presidente de los Estados Unidos. El tiempo dirá si le será posible mantener ese puesto.

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