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Cómo la policía obligó a un hombre a confesar a tres crímenes que no cometió en NY

El caso de las Career Girls: Cómo la policía obligó a un hombre a confesar a tres crímenes que no cometió

Un dia de abril de 1964, la policía abordó a George Whitmore en una calle de Brooklyn, Nueva York. Whitmore era un afroamericano tímido de 19 años que nunca había tenido problemas con la ley. En aquel momento, estaba esperando a unos amigos que le iban a llevar al trabajo.
La policía le dijo que necesitaban su ayuda para resolver un crimen, y se lo llevaron a la comisaría. Después, se supo que Whitmore había asumido la autoría de varios crímenes. El joven confesó que había violado a una mujer del barrio y también admitió ser el culpable del crimen más famoso de Nueva York en ese momento: el asesinato de las Career Girls, Janice Wylie y Emily Hoffert.

Sin embargo, Whitmore no había cometido ninguno de estos crímenes. Solo quería irse a casa.

El crimen


Wylie y Hoffert eran dos mujeres que fueron a Nueva York con el objetivo de lanzar sus carreras profesionales (esta era la razón por la que se les denominó las Career Girls, o mujeres profesionales). Eran compañeras de piso
La primera, Wylie, era una rubia de una familia rica y poderosa que trabajaba en la sede de la revista Newsweek. Era sofisticada y le gustaba salir. Aunque trabajaba para una revista y venía de una familia de escritores, su objetivo era llegar a ser actriz.
Hoffert, su compañera, era todo lo contrario. Nacida en Minnesota, Hoffert era una morena tímida que trabajaba en el mundo académico. Acababa de graduarse en Smith’s College con un doble grado de literatura inglesa y literatura rusa. Estaba a punto de empezar su carrera como profesora en Nueva York.
El 28 de agosto de 1963, el mundo tenía sus ojos puestos en la manifestación de Martin Luther King Jr en Washington. En Newsweek, donde trabajaba Wylie, estaban especialmente ocupados informando sobre lo que estaba pasando en Washington. Cuando ella ese día no se presentó a trabajar, la llamaron y no contestó.
Más tardde, los compañeros de Wylie se enterarían de que Wylie y Hoffert habían sido asesinadas en su apartamento en Manhattan. Sus cuerpos se encontraron en una de las habitaciones atados con pedazos de una sábana. Habían sido apuñaladas varias veces y estaban cubiertas de sangre. Además, el responsable había violado a Wylie.

La falsa acusación


George Whitmore y sus abogados.
El asesinato dejó huella en la ciudad, afectando especialmente a las mujeres. Wylie y Hoffert vivían solas y sus muertes crearon la impresión de que las ciudades no eran seguras para las mujeres. En un libro publicado en 1964 titulado, “Career Girl, Watch Your Step”, el padre de Janice Wylie, Max, tenía un mensaje para las mujeres.
Se asignaron 100 detectives al caso en la ciudad de Nueva York, pero no lograron avanzar hasta que arrestaron a Whitmore meses después para interrogarlo sobre otros crímenes sin relación a Career Girls. Al arrestarlo, la policía encontró una foto de una mujer blanca en su cartera. Identificaron a la mujer en la foto como Janice Wylie y determinaron que Whitmore ahora era un sospechoso en el caso.
Whitmore fue interrogado durante horas por la policía. En el interrogatorio, le mintieron y le manipularon. Al final, le convencieron para que firmara una confesión en donde admite haber matado a Wylie y Hoffert, haber violado a otra mujer llamada Elba Borrero y haber matado a una tercera, Minnie Edmunds.

El 25 de abril de 1964, se publicó la siguiente noticia: “El comisario de policía declaró hoy que un negro de 19 años ha confesado haber matado a Janice Wylie y Emily Hoffert en su apartamento en el East Side el pasado 28 de agosto”.

El verdadero asesino


Whitmore no había cometido ninguno de los crímenes que confesó. El joven, que nunca había terminado la escuela secundaria, declaró que cuando firmó la confesión no sabía lo que era. Dijo que lo hizo porque quería acabar con el interrogatorio e irse a casa.
Las pruebas demostraban su inocencia. Él había estado en Nueva Jersey el día que las Career Girls habían sido asesinadas. Además, Whitmore afirmó que podía darle a la policía varios nombres de personas que lo habían visto ese día. Fue imputado por el asesinato de las Career Girls dos veces y también juzgado por los otros crímenes que confesó.
Para el año 1965, la policía tenía evidencias de que Whitmore no había asesinado a Wylie y Hoffert. La foto que encontraron en su cartera resultó ser de otra chica. En realidad, el crimen lo había cometido Richard “Ricky” Robles, un adicto a la heroína y un ladrón del barrio El Bronx. Robles había entrado al apartamento de las chicas ese día a robar cuando se encontró con Wylie y la violó.
Cuando se iba, ella le dijo que se acordaría de su cara y que se se la describiría a la policía. Fue en ese momento cuando Robles las mató.

El impacto hoy

Whitmore entraría y saldría de prisión muchas veces por los crímenes que había confesado hasta 1973, cuando se descartaron las acusaciones contra él. Demandó a la ciudad de Nueva York por la falsa acusación y fue indemnizado con $500,000. 
En 1966, la Corte Suprema de los Estados Unidos citó el caso de Whitmore como un ejemplo de la presión policial y estableció los derechos que asisten a las personas bajo sospecha criminal. Entre ellos está el derecho a permanecer en silencio y a consultar con un abogado. Hoy en día se considera que el caso de Whitmore tuvo un papel clave este decisión.

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