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Malos hábitos que harán que acabes con el carro en el taller

Llevar el carro al taller supone un engorro, y en algunas ocasiones una molesta sorpresa a la hora de tener que abonar la factura.

Tanto los fabricantes como las instituciones recomiendan realizar un correcto mantenimiento del coche, sobre todo porque un buen estado de elemtos como los neumáticos, los frenos, escobillas limpiaparabrisas e iluminación, nos pueden salvar de un accidente.
Pero también hay que reconocer que, conforme el vehículo tiene más años, se les suele dar menos importancia a estas labores de mantenimiento, y otras como la revisión de niveles, cambio de aceite y filtros. si a ello sumamos determinadas «costumbres» a la hora de manejar los coches, la posibilidad de que tengamos que llevar el coche al taller aumenta exponencialmente.
Por eso, desde la plataforma cuidomicoche.es han elaborado la siguiente lista. Siete puntos que recogen las conductas más perjudiciales para la mecánica del coche. Si les prestamos atención podremos evitar en gran medida las reparaciones no deseadas.
1. Retrasar el mantenimiento
Es muy importante cuidar del motor por dentro, que los líquidos estén al nivel adecuado, que el aceite esté limpio y a un óptimo nivel y que los filtros estén libres de partículas dañinas.
2. Realizar una conducción agresiva
Acelerar de repente no ayuda a ganar tiempo y tiene efectos negativos sobre el automóvil, que no solo gastará más combustible; además sufrirá un calentamiento excesivo del motor y un desgaste prematuro de los neumáticos. La caja de cambios y el sistema de frenos también se resentirán.
3. Conducir demasiado tranquilo
Conducir a baja velocidad en marchas largas para ahorrar combustible puede llegar a dañar la transmisión del vehículo.
4. Arrancar el coche de manera brusca
Si el aceite y los componentes no han alcanzado la temperatura ideal se acelera el desgaste en el motor del vehículo.
5. Abusar del embrague y apoyarse en la palanca del cambio
El embrague es uno de los elementos que más sufre del coche, pues funciona por fricción y sufre desgaste cada vez que se pisa. Por eso no hay que apoyar el pie en él sin necesidad. Tampoco es conveniente llevar una mano en la palanca de cambios, pues, a largo plazo, se traduce en vibraciones y que el engranaje de las marchas sea más impreciso.
6. Mover la dirección con el coche parado
Con esta práctica sufren neumáticos, ruedas y suspensión.
7. Conducir con el coche en reserva
En estas ocasiones la parte del coche que más sufre es la bomba de combustible. Un elemento esencial y nada barato a la hora de reparar.

Malos hábitos que estropean el motor

También la plataforma comparadora de presupuetos mecánicos Tallerator.es recuerda algunos malos hábitosque deberían evitarse. Estos son algunos de ellos:
- El motor se alimenta de combustible para su funcionamiento, pero el aceite es vital en su lubricación: hay que asegurarse que ambos elementos, combustible y aceite, son los adecuados, lo que garantizará una marcha correcta marcha en todo tipo de situaciones.
- Para no estropear la mecánica hay que preservarla en buen estado, realizando las revisiones periódicas en el taller previstas por el fabricante en el manual de servicio. Esto incluye sustituir los componentes que marque el programa de mantenimiento de la marca a los km y/o tiempo indicados. La actual coyuntura económica provoca que muchos alarguen estas revisiones sin valorar su consecuencias.
- Un mal hábito es no revisar periódicamente el nivel del aceite. Y eso que es clave para el funcionamiento eficiente del motor. Ojo, llevar el nivel más alto del máximo puede ocasionar daños a elementos afines, como el turbo o el filtro antipartículas (FAP) en los vehículos que lo montan. Pero un nivel inferior al mínimo también daña el propulsor, ocasionando una mala o escasa lubricación del conjunto, provocando mayores desgastes por fricción y mayor sobrecalentamiento, llegando incluso a poder gripar la mecánica.
- Por su parte, un combustible en mal estado o inapropiado puede ocasionar una mala combustión y que se pare el motor, así como daños en inyectores, bomba inyectora, bomba de combustible y filtro de combustible. Hay que evitar llevar por costumbre el depósito siempre en reserva, otro mal hábito.
- Es sabido que las prisas son malas consejeras. Y de ellas otro mal hábito como, al instante de arrancar el motor, sobre todo en frío, acelerar con ganas sin dar tiempo a que el aceite lubrique en el propulsor. Pero también hay que evitar lo contrario: inmediatamente después de circular en condiciones de exigencia quitar el contacto de golpe puede ocasionar averías, sobre todo en las mecánicas sobrealimentados o con turbo, que en esas circunstancias no enfriarán a tiempo, engrasarán de manera adecuada ni eliminarán carbonillas.
- El motor necesita una refrigeración constantemente para evitar alcanzar temperaturas elevadas que pondrían en peligro su integridad, ocasionando averías importantes. Mala costumbre en esto es rellenar con agua del grifo la botella del refrigerante/anticongelante, por ejemplo si ha bajado el nivel o tras una reparación. Es más frecuente de lo que parece con la excusa de la crisis, hasta en talleres, con el falso afán de ahorrar. Hacer esto ocasiona un deterioro o un mal funcionamiento de los órganos del sistema de refrigeración: bomba del agua, termostato... Y es que el agua normal no protege adecuadamente y carece de aditivos que evitan su congelación.
- Es frecuente llevar niveles inadecuados, por falta o exceso. Hay que realizar revisiones visuales periódicas, comprobar los diferentes fluidos del compartimento motor y rellenar o sustituir por líquidos adecuados, siempre en su nivel máximo pero sin sobrepasarlo. De igual modo, utilizar el motor de forma moderada, sobre todo al arrancar y parar.

Mantenimiento del carro: el «háztelo tú mismo» gana adeptos


Por norma general, confíamos las operaciones de nuestros coches a los talleres de automoción, pero con diferencias entre países, según un estudio realizado por Gipa.
Por el contrario, recuerdan desde InfotallerTV, cada vez está más de moda el llamado do-it yourself —auto bricolaje, ya sea o no asistido por profesionales—.
En España y Reino Unido está práctica viene ganando progresivamente adeptos en los últimos años, si bien aún se mantiene en porcentajes bajos, en torno al 11%, por el 89% que delega en mecánicos profesionales.
Por su parte, en Francia, Polonia y Rusia las operaciones que el conductor hace por sí mismo han caído cerca de 10 puntos los últimos tiempos, aunque siguen siendo los estados con el porcentaje de bricolaje más alto. Así, mientras uno de cada cuatro automovilistas franceses hace uso del do-it yourself, sus homólogos rusos elevan el porcentaje a casi uno de cada dos.
En el polo opuesto, China, Brasil e Italia son los países donde más se delega el mantenimiento y reparación a talleres, con una incidencia del bricolaje igual o inferior al 5%.

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