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Este código en el bolsillo de un cadáver desfigurado ha sido el mayor enigma del FBI durante más de 15 años

Si uno acude a la página del FBI y teclea en su buscador el nombre de Ricky McCormick le saldrán varios enlaces. El último de ellos data de marzo del 2011. La agencia pedía ayuda en Internet tras 12 años sin resolver el gran enigma. Un último intento por aclarar un caso legendario. Un auténtico rompecabezas.
Era el mes de junio de 1999 cuando la policía de St. Louis acude tras una misteriosa llamada a las afueras, en un campo de maíz enfrente del río Mississippi. Cuando llegan a la zona se encuentran con un escenario dantesco. Se trataba del cuerpo de Ricky McCormick boca abajo, hundido entre la tierra y con un aspecto que dejaba pocas dudas sobre la naturaleza de su muerte.
McCormick había desaparecido hacía tres días, pero los detectives observaron desde el principio que aquel cuerpo totalmente desfigurado y en un estado de descomposición muy avanzado ofrecía pistas certeras sobre las horas que llevaba muerto. Sin la posibilidad de identificarlo visualmente, las fuerzas del orden tuvieron que identificarlo a través de sus huellas dactilares.
Lo que quedaba del cuerpo de aquel ser humano estaba en tan mal estado que la propia policía teorizó que el asesino mantuvo el cuerpo de manera intencionada en un ambiente de alta temperatura, probablemente para acelerar la descomposición en un intento por encubrir la causa de la muerte.
Si ese era el plan, aquello fue un éxito. Tras la autopsia, tremendamente complicada, los médicos dictaminaron que la causa de muerte de McCormick era “indeterminada”.
Sin embargo, aquel día la policía encontró algo extraño. En el bolsillo del pantalón McCormick llevaba dos trozos de papel, cada uno cubierto con varios párrafos garabateados. Algunos de los párrafos estaban marcados en círculos, como bocadillos de tira de cómics, mientras que otros parecían presentados en un estilo de carta formal, con una línea de introducción, un cuerpo de texto y una firma. Posiblemente incluso con una dirección de un código postal al final.

El anuncio público


Lo primero que hizo la policía fue pasarle las notas al FBI, quienes las mantuvieron en secreto, incluso a la familia del propio McCormick, mientras trabajaron durante nada menos que 12 años para intentar descifrar el código (y el caso).

Pero en marzo de 2011, cuando aún no habían resuelto el misterio y se les estaban agotando las vías de investigación, el FBI publicó las notas al público. Dan Olson, jefe de la Unidad de Registros de Criptoanálisis (CRRU) del FBI, apelaba a Internet para obtener ayuda.
Sólo así comenzamos a saber más del caso y del personaje. McCormick nunca había aprendido a leer. Después de abandonar la escuela secundaria, los 41 años de vida del hombre fluctuaron entre puestos de trabajo esporádicos de muy bajo nivel. El hombre tenía antecedentes penales y había pasado un tiempo en prisión.
Cuando su cuerpo fue encontrado trabajaba en una gasolinera. Según su primo, Charles McCormick, Ricky “no podía deletrear nada, solo garabatear”. Su madre, Frankie Sparks, dijo a la policía que lo único que podía escribir era su nombre, y que las habilidades alfabéticas de su hijo eran tan pobres que no tenía claro que pudiera haber escrito aquellos mensajes. Según explicó Olson en aquellos días:
Estoy seguro de que tenemos la clave de esta extraña muerte, uno de los pocos asesinatos no resueltos en la zona durante décadas. Romper el código podría revelarnos el paradero de la víctima antes de su muerte y podría conducir a la solución del homicidio.

Descifrando a McCormick


La familia de McCormick llevó a cabo una radiografía de los últimos días del hombre. En la última semana Ricky se había presentado en el hospital aquejado de dolores de pecho y falta de aire y permaneció dos días en observación. Su familia pensaba que alguien lo estaba buscando. Desde el hospital se dirigió directamente a la casa de su tía Gloria y al día siguiente se dirigió a otro hospital cercano con quejas similares. McCormick salió del centro 50 minutos más tarde, aunque su tía afirma haber oído que se quedó toda la noche en la sala de espera.

Ricky McCormick sufrió dolencias cardíacas y pulmonares a lo largo de toda su vida, pero Gloria creía que su sobrino estaba usando los hospitales como santuarios, pensaba que alguien podría estar tratando de encontrarlo y que no lo buscarían allí.
Entonces los investigadores se centraron en un posible motivo para el asesinato: un acuerdo de drogas que salió mal. La estación de servicio donde McCormick trabajaba pertenecía a un hombre llamado Juma Hamdallah, y los investigadores creen que McCormick había viajado en varias ocasiones a Florida para recoger paquetes de marihuana y entregarlos al hermano de su jefe,”Bob” Hamdallah.
Según la novia de McCormick, Sandra Jones, el hombre realizó un viaje apenas dos semanas antes de que muriera. Cuando regresó traía varios paquetes. Jones también dijo a la policía que McCormick actuó de manera diferente a su regreso del último viaje, parecía tener miedo. Se preguntaba si habría pasado algo. Por último, Jones también dijo que si había alguien que fuera a hacerle daño a McCormick, ese sería Bob Hamdallah.
Lo cierto es que tanto Bob como su hermano Juma tenían historias violentas. Sólo dos meses después de la muerte de McCormick, Juma abrió fuego contra Bob durante una discusión (aunque este sobrevivió). Por su parte, Bob tenía vínculos con el tráfico de drogas y pandillas, además había sido arrestado en 1998 por asalto (golpeó a un hombre con un martillo). En el 2002 Bob fue a prisión después de disparar a un cliente en la cara después de una discusión, aunque fue puesto en libertad en 2008 después de un nuevo juicio.
Existieron otras pistas y otros nombres, pero al final los investigadores volvían a la primera casilla: un cadáver, un código extraño y ninguna respuesta.

Intentando descifrar el código


El equipo de criptoanálisis del FBI llegó a pedir ayuda a la American Cryptogram Association, un grupo de codebreakers.

De hecho, en el 2009 el puzzle fue presentado en una convención anual en Ontario pero todo fue en vano, el grupo estaba igual de desconcertados que el FBI.

Olson volvía a aparecer en público para decir que:”las rutas estándar que llevamos en el criptoanálisis parecen haber golpeado paredes de ladrillo”.

 A partir de entonces han existido varios teorías.

Desde la más obvia, aquella que habla de unas notas obra de un asesino en serie como fue el asesino del zodiaco, hasta los que piensan que las notas son del propio Ricky escritas para sí mismo.

Esta teoría dice que, ya que el hombre no conocía bien el alfabeto, habría creado su propio lenguaje y significado.

En este caso las notas podrían ser tan simples como una lista de medicamentos y cuando debía tomarlos.

También existe quienes han supuesto que el código en realidad no tiene solución en absoluto, las notas son sólo los garabatos arbitrarios de una persona analfabeta.

Incluso otros han ido más lejos y han llamado a las notas como un simple engaño, argumentando que han servido para distraer a las autoridades del asesinato en sí.

¿Y qué dicen los expertos? Según la experta en criptografía Elonka Dunin, quién analizó durante días las notas: Siento que hay un ritmo real, que hay algo que se está comunicando, que no es sólo letras al azar que están siendo escritas por alguien que es un esquizofrénico y quiere escribir personajes extraños.

También es posible que sea una especie de lenguaje artificial, algo que Ricky creó, o usó una combinación de un lenguaje artificial y luego uno encriptado encima.

Curiosamente, cuando el FBI pidió ayuda al público también explicó los cuatro pasos que hay que seguir al romper un código: Determinar el idioma del mensaje encriptado (en este caso el inglés).

Determinar el sistema de palabras modificadas del código. Por ejemplo la sustitución de palabras o sustitución de letras.

Una vez que se resuelve el anterior paso el criptógrafo debería construir la clave, como una lista de los personajes involucrados en el código y lo que se traduce de cada letra.

Después de que se construye la clave, todo lo que queda es traducir el texto plano (en este caso las notas de McCormick) y romper el código.

Sin embargo y desgraciadamente para los amantes del misterio y de la criptología, hasta el día de hoy nadie ha conseguido pasar del segundo paso. Han pasado más de 15 años y nadie sabe las razones que llevaron a la muerte a McCormick junto a su misterioso código en el bolsillo.

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