El gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció el domingo un plan para invertir 1,800 millones de dólares en la transformación de las infraestructuras del sur del distrito de El Bronx, principalmente la autopista Sheridan, que se proyecta como un bulevar con pasos peatonales y zonas verdes.
Acompañado en una rueda de prensa por autoridades de este distrito neoyorquino, Cuomo destacó que el objetivo es corregir un modelo de infraestructuras donde predomina el tráfico de camiones para enfocarlo a los peatones, una reivindicación de los vecinos desde hace décadas.
Esta autopista es utilizada a diario por camiones que se dirigen al mercado de Hunts Point, el más grande del mundo en venta de comida al por mayor, y que suelen circular también por las calles locales.
Una de las consecuencias del tráfico local de camiones es la percepción de inseguridad por las familias con niños y mayores, además de la contaminación medioambiental, según criticó el presidente del distrito, Rubén Díaz Jr.
En este sentido, el senador del estado de Nueva York Jeff Klein subrayó que la eliminación del tráfico de camiones de la zona residencial contribuirá a disminuir “la tasa de asma infantil por área más alta del país”, según un estudio que él mismo encargó.
Díaz aplaudió la inversión estatal y los puestos de trabajo que el plan permitirá crear mientras “se asegura la accesibilidad de mucha más gente que irá a vivir en los edificios que se construirán” en El Bronx en el futuro.
En la década de los 60, la región experimentó un crecimiento en sus infraestructuras industriales que culminó con la construcción de la autopista Sheridan, planificada por Robert Moses y calificada en la rueda de prensa como “lo peor” de este constructor, por su impacto sobre el estilo de vida y la salud de los residentes.
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