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Este simulador explica cómo se producen los irritantes atascos fantasma de tráfico que surgen de la nada

Circulas tranquilamente por la autopista. De repente, todos los vehículos de delante reducen velocidad y se detienen casi por completo. Cuando por fin recuperas el ritmo, buscas con la mirada el accidente que ha originado el problema. Nunca lo encontrarás. Acabas de pasar por un atasco fantasma.
Los atascos fantasma son uno de los fenómenos más irritantes de viajar en automóvil. Nos hacen perder tiempo cuando se supone que las condiciones de la vía son buenas, y encima nos dejan ese mal sabor de no saber nunca qué diablos pasó para que la circulación se detenga de esa manera.
Lo que ocurre se resume perfectamente que abre este post y tiene que ver con nuestra propia manera de conducir. Los seres humanos tendemos a distraernos con facilidad, y nuestro tiempo de reacción no es el ideal.
Todo comienza cuando una persona frena en la vía por el motivo que sea (se le ha echado otro coche encima, estaba mirando el móvil, o ha visto una vaca en el arcén) y la persona que va tras ella iba demasiado cerca o no reacciona a tiempo. Es muy probable que este segundo conductor frene en exceso por la sorpresa, iniciando una cadena de coches frenando cuyos tiempos de reacción se suman hasta llegar incluso a parar el tráfico. No hace falta que haya intersecciones, ni semáforos u otros elementos que bloqueen la vía.
Los estudios aseguran que el atasco fantasma se seguiría produciendo en una única vía con un solo carril en un solo sentido. Es nuestra naturaleza. Para más inri, un atasco fantasma en un sentido termina provocando un atasco fantasmas en el otro porque los conductores se distraen mirando el carril contrario y pensando la suerte que tienen de no estar en ese atasco.


El vídeo sobre estas líneas explica perfectamente cómo se producen los atascos fantasma. Si aún no te crees que esto ocurra, solo tienes que entrar en este simulador que permite ajustar las condiciones del tráfico como la densidad de vehículos por carril o la velocidad. Simula perfectamente el comportamiento de los conductores en el tráfico y es la mejor prueba de que, tarde o temprano, acaba llegando el atasco.
¿Hay alguna solución a este tipo de embotellamientos absurdos? Sí. En condiciones ideales (que todos los conductores aceleren y deceleren al unísono), los atascos no se producirían, pero esto es imposible en un escenario realista. Para minimizar los atascos fantasma en el mundo real solo hay que hacer dos cosas:
  • Adelantar lo mínimo imprescindible: en otras palabras, no hacerlo a lo loco o porque el otro carril tenga menos tráfico y nos parezca que vamos a ir mejor. Los cambios de carril imprevistos suelen obligar a frenar a los conductores de atrás.
  • Respetar la distancia de seguridad: los incrementos en la frenada de los coches de atrás se deben a que los conductores van demasiado cerca unos de otros. Si se respetara la distancia el impacto sería mucho menor.
Como puede verse, en un escenario realista probablemente también sea imposible. Hay pocos conductores a los que no les tiente el carril de al lado si va más vacío. 

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