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Se conmemora el natalicio de " Matías Ramón Mella "


El sesquicentenario del fallecimiento del patricio pasa completamente desapercibido para la población. Diario Libre quiere subsanar ese imperdonable olvido.

Mella nació en la ciudad de Santo Domingo el 25 de febrero de 1816, siendo sus padres Antonio de Mella y Francisca Castillo. Fueron sus padrinos de bautizo, el 6 de marzo del mismo año, los señores Manuel Castillo e Isidora de Mella. El sacerdote oficiante lo fue el Pbro. Agustín Tavárez.
El 30 de agosto de 1836, es decir, apenas cumplidos los veinte años, contrajo matrimonio con María Josefa Brea, hija de José Gertrudis Brea y de Josefa Hernández. Entre los testigos de la boda figuraron Juan Isidro Pérez, su compañero luego de lides revolucionarias.
Ingresó como comunicado a la sociedad secreta La Trinitaria, y pronto se convirtió en uno de los más fervorosos luchadores por la independencia nacional. De paso, se ganó la confianza del líder del movimiento, el patricio Juan Pablo Duarte y Diez, que no vaciló en utilizar sus dotes de diplomático y amigable componedor para importantes tareas del grupo independentista.
Uno de los servicios más eminentes prestados al país por Mella fue su viaje a Haití, enviado por Duarte cerca de los movimientos revolucionarios haitianos, con el objeto de entenderse con ellos para de consuno con los dominicanos derrocar al presidente Boyer. Mella llegó el 26 de enero de 1843 a Los Cayos, logrando convencer a los reformistas haitianos de la viabilidad del plan.
Este trabajo ha sido calificado una de las obras políticas de Duarte de mayor eficacia, ya que con ello se rompió la unidad haitiana, y los dominicanos sojuzgados pudieron desde entonces intervenir activamente en política, haciendo posible la realización del ideal trinitario.
Mientras se encontraban en labores de agitación en favor de la independencia, Mella fue hecho prisionero en Cotuí por el general Herard, y enviado a Puerto Republicano. Fue liberado a finales del año 1843, y regresó a su ciudad natal.
No siéndole posible morir ... (con) su Patria libre de las huestes extranjeras, quería que le colocaran en la fosa con la bandera por sudario". 
En 1842, era encargado de hacienda en San Cristóbal donde también se dedicaba a los cortes de madera junto a Antonio -el Bois- Duvergé.
Es uno de los firmantes de la Manifestación de los Pueblos de la parte del Este, del 16 de enero de 1844, primer documento oficial de la República, y se le atribuye el logro de haber conquistado para el movimiento emancipador al señor Tomás Bobadilla y Briones, pieza clave en el logro de la confianza de amplios sectores económicos en el ideal de la independencia.
Su convicción de que la independencia sólo sería posible con la unión de liberales y conservadores dividió al grupo duartista entre aliancistas y anti-aliancistas. Esta unión de hecho fue fundamental para el logro de la meta trinitaria, pero probó no ser duradera, al no compartir los conservadores las ideas de independencia pura de Duarte.
Su trabucazo en la noche del 27 de febrero de 1844, fue la clarinada que anunció la disposición de los dominicanos de proclamarse libres e independientes. Se encontró en el Baluarte del Conde cuando se izó por primera vez la bandera nacional, y fue comisionado a los pueblos del Cibao para organizar la resistencia contra los haitianos.
Encontrándose como comandante en Santiago, la llegada de las tropas haitianas lo sorprendió en las montañas reclutando soldados para la Patria, pero había dejado al mando a un hombre experimentado, el francés José María Imbert, que era secretario del ayuntamiento de Moca, quien organizó la defensa y presidió la victoria de las armas nacionales en la batalla del 30 de marzo.
Mella proclamó a Duarte presidente en Santiago a pocos meses de proclamada la independencia en 1844, decisión política que acarreó para ambos el destierro a perpetuidad. Duarte permaneció en el extranjero por veinte años, pero Mella regresó a los dos años.
Sirvió tanto a Pedro Santana como a Buenaventura Báez, disgustándose con ambos.
Una de sus actuaciones más comprometidas fue su designación a finales de 1853, bajo la presidencia del general Santana, como Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario en Misión Especial ante el Gobierno de España, para buscar el reconocimiento de la independencia dominicana y algún tipo de protectorado.
El 22 de mayo de 1854 escribe: "Negado por España el reconocimiento de la independencia de la República; es decir, negado todo lo que hoy de seguro haría imposible o frustránea la invasión haitiana, solo me resta acudir al punto de peligro a consagrar a mi Patria y a mi familia los servicios que les debo como ciudadano, como soldado y como padre"...
Fue ministro, en todas las elecciones nacionales sacó votos, lo que indica el aprecio que se le tenía en diversos sectores de nuestra sociedad y culminó su carrera de servicio al país como vicepresidente del gobierno restaurador con sede en Santiago.
Llamado a formar parte de la guerra restauradora, no vaciló en presentarse, a pesar de encontrarse enfermo. Como dijo Luperón, "héroe del 27 de febrero de 1844, le era satisfactorio compartir las fatigas de los del 16 de agosto de 1863. Su vida debía ocupar dos grandes páginas".
Su labor no se limitó al servicio militar o político. Un fugitivo español, Francisco González, informa en Puerto Plata que "el general Mella ha recogido diez mil serones de tabaco entre los comerciantes con ánimo de embarcarlos en Montecristi o por Haití para el Norte y traer pertrechos de guerra".
De su expedición para resolver las insubordinaciones e indisciplina del general Pedro Florentino en el ejército del Sur, cae gravemente enfermo y el 2 de marzo de 1864, el Gobierno restaurador ordena su traslado a Santiago "en litera" para recibir atención médica.
El 27 de marzo de 1864 tiene lugar el encuentro histórico de Juan Pablo Duarte, veinte años ausente de la Patria, con el general Mella en su cama de muerte. Manuel Rodríguez Objío lo cuenta de esta manera: "Visité al ilustre General Mella, soldado de dos grandes épocas, que se hallaba postrado en el lecho de su muerte". Ahí le abraza Duarte.
El 4 de junio de 1864 dice que "no siéndole posible morir después de contemplar su Patria libre de las huestes extranjeras, quería que le colocaran en la fosa con la bandera por sudario", como lo cuenta Archambault.
Fue sepultado en el cementerio de Santiago, donde permaneció hasta febrero de 1891 cuando fue trasladado a la capital (de Santiago a La Vega, a caballo; de La Vega a Sánchez, en ferrocarril y de allí en el vapor Presidente, a Santo Domingo). Sus restos fueron depositados en la Capilla de los Inmortales de la Catedral de Santo Domingo, el 27 de febrero de 1891 y permanecieron allí hasta el 27 de febrero de 1944, centenario de la Independencia cuando fueron trasladados a la Puerta del Conde.
Posteriormente, en 1976, en ocasión del centenario del fallecimiento de Duarte, los restos de los padres de la Patria fueron trasladados al mausoleo especial levantado en el parque independencia.
Como proclama el himno a Mella, "Fue tu espada la divisa del honor y del deber.
La Bandera fue tu culto, la Bandera fue tu altar,
Y después... un milagro pudo ser: encontraron la bandera, la Bandera tricolor,
reviviendo en sus matices la grandeza de tu amor".


Biografia
Matías Ramón Mella Castillo  (25 de febrero de 1816 - 4 de junio de 1864) fue un militar, político y activista dominicano. Es considerado uno de los Padres de la Patria de la República Dominicana junto a Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sanchez.
Como miembro del movimiento independentista, Mella encarnó la expresión militante y decidida siendo conocido por haber disparado su trabuco la noche del 27 de febrero del 1844 en la Puerta de la Misericordia dando comienzo de esta forma a la revuelta por la independencia del país.
De los fundadores de la República, Mella fue el más apto para las actividades militares. Su habilidad como estratega contribuyó significativamente a lograr la independencia dominicana, hecho que puso fin a la ocupación haitiana.
Más tarde se incorporó al movimiento restaurador contra la Anexión a España, realizada por el terrateniente Pedro Santana en 1861. Fue vicepresidente del país entre 1863-1864.

Familia y primeros años

Mella nació el 25 de febrero de 1816 en Santo Domingo, hijo de Antonio Mella Álvarez y Francisca Castillo.
En 1835, en plena dominación haitiana, fue nombrado "Preposé", o encargado de la comun de San Cristóbal. Allí se dedicó al negocio del corte de madera, actividad de la que también se ocupaba Antonio Duvergé, lo que hace suponer que ambos líderes se conocieron desde entonces. Mella era hábil con el sable y la espada.
Hacia 1836, contando con veinte años de edad, Mella contrajo matrimonio con Josefa Brea, quien pertenecía a una familia importante del país, y con quien procreó 4 hijos: Ramón María, Dominga América María, Antonio Nicanor e Ildefonso. Según un testamento del 5 de mayo de 1859, ninguno de los dos aportó grandes bienes al matrimonio. Al parecer adquirió sus bienes y propiedades estando casado, parte de ellos por vía hereditaria tras el fallecimiento de su padre en febrero de 1837.
Honores militares en la Puerta de la Misericordia donde Mella lanzo el Trabucazo de Indepedencia - See more at: http://s161.photobucket.com/user/brayjoel/media/27%20Febrero/IMG_9339.jpg.html#sthash.J08iOFVD.dpuf

Vida política y militar

Trabucazo Tipo Naranjero que uso Matias Ramon Mella para lanzar el Trabucazo

El 1 de marzo de 1844 se integró como miembro de la recién creada Junta Gubernativa Provisional durante la Primera República y pocos días después partió para el Cibao donde asumió el cargo de gobernador de Santiago y delegado de la Junta Central Gubernativa, convirtiendose en el jefe político y militar de la región más importante del país. Ostentó el rango de General del Ejército Nacional e hizo venir a José María Imbert desde Moca, quien lo auxilió como "mano derecha" en el mando militar.
Al dar comienzo la Batalla de Santiago, Mella, que no se encontraba en el campo de batalla, impartió las primeras instrucciones y escogió a Imbert como lugarteniente.
Cuando Faustin Soulouque invadió el país, Mella se incorporó al ejército, destacándose en la Batalla de Las Carreras y pasó a ser secretario de Pedro Santana. Luego de la renuncia del presidente Jimenes y la elección de Buenaventura Báez como presidente, en septiembre de 1849, Mella es nombrado Secretario de Estado de Hacienda y Comercio.
Al surgir la enemistad entre Santana y Báez, Mella decidió seguir al lado del primero. No obstante, la obstinación de Santana por querer anexar el país a España los enemistó para siempre. Entre 1849 y 1861, Mella rechazó a Santana y su proyecto de anexión.
Mella desempeñó los cargos de Comandante de Armas, Ministro de la Guerra, Gobernador de Santiago, Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario en Misión Especial frente al Gobierno español. En julio de 1856 se le encomendó preparar un proyecto de ley para organizar el ejército.

Miembro de La Trinitaria

Aunque no se sabe cuando conoció a Duarte, una vez fundada La Trinitaria, se adhirió a ella en calidad de miembro mediante un comunicado, junto a Sánchez y Félix María del Monte. Duarte vio en Mella un discípulo de condiciones excepcionales y lo designó como sustituto de Juan Nepomuceno Ravelo cuando éste fracasó en las gestiones de llegar a un acuerdo con los dirigentes haitianos con la finalidad de organizar el movimiento de "La Reforma".

Guerra de independencia

En enero de 1843 fue comisionado por Duarte para trasladarse a la villa haitiana de Los Cayos de San Luis, al sur de la isla, para hacer contactos con los revolucionarios reformistas adversos al presidente Boyer.
Convocó e hizo posible una alianza entre los trinitarios y los reformistas haitianos que combatían a Boyer. Esto trajo como consecuencia, el 16 de enero de 1844, la firma del acta de separación, que proclamó la necesidad de separarse de la opresión haitiana y oficializó la unión de liberales y conservadores. Durante la guerra de independencia ocupó la región norte para impedir la penetración haitiana. [[Archivo:Misericordia2.jpg|thumb|right|230px|Puerta donde Mella disparó el trabucazo la noche del 27 de febrero de 1844, siendo este el principio del fin de la invasión haitiana en la República Dominicana.

Guerra por la Restauración

Luego de declarada la independencia, Mella proclamó a Duarte presidente de la Junta Central Gubernativa con la finalidad de evitar que algún partidario del colonialismo ocupara el poder. Esta actitud provocó que Pedro Santana lo expulsara del país.
Mella regresó al país en 1848 amparado en la amnistía del presidente Manuel Jimenes. Al regresar se unió a los conservadores liderados por Pedro Santana, hasta que en 1861, ya ante la eminente Anexión a España, se unió a los restauradores.
En agosto de 1863 viajó al sur, atravesando la Cordillera Central por Constanza, con el encargo de organizar las tropas restauradoras dirigidas por Pedro Florentino. Durante la restauración fue designado Ministro de la Guerra y elaboró un manual de guerra de guerrillas en enero de 1864.

Muerte

[[Archivo:Restos de los padres de lapatria.jpg|thumb|250px|Altar de la Patria, donde reposan los restos de Matías Ramón Mella junto a Duarte y Sánchez.]] Mella se desempeñaba como vicepresidente de la República Dominicana cuando, en pleno Grito de Capotillo, enfermó de disentería. En las cercanías de su muerte pidió que sus restos fueran envueltos en la Bandera Nacional y pronunció estas palabras: “Aún hay patria, viva la República Dominicana”.
Murió el 4 de junio de 1864, en extrema pobreza, en una pequeña casa cercana a la Fortaleza San Luis, en Santiago; siendo enterrado cubierto por la bandera dominicana como fuera su deseo. Sus restos se encuentran, junto a los de Duarte y Sánchez, en el Altar de la Patria.
De las tres grandes figuras próceres del siglo 19, fundadores de la República,
 Matías Ramón Mella representa la expresión militante y decidida y el más adaptado a las 
actividades políticas de una sociedad precapitalista.


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