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EEUU recuerda a las víctimas de los atentados del #911Memorial




Estados Unidos recuerda a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre

Durante toda la jornada se conmemorará a las casi 3.000 personas fallecidas por los ataques terroristas del 2001. Habrá ceremonias en la zona cero y en todo el país. El presidente Barack Obama visitará Fort Meade
Crédito: Reuters
Tras años de ceremonias privadas, el aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en la zona cero también se ha convertido en una ocasión para que el público general recuerde y reflexione en el lugar del suceso
Se estima que 20.000 personas acudieron el año pasado a la plaza monumental en la tarde del 11 de septiembre, el primer año en que se permitió al público visitar el lugar en el aniversario.
En la ceremonia del 14° aniversario, las familias de las víctimas se reunirán en lo que se ha convertido en una tradición, con el sonidos de las campanas, conmovedores momentos de silencio, y la lectura de los nombres de las casi 3.000 personas que murieron en los atentados terroristas.
"Cuando abrimos, fue como si entrara la vida", dijo esta semana el presidente del Monumento y Museo Nacional 11 de Septiembre, Joe Daniels.
Aunque el lugar seguirá estando reservado a familiares de las víctimas y otros invitados durante la ceremonia de la mañana, después "debe permitirse que el público general que quiera venir acceda tan pronto como sea posible, y presentar sus respetos en esta tierra sagrada", aseguró el directivo.
Casi una década y media después de que aviones secuestrados impactaran contra las torres gemelas del World Trade Center, el Pentágono y un campo cerca de Shanksville, Pennsylvania, el aniversario sigue recordándose con actos en todo el país.
El Monumento Nacional del Vuelo 93 cerca de Shanksville, en el oeste de Pennsylvania, inauguró el jueves su ya completado centro de visitantes.
En el Pentágono, el secretario de Defensa, Ash Carter, y otros altos cargos se unirán a los actos en memoria de los empleados del Pentágono y parientes de las víctimas.
Está previsto que el presidente, Barack Obama, conmemore la fecha con una visita a Fort Meade, Maryland, en reconocimiento por el trabajo del ejército para proteger al país.
La cámara estatal de Ohio mostrará casi 3.000 banderas —en alusión a las vidas perdidas— dispuestas para representar las torres del World Trade Center, con un espacio con forma de Pentágono y una franja abierta en referencia al campo cerca de Shanksville.
En Sacramento, California, los actos de recuerdo coincidirán con un desfile en honor de tres amigos de la zona que el mes pasado redujeron a un hombre armado en un tren con rumbo a París.
En Washington, algunos miembros del Congreso tenían previsto pasar parte de la jornada discutiendo sobre el financiamiento federal al monumento de la zona cero.
Los organizadores de la ceremonia de la zona cero decidieron en 2012 prohibir que cargos electos leyeran nombres de víctimas, aunque los políticos aún pueden acudir a los actos.
A lo largo de los años, algunos familiares de víctimas han aludido a cuestiones políticas en sus intervenciones —por ejemplo declarando que el 11 de septiembre debería declararse feriado nacional— pero otros han pedido mantener el énfasis en lo personal.
"Este día debería ser solamente un día de reflexión y recuerdo", dijo durante los actos del año pasado Faith Tieri, que perdió a su hermano, Sal Tieri Jr.

 

Septiembre 11, 2014

11-S: inició el homenaje a las víctimas del atentado terrorista

El presidente Barack Obama se sumó al minuto de silencio desde la Casa Blanca y luego afirmó: "Ya han pasado trece años, trece años desde que se rompió la paz de una mañana de América"


Los Estados Unidos se detuvieron este jueves para recordar el decimotercer aniversario de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, y poco ha cambiado en la ceremonia anual en la zona cero. Pero a su alrededor, poco sigue como entonces.
El acto comenzó con la entonación del himno estadounidense ante cientos de familiares de las víctimas que se mostraron con las fotos de sus seres queridos. En ese mismo momento, en la Casa Blanca, apareció el presidente Barack Obama, junto con su mujer, para sumarse al minuto de silencio.
Tras ese gesto, el mandatario ofreció un breve discurso hacia el país: "Trece años después de que mentes odiosas conspiraran para atacar, Estados Unidos está alto y orgulloso", destacó. Y agregó: "Hoy honramos a todos los que han hecho el sacrificio máximo en estos 13 años, más de 6.800 patriotas americanos".
"Ya han pasado trece años. Trece años desde que se rompió la paz de una mañana de América", concluyó.

Luego se leyeron los nombres de todos los fallecidos en el brutal ataque.
Los tuits de la Casa Blanca
Por primera vez, el Museo Nacional 11 de Septiembre -que incluye estremecedores objetos e imágenes gráficas de los atentados- está abierto para el aniversario. Las vallas en torno a la plaza de recuerdo se han quitado, integrando el reverenciado lugar con las calles de Manhattan y abriéndolo al público y a los turistas provistos de cámaras.
Hay un nuevo alcalde en el cargo, Bill de Blasio, mucho menos vinculado a los ataques y sus consecuencias que sus predecesores. Y por fin, el casi terminado One World Trade Center se eleva 541 metros sobre la zona cero y estará lleno de oficinistas para estas fechas en 2015, otro indicio de que la ciudad podría estar pasando una página de su historia.
Para algunos de los que perdieron seres queridos en los ataques, la creciente sensación de que la zona vuelve a la normalidad amenaza con ensombrecer la tragedia que se produjo allí, e interferir con su pena.
"En lugar de un lugar tranquilo de reflexión, es un sitio donde corren niños", dijo Nancy Nee, cuyo hermano bombero, George Cain, murió en los ataques. "Algunas personas olvidan que esto es un cementerio. Yo nunca iría al museo del Holocausto y me haría una foto".
Para otros, los cambios son una parte importante del proceso de curación. "La primera vez que vi (el One World Trade Center), de verdad alegró mi corazón", dijo Debra Burlingame, quien perdió a su hermano Charles, piloto del avión que se estrelló contra el Pentágono. "Quiero verlo rebosante (...) quiero ver más casas ahí abajo, quiero verlo vivo y lleno de negocios".
Como ocurre cada año, los familiares de las víctimas de los atentados se reunieron para leer los nombres de los fallecidos, deteniendo la triste letanía en cuatro ocasiones: a la hora en la que el primer avión golpeó el World Trade Center, cuando impactó el segundo avión, cuando cayó la primera torre y después, cuando cayó la segunda.
"El monumento y el museo son extremadamente importantes para los afectados por el 11S", comentó Mary Fetchet, quien perdió a su hijo en los ataques. "Y en torno a ese monumento, el bajo Manhattan se ha revitalizado".
Cronología de los hechos que sacudieron al mundo hace 13 años
  • 08:46: el vuelo 11 de American Airlines se incrusta por completo en la Torre Norte del World Trade Center.
  • 9:02: el vuelo 175 de United embiste la Torre Sur del World Trade Center. El suceso es cubierto en directo por diversas cámaras de televisión que enfocaban a las Torres Gemelas a causa de la densa humareda que surgía de la Torre Norte.
  • 09:37: el vuelo 77 de American Airlines se estrella contra el Pentágono.
  • 10:03: el vuelo 93 de United cae en campo abierto en Shanksville, Pensilvania. Al parecer, se habría producido una lucha de la tripulación y los pasajeros con los secuestradores para retomar el control del aparato.

A 13 años del ataque contra las Torres Gemelas y el Pentágono, habrá ceremonias para recordar a las víctimas. Murieron 3.016 personas


Estados Unidos se detiene este jueves para recordar el decimotercer aniversario de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, y poco ha cambiado en la ceremonia anual en la zona cero. Pero a su alrededor, poco sigue como entonces.
Por primera vez, el Museo Nacional 11 de Septiembre -que incluye estremecedores objetos e imágenes gráficas de los atentados- estará abierto para el aniversario. Las vallas en torno a la plaza de recuerdo se han quitado, integrando el reverenciado lugar con las calles de Manhattan y abriéndolo al público y a los turistas armados de cámaras.
Hay un nuevo alcalde en el cargo, Bill de Blasio, mucho menos vinculado a los ataques y sus consecuencias que sus predecesores. Y por fin, el casi terminado One World Trade Center se eleva 541 metros sobre la zona cero y estará lleno de oficinistas para estas fechas en 2015, otro indicio de que la ciudad podría estar pasando una página de su historia.
Para algunos de los que perdieron seres queridos en los ataques, la creciente sensación de que la zona vuelve a la normalidad amenaza con ensombrecer la tragedia que se produjo allí, e interferir con su pena.
"En lugar de un lugar tranquilo de reflexión, es un sitio donde corren niños", dijo Nancy Nee, cuyo hermano bombero, George Cain, murió en los ataques. "Algunas personas olvidan que esto es un cementerio. Yo nunca iría al museo del Holocausto y me haría una foto".
Para otros, los cambios son una parte importante del proceso de curación. "La primera vez que vi (el One World Trade Center), de verdad alegró mi corazón", dijo Debra Burlingame, que perdió a su hermano Charles, piloto del avión que se estrelló contra el Pentágono. "Quiero verlo rebosante (...) quiero ver más casas ahí abajo, quiero verlo vivo y lleno de negocios".
Como ocurre cada año, los familiares de las víctimas de los atentados se reunirán para leer los nombres de los fallecidos, deteniendo la triste letanía en cuatro ocasiones: a la hora en la que el primer avión golpeó el World Trade Center, cuando impactó el segundo avión, cuando cayó la primera torre, y después cuando cayó la segunda.
"El monumento y el museo son extremadamente importantes para los afectados por el 11S", comentó Mary Fetchet, que perdió a su hijo en los ataques. "Y en torno a ese monumento, el bajo Manhattan se ha revitalizado".
Cronología de los hechos
  • 08.46: el vuelo 11 de American Airlines se incrusta por completo en la Torre Norte del World Trade Center.
  • 9.02: el vuelo 175 de United embiste la Torre Sur del World Trade Center. El suceso es cubierto en directo por diversas cámaras de televisión que enfocaban a las Torres Gemelas a causa de la densa humareda que surgía de la Torre Norte.
  • 09.37: el vuelo 77 de American se estrella contra el Pentágono.
  • 10.03: el vuelo 93 de United cae en campo abierto en Shanksville, Pensilvania. Al parecer, se habría producido una lucha de la tripulación y los pasajeros con los secuestradores para retomar el control del aparato.



( Recordando los dominicano CNN )  
47 dominicanos que perecieron el 11 de septiembre del 2001 olvidados por autoridades











NUEVA YORK._ Los 47 dominicanos y dominicanas que perecieron como víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre del año 2001 en Nueva York y que en su mayoría eran trabajadores y empleados de compañías, empresas y restaurantes de las torres gemelas, siguen siendo olvidados por las autoridades oficiales y las instituciones de la comunidad a seis años de la tragedia.
Los criollos, de los que una gran parte laboraban en el restaurante Windows on the World, uno de los más impresionantes establecimientos de su género en el mundo, murieron junto a otras miles de víctimas, cuando en las primeras horas de la mañana del fatídico día, cuatro aviones fueron impactados contra las estructuras provocando el derrumbe de estas.
Para la fecha, en el entonces cónsul general Luis Eludis Pérez trabajó junto a familiares de los criollos caídos, pero desde ese momento, el contacto con los deudos no ha pasado de ahí.
El consulado general dominicano ofreció orientaciones, contactos e informaciones a los deudos de las víctimas a través de la oficina de asuntos comunitarios que estaba a cargo de la señora Mónica Lockward, pero a seis años de la tragedia que cambió la vida de toda una nación, más nada se ha hecho en relación a las víctimas dominicanas.
Al igual que los 47 criollos, cientos de otros latinos que también trabajan en las torres cayeron a consecuencia del ataque.
Que se recuerde, en seis años de conmemoración, los muertos dominicanos del 11 de septiembre del año 2001 y a diferencia de las víctimas del vuelo 587, nunca han tenido un lugar especial donde sus familiares y amigos, puedan recordarlos y rezarles en tributo a sus memorias.
Ni las autoridades del gobierno, ni las instituciones comunitarias han dispuesto de un lugar donde esas víctimas puedan ser recordadas de manera permanente.
Probablemente sus nombres son leídos anualmente en las ceremonias organizadas por la alcaldía de Nueva York y la gobernación del estado, pero en esas actividades nunca se identifican las víctimas por sus nacionalidades.
Una de muchas especulaciones y anécdotas que se hacen en torno a la destrucción de las torres, es la de que todos los empleados de una oficina que mantenía allí la desaparecida Compañía Dominicana de Teléfonos (CODETEL), pudieron salvar sus vidas, gracias a que el vehículo que los transportaba juntos y diariamente al trabajo se daño en la autopista Henry Hudson Parkway, por lo que no pudieron llegar a tiempo a la torre Norte, donde estaba situado un centro de operaciones satelital de CODETEL.
Tan olvidados están los dominicanos muertos en ese ataque que incluso, en el consulado general dominicano, fue imposible conseguir los nombres de las víctimas.
Este reportero se comunicó con el periodista Darío Abreu para indagar por la información, pero el funcionario remitió a los archivos de una publicación digital y luego a la oficina de asuntos comunitarios a cargo del vicecónsul David Cordero en la que no hubo nadie disponible entrada la tarde de hoy.
Un sitio Internet que se define como “oficial” con informaciones acerca del 11 de septiembre del 2001, consigna a un solo dominicano en un listado en el que aparecen la cantidad presunta de víctimas por nacionalidades y estados. 
RECORDADOS
Esta mañana temprano y bajo un oscuro cielo desde el que comenzaba a caer una tenaz llovizna, presagiando la posible primera tormenta de otoño en Nueva York, las autoridades llevaron a cabo la tradicional ceremonia de recordación a las víctimas del ataque terrorista de hace seis años.
Un minuto de silencio y las cabezas inclinadas de los presentes dio inicio a la ceremonia que estuvo encabezada por el alcalde Michael Bloomberg.
En contraste con la clara y dinámica mañana de la misma fecha en septiembre del 2001, el cielo nublado hizo que el alcalde pronunciara palabras dramáticas reseñando los hechos:
“Ese día, nos sentimos aislados, pero por mucho tiempo y no del resto del mundo”, expresó Bloomberg.
La ceremonia de este año se llevó a cabo en medio de varias controversias, una de ellas por la lucha que llevan a cabo los trabajadores que recogieron escombros, muchos de los cuales están contaminados y al menos uno ha muerto.
Bomberos y socorristas sobrevivientes que ayudaron a salvar vidas, a recoger cadáveres y remover desperdicios leyeron los nombres de las casi 3,000 mil víctimas, número que se mantiene como “oficial”, pese a que cientos de inmigrantes indocumentados de diferentes nacionalidades perecieron también.
A ellos, nadie los recuerda y ya sus nombres no existen.
Problemas respiratorios y cáncer son parte de los problemas de salud que padecen ahora los socorristas que laboraron tras los ataques en las operaciones de limpieza de la llamada Zona Cero.
Además de Bloomberg, hablaron el ex alcalde Rudolph Guiliani. La senadora Hillary Clinton pre candidata presidencial demócrata quien habló en ceremonias pasadas, rechazó la oportunidad en esta ocasión, diciendo que los discursos están reservados para ex alcaldes y no para senadores.
En Washington, el presidente Bush tenía programado acudir a una iglesia para estar presente en un oficio religioso.
Osama bin Laden a quien Estados Unidos acusa de planear los ataques, apareció supuestamente en un video hace unos tres días alabando a los “mártires” de su “Jihad” (Guerra Santa) que se inmolaron en los ataques de hace seis años.

Dominicanos aportaron sangre en ataque del 11 de septiembre

 NUEVA YORK.-La comunidad dominicana fue la que entre todos los hispanos muertos bajo el ataque terrorista del 11 de septiembre del 2001, aportó la mayor cuota de sangre.

Hoy, a ocho años de sus desapariciones, muy pocos se acuerdan de nuestras víctimas, incluyendo a los gobiernos, organizaciones comunitarias locales y autoridades consulares en Nueva York.

Según las cifras oficiales, 25 dominicanos y dominicanas fueron identificados, aunque cálculos independientes hablan hasta de 43.

De los fallecidos 18 eran colombianos, 13 de Ecuador, 6 de Cuba, 4 argentinos, 1 de Chile, 15 mexicanos, 7 haitianos y otros originarios de El Salvador, Honduras, Jamaica, Perú, Venezuela, Paraguay y Guyana. El Departamento de Salud y la Oficina del Médico Forense dijeron en su momento que el total de latinos muertos y/o desaparecidos fue de 247, representando el 9% de las víctimas. En la casilla de "otros" el número de muertos es de 143.

Entre los dominicanos estaba el financista de 35 años de edad Pedro Francisco Checo (Frankie), quien laboraba en el piso 96 de la torre Norte. Su cadáver jamás fue hallado y sus padres -Juan y María Checo - mantienen la esperanza de que algún día, su hijo vuelva al hogar donde lo siguen esperando.

Checo, se desempeñaba como especialista en inversiones fiduciarias en una de las más importantes empresas del ramo con oficinas en el Centro Mundial del Comercio (WTC, siglas en inglés). Olga García, una estudiante de 25 años.

Aunque las autoridades dominicanas nunca se preocuparon por mantener un listado oficial con los nombres y datos biográficos de las víctimas, incluyendo que en el Consulado General de Nueva York, ni siquiera se maneja información al respecto, una investigación de este reportero consiguió que algunas instituciones estadounidense mantienen memoriales virtuales en los que, con fotografías, se destacan parte de las identidades de los criollos y criollas fallecidos.

Entre esos nombres figuran también Francisco Bourdier, Manuel Gregorio Chávez, Victorio Alvarez Brito, Alejandro Castaños, José Ramón Castro, Juan Pablo Alvarez, Jaime Concepción, José Espinal, Henry Fernández, Marilyn García, Lilian Cáceres, Arcelia Castillo, Nestor Chevalier, Alejandro Cordero, John Robert Cruz y María García. Marilyn, aspiraba a graduarse de abogada porque según su madre, Carmen García, amaba la justicia. Tenía 21 años. Sus restos tampoco fueron hallados entre las víctimas.

Algunos de los muertos cuyos cadáveres fueron entregados a sus familiares, fueron sepultados en la República Dominicana como es el caso de José Nicolás de Peña, enterrado en el cementerio municipal de Santiago de los Caballeros. Peña tenía 42 años de edad y trabajaba en el lujoso restaurante "Windows in the World" junto a su hermano Juan Rodríguez.

Dejó a su madre Pura Rodríguez que actualmente vive en Lawrence (Massachussets) y a sus hijos Edwin y Nicole quienes tienen ahora 12 y 7 años. Estaba casado con Máxima Peña quien se volvió a casar y vive en Rhode Island. Por su parte Chávez, llegó a Estados Unidos en 1992 y trabajaba como camarero en el mismo restaurante. Tenía 52 años y su cadáver tampoco apareció entre los escombros. Su cuñada Rita Peña dice que lo más doloroso es que no hay una tumba donde rezarle ni ponerle flores y velones.

Estaba casado con Hilda Chávez con quien procreó a su único hijo Raúl que tiene ahora 22 años y se graduó de licenciado en contabilidad, residiendo actualmente en Santiago de los Caballeros. El restaurante, uno de los más famosos del mundo, estaba situado en el piso 106 de la torre Norte.

Retrospectiva

Las autoridades federales y locales contabilizaron un total de 2,973 muertos, pero se cree que la cantidad supera el doble de esa cifra. 343 bomberos, 23 policías de la ciudad y 37 agentes de la Autoridad de Puertos de Nueva York y New Jersey, se cuentan entre las víctimas.

24 más permanecen hasta el momento en la lista de desaparecidos.

Se estima que 50 mil personas trabajaban en ambas torres y 140 mil visitantes iban diariamente a las estructuras. Cientos de turistas de diferentes países del mundo también cayeron en el ataque. Se recuperaron 19, 500 restos y sólo 291 cuerpos estaban intactos.

En el edificio del Pentágono en Washington perecieron 125 entre funcionarios, empleados y visitantes cuando el cuarto avión secuestrado supuestamente por militantes islámicos terroristas de Al - Qaeda, fue estrellado contra la estructura del Departamento de Defensa.

En 1996 los estadounidenses Timoty McVeigh y Ferry Nichols, ejecutados posteriormente en la silla eléctrica, explotaron el edificio federal de Oklahoma con un saldo de 168 muertos. Previo a ese ataque, en febrero de 1993 una camioneta cargada de dinamita intentó destruir las torres, pero la detonación sólo logró matar a varias personas sin causar mayores daños a las edificaciones.

En 1998 células de Al- Qaeda perpetraron otros ataques contra las embajadas norteamericanas en Kenia y Tanzania (Africa), donde también murieron varias personas.

Noticia Relacionada
Washington
Han pasado 12 años desde que los atentados del 11S cambiaran Estados Unidos y una muestra de ello es cómo la Administración del presidente Barack Obama, "cansada de la guerra", está afrontando la posibilidad de un ataque en Siria.
Según indicó Obama en una entrevista a CNN el lunes, Estados Unidos es ahora más seguro que antes del fatídico día de los ataques de Al Qaeda sobre Nueva York, Washington y Pensilvania, y aunque aún existen amenazas, abogó por "no actuar precipitadamente", una de las lecciones de una década de conflictos.
El 20 de septiembre de 2001, aún con Washington y Nueva York humeantes y en estado de shock, los talibanes en Afganistán intentaron evitar en un último momento el inicio de los bombardeos estadounidenses sobre su territorio pidiendo a Osama bin Laden que abandonara el país, donde se refugiaba.
Pero para la Casa Blanca de George W. Bush era tiempo de la "acción, no de las palabras", pese a que aseguró en un primer momento que entregar a Bin Laden y otros operativos de Al Qaeda evitaría la guerra. La opinión pública apoyaba en un abrumador 90 % los bombardeos.
Los atentados del 11 de septiembre de 2001, el ataque más grave sobre suelo estadounidense, justificaron una respuesta militar, policial y política sin precedentes.
Esa predisposición para la acción hace 12 años se ha agotado, a juzgar por cómo Obama y el Congreso dividido están gestionando la respuesta al supuesto uso de armas químicas por parte del régimen de Bachar al Asad.
Ahora el presidente y su equipo han medido muy bien sus pasos a la hora de avanzar hacia una intervención militar en el extranjero, para la que terminaron pidiendo la autorización del Congreso, cuyas deliberaciones se han puesto inesperadamente en suspenso en espera de una solución diplomática.
"La historia nos ha enseñado que los conflictos en Oriente Medio no son simples, fáciles o limpios. Una intervención como la de Siria tiene que suponer una alta amenaza para la seguridad nacional e intereses diplomáticos y morales y esto no se cumple en Siria", escribió en una columna de opinión este lunes la congresista Tulsi Gabbard, veterana de la guerra de Irak.
Que estos son otros tiempos lo demuestra la rápida acogida en Washington de la propuesta rusa para que el régimen sirio, acusado de matar a más de 1.400 personas con armas químicas a finales de agosto, evite un ataque militar de castigo si accede a un plan de desarme borroso y con pocas garantías.
Los atentados del 11 de septiembre de 2001 aún estaban frescos en la mente de los estadounidenses cuando en 2003 la Administración Bush atacó Irak con un 73 % de apoyo público, con el argumento, que se demostraría infundado, de que su presidente, Sadam Husein, era una amenaza para la seguridad nacional por poseer armas de destrucción masiva, entre ellas armas químicas.
Precisamente el desencadenante de esa guerra fue el incumplimiento a finales de los 90 por parte del régimen iraquí de sus compromisos de desmantelar bajo supervisión de la ONU sus arsenales.
Con un 55 % de la opinión pública en contra de intervenir en Siria, ese tortuoso proceso de control y destrucción de armamento podría repetirse, porque como dijo esta semana el secretario de Estado, John Kerry, "es claramente la opción preferible" si se logra con garantías.
Tras más de una década de guerra en Afganistán e Irak y más de 6.000 muertos, Estados Unidos prefiere evitar una acción militar de consecuencias imprevisibles, consciente de que la opinión pública no quiere volver a embarcarse en costosos despliegues de resultados poco tangibles.
En opinión de Obama, "a lo que hemos asistido en la última década (desde el 11S) es al heroísmo de nuestras tropas, a los enormes sacrificios de ellos y sus familias".
No obstante, advirtió también el presidente, las principales amenazas de Estados Unidos seguirán estando "especialmente, fuera de nuestras fronteras".

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